ΩIlluminaΩ
Después de dos meses, la luz del sol no era tan terrible como cuando llegó, sus ojos se acostumbraron a los pocos días que empezó a salir al sol directamente.
Pero Piscis seguía teniendo envidia de algo que sentía imposible de lograr.
Kyle se quitó la camisa y se la dió a una sirvienta que estaba en el muelle, luego salió corriendo, con la piel morena brillando contra el sol todo el camino hasta tirarse de chapuzón al agua. Akni estaba en el agua, a una buena distancia, pero observando al príncipe con atención.
Quien más se divertía junto al príncipe era Mo, que se supone debía vigilar a Piscis, pero para ser sinceros, no hay nada que vigilar cuando tu protegido no hace nada.
El mar se veía tan inmenso, llegaba hasta el horizonte y devuelta hasta la orilla de esa playa que descansaba su arena sobre una placa de metal que era parte del castillo.
Se quitó las botas, dejándolas junto a la silla que le habían puesto, arregló el ruedo de su pantalón y se acercó al agua. Estaba un poco fría, pero era soportable. Mientras Kyle y Mo jugaban y se reían nadando entre los barcos, Piscis se quedó de pie, con el agua por los tobillos.
¿De verdad era tan divertido?
Pero estaba hondo. No podían tocar el fondo con sus pies.
¿Y si había algo abajo como un pez piedra? ¿Y si algo salía y los agarraba?
¿Y si se hundían y no podían ver nada?
¿Y si se ahogaban?
Su corazón empezó a dar latidos desesperados y decidió alejarse del agua con precaución. Estaba por irse cuando Mo pegó un grito que lo hizo voltear.
Sobre una canoa hecha de madera con estabilizadores a cada lado estaba Kyle, conduciéndola, moviendo las cuerdas de la vela y todos los demás aparatos de la nave. Había algo mágico en cómo el sol le pegaba en la cara, con el cabello mojado y una sonrisa libre deslumbrando todo.
Bajó la mirada a sus pies, ya empezaba a pensar como las novelas románticas que Kyle le prestaba. Debía cambiar de categoría antes de volverse igual de cursi que el moreno.
Habían sido casi tres meses de soportar a Kyle siendo un llorón por no tener pareja y escucharlo decir que quería casarse antes de cumplir los veintiséis, aunque para eso faltaban como siete años; los años que el chico decía querer estar en una relación.
Y después del día en la playa, se puso mucho más intenso, pasó de un adolescente infeliz por falta de romanticismo a una princesa soñando a su príncipe azul desde el balcón de una torre.
Illumina recibió una carta para el baile anual de los reinos, se acostumbraba a hacerse a mediados de año para establecer buenas relaciones políticas y con suerte, unir reinos. Piscis nunca había asistido a una de esas fiestas, su tío decía que eran una perdida de tiempo, que para hacer relaciones políticas se asistía a una reunión privada entre los gobernantes de cada reino.
Pero ya no estaba bajo el mando de su tío, y el rey de Illumina era muy parecido a Kyle, no se perderían una fiesta ni porque el mundo estuviera inundándose.
El moreno saltaba sobre su cama con suavidad, pero emocionado. Akni estaba en el cuarto del vestidor junto a las sirvientas para elegir los trajes, así que no podía regañarlo por hacer eso.
—No sabes lo que esperé esta fiesta—dijo. Piscis alzó la mirada de su libro, esta vez estaba repasando su manual de etiqueta para tener la memoria fresca el día del baile—. Podré ver a mis amigos, y al príncipe de Grand Terra.
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Bajo el Mar
Ficțiune adolescențiEl mundo cambió, cubriéndose de agua y aislando a los humanos de lo que alguna vez llamaron hogar. Kyle y Piscis son dos príncipes muy diferentes, que viven en reinos mucho más diferentes, unidos únicamente por el mar. Ambos tendrán que resolver su...