Alice
El resto de la tarde/noche pasó relativamente rápido. El chico pelirrojo volvió a quedarse dormido, está vez en mi sofá y yo aproveché ese momento para lavar mi ropa y hacer mis deberes de la universidad, intercambiando tiempos para ir a verificar la temperatura de Emir.
Respecto a su cambio de humor, no hice ninguna pregunta relacionado a ello. No quería hacerlo sentir incómodo, como ya había comentado solo se dedicó a sonreírme como si nada hubiese pasado.
Con el tiempo me dirá lo que pasó, si él lo decide así.
Eran las ocho de la noche y acababa de terminar de recoger todo lo que había utilizado para hacer mis tareas cuando escucho un leve quejido proveniente de la sala de estar.
- Creo que necesitas unos sofás más cómodos - habló el pelirrojo sentado en el sofá -mismo donde quedó plácidamente dormido- mientras se tallaba los ojos con una mano y con la otra intentaba peinar su desordenado cabello.
- Y yo creo que tú deberías tomar un baño para que quites completamente la fiebre de tu cuerpo - lo señalé con un lapicero.
- No quiero causarte más molestias, incluso creo que debería irme ya - se levantó del sofá y al estar de pie se tambaleó ligeramente hacia un lado.
Rápidamente me levanté del sillón donde estaba y lo tomé del brazo para que no cayera de cara al piso. Eso sería doloroso.
- No me causas ninguna molestia Emir, incluso fui yo quien te invito a venir - lo ayude a sentarse de nuevo y me encaminé a buscarle algunas toallas para que tomara un baño - Ten, el baño queda al fondo del pasillo. - tomó la toalla y se dirigió hacia el lugar mencionado haciendo berrinches como un niño chiquito.
Terminé de hacer mis deberes y comencé a preparar la cena.
Cocinar se me da bien, muy bien incluso, todo gracias a mi madre. Me enseñó a manejar muy bien todo en la cocina, y estoy completamente agradecida con ella, si no fuera por sus clases de cocina me hubiese muerto de hambre hace ya algunos años.
Tenía pensado preparar algo ligero para que a Emir le sentara bien en el estómago, ya que no había comido del todo bien el día de hoy.
Todo el día había estado pensando en él, en ellos para ser sincera. Y no llegaba a ninguna conclusión más que alejarme, pero algo dentro de mi me decía que no lo hiciera, había un pequeña esperanza de que ellos volvieran a acercarse a mí como pasó esa semana.
Me gustaría poder ser como esas personas que no sienten nada o que por lo menos no sienten tan rápido. Pero no soy así.
Siempre he sido muy sentimental, siento demás, y eso ha tenido repercusiones en mi vida, incluso con mi familia.
Me gustaría poder decir que no me siento atraída por los hermanos, pero no es así. Me atraen, y me atraen mucho.
En esa semana lograron atraerme bastante como para robar mi atención y atreverme a pronunciar palabras otra vez.
- Huele delicioso - salgo de mis pensamientos para enfocar al chico recién bañado frente a mí.
El cabello todavía húmedo le cae en la frente, y su rostro levemente sonrojado con algunas gotas de agua cayendo por su cuello.
Es jodidamente hermoso.
- Estoy haciendo vegetales al vapor, algo ligero para tí - aparto la vista de él mientras que termino de preparar la cena.
Su sola presencia me desconcentra en demasía.
- No tienes que apartar la vista, puedes mirar lo que desees - susurró mirándome a los ojos y luego sonrió de lado.
ESTÁS LEYENDO
Bauer
Teen FictionTras un terrible hecho que deja marcada la vida de Alice Gafner, una chica alegre, bondadosa, poco tímida y humilde; decide viajar a Alemania a empezar una nueva vida, lejos de su triste pasado. En su segundo año de universidad conoce a Emir, Eros...