Capítulo 39

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—¿Te encuentras nervioso? —pregunté conteniendo un poco la emoción

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—¿Te encuentras nervioso? —pregunté conteniendo un poco la emoción.

—Espero no tener que preocuparme.

Ambos bajamos del auto, él colocó su mano en mi espalda y cruzamos la calle para llegar a la casa de mis padres. Mi madre recientemente cortó el pasto porque estaba parejo haciendo que las plantas que decoraban el camino de la entrada se lucieran aún más.

—Eres una sorpresa, no saben que te invité —murmuré.

Mi invitación había salido de mi boca con precipitación cuando estábamos empacando. Él se quedó unos minutos procesando la información y me preocupé al pensar que estaba adelantando demasiado la situación, pero pensé que tendría que despedirse de Baxter correctamente o tal vez no quería que se fuera tan rápido. No quería que la separación fuera para siempre, me gustaba estar a su lado.

—No sé si esas palabras me ponen más nervioso o no debo preocuparme.

No respondí porque la puerta se abrió con brusquedad y mi madre apareció de golpe, me abrazó con fuerza mientras me contaba que Baxter me había extrañado y que había roto una de sus plantas en el patio.

—¡Oh! —miró a Marcus con sorpresa y también lo abrazó—. Por fin puedo conocerte, cariño. Mi hija es demasiado privada y tengo que enterarme sobre ustedes por las revistas y los cotilleos de los vecinos. Deben darme información para qué pueda defenderlos.

—Claro —él le dio unas palmaditas en la espalda para responder el abrazo y me dirigió una mirada buscando ayuda.

—¿Papá está en el taller? —cambié de tema.

—No, se fue junto a Stephanie a las carreras. Por suerte llegaron para hacerme compañía.

—Estoy siempre a tu servicio. —La volví a abrazar mientras ella nos invita a entrar después de las correspondientes presentaciones.

—Me gusta tu corte de cabello Marcus —mi madre le dijo mientras nos dirigimos a la cocina—, les prepararé una taza con té.

Apenas entramos a la cocina pude sentir el olor a tarta de manzana, siempre preparaba esta receta cuando era más chica, especialmente después de un día duro en la escuela. Una ración de tarta luego de un examen era lo más reconfortante.

—¿Cómo sabe de mi corte de cabello? —él se acercó murmurando aquella pregunta.

—Las revistas.

Al escuchar los ladridos me acerqué a la puerta que daba al patio y la abrí para poder reencontrarme con Baxter. Lo primero que noté era el olor característico del mar, mis padres viven a unos pasos cerca de la playa y noté desde mi perspectiva el pequeño muelle donde estaba su barco. Bajé las escaleras y sentí las lamidas por toda mi cara, apenas me arrodillé en el pasto.

—Te extrañé mucho, pequeño travieso. —Le di un beso en la cabeza.

Esperaba que no hubiera roto nada importante para mi madre y específicamente algo que fuera costoso, suficiente tenía con aquel jarrón. Las plantas eran más accesibles.

Solo quiero estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora