Capítulo 24 - Revelaciones y Revoluciones

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Noiret está con Tomás, y planea pasar con él todo el día, así que Sonia decide ir a ver a Cristóbal.

- ¿Ha nacido el crío? - Habla Noiret por teléfono. - Pues entonces significa que luego llegará el momento. Estén atentos.

Tomás está en su cuarto, dibujando con crayones.

- ¿Y qué me importa la madre? - Seguía. - Pues, no sé, hagas lo que quieras. Ahora ya cumplí con lo prometido. Me tienes que decir que pasó con Julia Medina. Me dijiste que le habías hecho el procedimiento pero ya no me detallaste nada. La tenemos vigilada, pero Sonia me dice que está normal. Quiero novedades y las quiero pronto.

Volvió con su hijo, para jugar juntos.

- Listo, Tomás. Ya resolví mis cosas. ¿Qué dibujas ahí?

El niño intenta esconder el papel, pero Jacques es más rápido.

- ¿Quién es ese chico? - Noiret coge el papel de las manos de Tomás, y nota que su hijo dibujó a Iván.

- Nadie, lo inventé.

- Tomás, ¡no mientas! ¿Por qué le pusiste el nombre de Iván? Dónde lo has visto?

- Él me dijo que quería hacerte una sorpresa... Me vino a ver.

- Como que te vino a ver? Aquí?

- Sí. Iván es muy guay, ¿a que sí? - Sonreía Tomás, feliz por tener un hermano.

- Tomás, escúchame bien. Olvídate de Iván. Olvídate, finjas que nunca vino y que nunca te hablé de él.

- Pero me gustó que viniera.

- ¡Pues a mí no! Escucha a tu papá, Iván es peligroso. Te puede hacer daño. Además, estoy seguro que no va a volver.

Noiret se fue a hablar con sus hombres, para que doblen la vigilancia y no dejen que Iván se acerque a la casa. 

***

Sonia nuevamente hizo su papel de buenita para visitar a Cristóbal. Todavía no estaba segura si la habían descubierto así que ese era el momento.

- Buenos días! - Llegó sonriente. María abrió la puerta respirando hondo para no perder la calma.

- Buenos días. - Contestó María, seca.

- ¡Hola a todos! ¿Cómo están? 

Se hizo un silencio sepulcral en la sala. A nadie le apetecía hablar con ella, y menos Facundo e Inés, quienes ahora creían que ella había matado a Sofía.

- Bien, todos bien. - Contestó Vicky, intentando ahorrar el aburrimiento a su novio. - ¿Quieres un café? Julia recién lo ha hecho.

- Acepto. Hablando de Julia, ¿te sientes bien, cariño?

- Yo? - Julia se sorprendió. - Sí, estoy bien, ¿por qué lo preguntas?

- Por nada, tienes una carita de cansada. - Disimuló. - Seguro algo había salido mal, o lo que le pusieron no había funcionado. Iba a informar a Noiret.

- ¡Aquí está tu café! - Inés le tiró el café hirviendo a la cara. - ¡Asesina!

- Inés, no! - María intentó frenarla, pero estaba furiosa.

- María, esta mujer es una perra! Una hija de puta! Lo que hiciste a mi madre me lo vas a pagar, y va a ser ahora! - Inés, fuera de sí, fue a por Sonia con toda su fuerza y le dió una paliza. Sabía que lo que estaba haciendo no tenía vuelta atrás, pero se trataba de su madre adoptiva. La mujer que le aseguró amor y una familia tras quedarse sola en el mundo con su hermano. Lo que quiera que pasara, tomaría la responsabilidad.

El Internado: Volverá La LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora