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𝚄𝚝𝚊𝚑, 𝙴𝚜𝚝𝚊𝚍𝚘𝚜 𝚄𝚗𝚒𝚍𝚘𝚜, 18 𝚍𝚎 𝙽𝚘𝚟𝚒𝚎𝚖𝚋𝚛𝚎 𝚍𝚎 1985

Jeremy Fitzgerald llegaba de su casa luego de un largo día en el campus donde practicaba . La vivienda se sentía muy desolada, apagada y sin brillo. Una persona solamente podría hacer que brillara.

Su hermana.

Susie Fitzgerald, hermana menor por 5 años del antes mencionado desapareció misteriosamente en una pizzería el 26 de Junio de 1985. Susie era una niña alegre, creativa y muy amable.

Jeremy piensa que su amabilidad la llevo a la ingenuidad y que gracias a eso murió.

4 niños más desaparecieron junto a ella. Luego se supo que en el establecimiento entro un asesino en serie y acabo con sus vidas. Pobres niños, tenían una gran vida por delante. Jeremy los primeros días luego de la noticia que alguien la asesinó no podía comer, por alguna razón todo le daba asco. Otras razones era de que se sentía observado y vigilado todo el tiempo.

El no era el único.

Samantha, su otra hermana menor por 6 años se sentía igual, se reía histéricamente cada que veía sus colores en el suelo junto a hojas con dibujos que ella en ningún momento hizo, algunas veces se ponía a llorar con solo la mención del nombre "Susie". Gracias a esto Samantha tuvo que ir al psicólogo. No sabían si tenía una depresión infantil a tal grado para llamarla así. Pero se notaba que extrañaba mucho a su hermana.

Jeremy se sentía mal, era muy triste saber que ya no habría una niña radiante que lo saludaba a cada rato y le pedía que juegue o dibujara con ella. Susie lo quería mucho. Él igual. La niña era un "sol" para todos

Suspiró y dejó su mochila en el sofá. Subió al piso de arriba donde se encontraba su dormitorio y se desnudó para seguidamente vestir otra ropa. Quito las sortijas de oro que traía en las muñecas y las puso en un lado de su cama

Se estaba viendo al espejo cuando notó un moretón cerca de su pecho. ¿Por qué tenía un moretón? No recordaba. Tocó un poco y dolía bastante. Gimió por el dolor. Tenía sentido del porque estaba verde y morado.

Agarró un polo cualquiera y se lo puso. Bajo sus shorts y se puso un pantalón color azul holgado y fresco. Perfecto. Se colocó nuevamente las sortijas para terminar.

Ahora estaba decidiendo que hacer luego. ¿Dormir? Nah, está con la suficiente energía como para estar despierto hasta la madrugada. ¿Comer? No tiene hambre. Quizás, ¿Masturbarse? Probablemente en la noche cuando todos estén dormidos y pueda disfrutar un tiempo para él solo.

Descubrió que al morir las neuronas se activan como durante un orgasmo.

Era como un beso de la muerte. Bonito ¿verdad?

Metafóricamente ahora podría decirle a alguien que lo iba a matar.

Se dió cuenta de lo sólo que estaba. Osea, tenía chicas y también algunos chicos por detrás. Pero no les llamaba la atención. Además sentía que perder el tiempo con alguien que seguro no durará ni un mes con el era una perdida de tiempo. Casi todos los que le seguían eran porque era guapo, tenía plata y era un trofeo.

No lo tomaban enserio.

Si es que quería una pareja, debería ser alguien quién lo acompañe, lo ame por quién era y no por ser un chico trofeo y que él lo ame devuelta. No le importaba si era chico o chica; al cabo le gustaban los dos.

Pero ahora estaba más interesado en chicos.

¿Hace cuánto tiempo no lo había tocado un chico? Quería afecto masculino que no sea el de su papá.