Cap LVIII: Los consejos de Amy

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13 de agosto de 2022


El beso se prolonga varios segundos, ambos caen en la cama. Patty de espalda y Fausto sobre ella, éste empieza a manosear sus pechos, ella su pene, ya está duro.

-¡Patty! ¡Fausto! ¡Bajen a almorzar! – dice Gladys desde abajo. Apenas Fausto y Patty oyeron la voz de Gladys inmediatamente se separan.

-Vamos, mi mamá nos está llamando – dice Patty. Ambos bajan y se sientan en la mesa del comedor.

-¿Qué tal Fausto? ¿Todo bien? – pregunta Gabriel.

-Sí. Todo bien – dice Fausto. Gladys sirve el almuerzo.

-Mamá, ¿otra vez carne con arroz? – dice Patty.

-Ya po Patty, no te vas a empezar a quejar delante de tu amigo ¿o sí? – dice Gladys.

-Es que ya hemos comido carne demasiadas veces – dice Patty. Le fastidia que en su casa se coma carne tan seguido.

-Bueno hija, mañana comeremos otra cosa. Fin de la historia, no te quejes tanto. Fausto, ¿todo bien con el almuerzo? – pregunta Gustavo.

-Si don Gustavo. Todo bien – dice Fausto.

-Ahí tení' Patita. Apréndele a tu amigo.


El Google Maps le estimó una hora y veinte minutos de trayecto caminando, por lo que salió de su casa a las 11:40 AM. Llegó con diez minutos de anticipación, esperó sentado en el paradero de Avenida Carrascal esq. Embajador Gómez. Amy no tardó en llegar.

-Hola Pablo, ¿me esperaste mucho rato? – pregunta Amy saludando a Pablo de un abrazo.

-No mucho, unos cinco minutos – miente Pablo que en realidad acumuló quince minutos de espera.

-Me alegro que no hayai' esperado tanto. ¿Vamos? Solo vivo a una cuadra y media entrando por Embajador Gómez.

-Ya pues – ambos emprendieron el camino hasta llegar a casa de Amy.

-Bueno Pablo, bienvenido a mi humilde hogar – dice Amy.

-Bonita su casa Amy. ¿Cuándo llega su acompañante? – pregunta Pablo.

-Ni idea, no estoy enterada por el momento. Espero que hayai' venido con hambre, tenemos que comernos toda la pizza restante – dice Amy.

-Si claro, obvio que vengo con hambre.

-Sácate esa mochila será mejor, estoy segura que siempre andai' sopeado – dice Amy con gracia.

-En invierno no – dice Pablo quitándose la mochila.

-Bueno, espérame aquí mientras pongo la pizza al horno – dice Amy. Pablo aguarda sentado en un sillón color café, contemplando las murallas color crema, decoradas con cuadros de flores y frutas. Parece que todo marchará bien, no sabe por qué, pero optó por seguir el consejo de su amigo Fausto y llevar condones en su mochila, aunque está segurísimo de que entre él y Amy no pasará nada, él todavía es menor de edad y cree que ese detalle podría incomodarla. Aunque ahora el incómodo es él ante un mensaje de WhatsApp de Rachel:


Rachel: Estoy sola en mi casa. Vienes?


Pablo recordó las tajantes palabras de su amiga Patty:

-Porque no se lo merece po hueón, no te merece ni a ti ni a un segundo más de tu valioso tiempo. ¿No te hay puesto a pensar que en todo este tiempo se ha culiao a otros hueones?

Sexo sin ControlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora