Capítulo 6.

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El trío dinámico de amigas se encontraban recorriendo el centro comercial, como habían acordado el día anterior

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El trío dinámico de amigas se encontraban recorriendo el centro comercial, como habían acordado el día anterior.

-¿Cómo es el chico? -preguntó la rubia, mientras tomaba un sorbo de su milkshake de frutilla, en su vaso descartable.

-Un pelirrojo muy apuesto, tiene grandes abdominales -sonrió la pelinegra encaminandose a una tienda.

-No me agradan los pelirrojos -aseguró Cheryl.

Betty la miró atónita.

-Quiero decir, el resto de pelirrojos no me agradan -aseguró-. Yo soy la unica persona digna de este bello color de cabello -tiró su cabello hacia atrás-. Y claro, mi familia.

-Entremos a esta tienda -pidió Verónica, refiriéndose a una de bolsos.

-¿Sabes? -comenzó la pelirroja- Verónica es adicta a los bolsos.

-Me cuestionaba a diario el por qué todos los días usaba un bolso diferente.

-Si un día no sabes que regalarme, regalame un bolso -guiñó coqueta Verónica, pero frenó en seco-. Betty...

-¿Si? -preguntó distraída mientras observaba un bolso.

-¿Tú hoy no tenías una cita, B? ?-estaba algo confusa, su amiga rubia no había comprado nada más que su batido para llevar.

-No sé si es una cita como tal, pero sí -afirmó-. Me encontraré con Jughead hoy.

-¿¡Entonces por qué no compraste nada!? -ambas amigas preguntaron asombradas-. ¿Dónde será? ¿A qué hora? ¿Ya sabes tu maquillaje? ¿Tus zapatos y bolso? -prosiguió Cheryl alarmada.

Betty buscaría algo en su armario, para no tener que gastar tanto dinero. Le alcanzaba justo, no podia permitirase muchos gustos. Además, quería tener ahorrado por las dudas, no estaba en sus planes pedirle dinero a sus padres.

Hablaban por mensaje con ellos cada unos dos o tres días, nada más.

Para ella, sus padres no eran lo mismo que antes. No podía volver a confiar en ellos, pero tampoco podía dejar de amarlos un poco. Una parte de ella siempre lo haría, son quienes la trajeron a este cruel mundo y siempre la cuidaron, a pesar de todo.

-Tengo mucha ropa bonita -respondió tranquila-. Me maquillaré un poco y se acabó. No necesito lucir mucho más especial que siempre.

-Betty, es una cita tienes que -aseguró la pelinegra. Le parecía errónea la idea de su amiga-. Debes lucir...-fue interrumpida por la rubia: -V... -advirtió.

-No -negó algo ofendida-. B, vamos a ver algo para ti -propuso, se sentía mal porque toda la tarde buscaron para ella misma y no se preocupó antes por su amiga-. Todavia no recorrimos... -fue interrumpida una vez más: -Verónica, Basta -sentenció.

-Ronnie, déjala -se rindió Cheryl.

Esta hizo caso y se puso a ver carteras como si nada pasó.

• Saciaste mi alma •

Por la noche Betty estaba esperando a Jughead. Estaba vestida con un pantalón negro, una camisa, a juego de sus tacos, y un abrigo. Cuando él tocó timbre, apagó las luces, bajó las persianas y cerró la puerta.

Jughead estaba sencillo, una chomba, un pantalon y unas zapatillas urbanas.

-¿Qué tal, Jug? -Betty se pusó de puntillas para saludarlo con un beso al mismo tiempo que él se agachó para saludarla y chocaron rostros, rozando labios.

Ambos se sonrojaron

-Perdón, no me di cuenta -se disculpó Betty y pudo notar que él nunca trato de limpiarse, sino que se relamió el labio.

-No hay problema..

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volví ahr voy a trattar de terminar esta historia y hacerla cortita

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⏰ Última actualización: Mar 12 ⏰

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𝐒𝐀𝐂𝐈𝐀𝐒𝐓𝐄 𝐌𝐈 𝐀𝐋𝐌𝐀 - BUGHEAD Donde viven las historias. Descúbrelo ahora