𝕽 / 𝐿𝑎𝑠 𝑟𝑒𝑔𝑙𝑎𝑠 𝑒𝑠𝑡𝑎́𝑛 ℎ𝑒𝑐ℎ𝑎𝑠 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑟𝑜𝑚𝑝𝑒𝑟𝑠𝑒.
「 En aquel dulce hogar, había una
cruel y triste realidad que vivían
los niños de Grace Field, aunque
no eran cons...
Estaba aterrorizada, toda nuestra vida era una mentira, estábamos hechos solo para la alimentación de esas horribles cosas.
—¿Eh? Faltan dos.
—¡Mamá!
Todos estaban afuera, el clima estaba nublado y un pequeño niño llegaba corriendo desde el bosque con lágrimas en los ojos hacia la adulta, haciendo que esta se agachara preocupada.
—Mark. ¿Qué pasó?
—¿Qué hago? Me separé de Naila en el bosque. ¡La busqué, pero no la encontré!
La mayor sacó su reloj de su bolsillo para así sonreír y guardarlo.
—Tranquilo. —se enderezó para dirigir su mirada a los demás —No se muevan de aquí, ¿entendido? —sonrió para después largarse al bosque.
[. . .]
A lo lejos se veía la mayor con la pequeña rubia en brazos durmiendo pacíficamente.
—¡Mamá!
—¡Naila!
Los demás hermanos empezaron a acercarse para ver si la diminuta se encontraba bien.
—Se durmió del cansancio. No está lastimada.
—Qué alivio... Perdón. ¡Perdón, Naila!
—Era como si mamá supiera dónde estaba Naila. —hablo Norman, a lo lejos del grupo de hermanos.
—Ahora que lo pienso, mamá siempre nos encontraba. Sin importar donde nos escondiéramos. —agrego Emma.
Lo que no sabían esos dos es que la ojimarrón estaba escuchando su conversación sentada en aquel árbol fingiendo dibujar.
Todos pasaron para adentro del orfanato, ya que el clima estaba a punto de llover.
De reojo había un azabache observando todo desde la ventana.
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—Mamá no nos tiene controlados todo el tiempo. Solo sabe donde estamos si lo comprueba. Es consciente de que alguien llevó a Little Bunny hasta allí. Pero aún no está segura de quien. Si no, no daría una advertencia tan amplia.
—Entiendo.
La peli naranja y el albino estaban conversando en el segundo piso, hasta que llego el moreno a lo lejos llamándolo.
—¿Tienes un momento, Norman? Mi reloj no funciona bien.
—De acuerdo. Lo revisaré.
—Tranquila, Emma. No sospecha de nosotros. —le dio una palmada en el hombro para después irse con el moreno.
[. . .]
Después de que el albino ayudara a Don, regreso a donde estaba Emma, pero se percató de que estaba la azabache adulta junto con la peli naranja.
