Destinos Unidos [Ramcisco] - EDITANDO

Capítulo 14

RamCore

No digo que está mal que se lleve bien con Azuhh pero... yo también quiero hablar con él. Este sentimiento es raro, me molesta que en este momento ambos se lleven bien, no se si esta mal sentir esto...

Solo dí un leve suspiro poniéndome de pie para ir donde Kplay, ya que no tengo nada que hacer aquí... con ellos.

—Ram, ¿a dónde vas?

—Voy a la cocina con Kplay. Luego vuelvo.— solo dí una sonrisa y me dirigí directo al lugar mencionado...

—¿Por qué siempre quiere estar con él?— escuché los pensamientos de Fran, la verdad no entiendo su actitud. Siendo sincero ahora esta ocupado con Azuhh y yo solamente hago mal tercio, ¿qué quiere? ¿Qué siga ahí aburriendome? No gracias, quiero hablar y reír también.

—Hola Ram, ¿qué te trae a visitarme?— agregando el tono de burla, no pude evitar reírme, ni que viviera en la cocina.—No te rías imbécil, ¿qué se te ofrece?

—L-lo siento— me seguí riendo la verdad, si era gracioso y más es haciéndolo enojar, aparte que tenía manchada toda la cara.—Es que tu cara...

—...— se quedó procesando lo que acababa de decir y fue directamente al baño a verse al espejo, luego de unos minutos volvió ya con la cara lavada.—Te odio

—También te quiero Keith.— le dediqué una sonrisa inocente con la intención de provocarlo y hacer que se enojara más.

—Ahora si, Ramcore sacaste boleto.— se acercó a mi para llegar a hacerme cosquillas, no paraba de reír y es que, si era muy cosquilludo.—Te dije que no me digas así.— no podía hablar por el simple hecho de que me estaba riendo. Necesitaba aire y de un movimiento rápido hice que Kplay perdiera el equilibrio haciendo que caiga encima de él.

—¡Auch!— escuché un quejido de parte del contrario. No pude evitar reír, parecíamos unos niños de seis años jugando.

—Gracias por amortiguar mi caída.— dije riéndome, solo me miró por unos segundos y también empezó a reír, recordé cuando ermos niños y solo jugábamos, todo el tiempo era reír.

Escuchamos un ruido a nuestro costado, ambos dirigimos nuestra mirada a ese lugar, ahí estaban Fran y Azuhh, mirándonos algo raro. Bueno, para mi parecer.

—Ahora ya se el porqué terminamos.

—¿¡Qué rayos están haciendo!?

¿Terminaron?

¿Azuhh y Kplay?

Espera... ¿QUÉ?

Me levanté rápido apoyándome en Kplay, haciendo que soltara un quejido de dolor, solo dije "lo siento" y me puse de pie. Era incómodo, sobretodo Fran no me quitaba la vista de encima, en serio necesito que me trague la tierra, Azuhh veía detenidamente a Kplay, mis sospechas eran ciertas si llegaron a ser algo pero al parecer no funcionó.

—Debo irme Fran, nos vemos luego Kplay, Ram.— solo sonrió levemente y se dirigió hacia Fran depositando un beso en su mejilla. ¿Es en serio? ¡Agh!

—Adios~ Azuhh.— se despidió Kplay, como si no hubiera detectado nada de los sentimientos de ella. En ese momento me di cuenta que mi collar brillaba de color verde algo opaco.—Ram, tu collar.— se acercó a mí viendo detalladamente el artefacto que brillaba raramente.

Dirigí mi mirada hacia Fran y sentí un miedo terrible, tan solo ver sus ojos parecía que mataba con la mirada a Kplay. Me alejé de él despacio pensando en que si seguía así, pasaría algo entre Fran y Kplay.

—Uh... ¿Fran?— me acerqué a él, notando que su collar también brillaba del mismo color, ¿dónde está mi poder cuando lo necesito?

Me agarró de la mano sacándome de aquel lugar, solo escuché un "adios" de parte de Kplay, yo le dije lo mismo.

(...)

Salimos hacia el parque... aunque me llevó jalando. Cada vez iba apretando más el agarre. Duele. Quité rápidamente mi mano alejándome de él.

—Me duele...— le dije frotándome mi muñeca, si, estaba algo roja, se nota que no sabe controlar su fuerza. El sólo me miró y se fue alejando.—¿Fran?

Decidí seguirlo ya que no me gusta estar enojado con alguien... además necesitaba confirmar la razón del porqué esta así.

(...)

Seguimos caminando, o más bien seguí persiguiendolo ya estando lejos del parque y en una calle algo vacía me dió miedo, además parecía que alguien nos vigilaba, me puse mi capucha por si acaso...

—¡Cuidado!— gritó Francisco y se abalanzó hacia mi, haciendo que ambos caigamos al suelo y ver una flecha pasar por encima de ambos. Me dolió... ¿por qué siempre yo salgo lastimado cuando él está cerca?—¡Sal de ese lugar!— se levantó gritando y apuntando con un arco y una flecha que había sacado de... mi mochila.

—Bien, lo siento.— salió un chico de chaqueta color azul oscuro con ambas manos hacia arriba, viendo fijamente a Fran. Aunque admito que se parecen un poco.

Me levanté del suelo, mientras Fran se ponía delante mío para defenderme, supongo, mientras seguía apuntando al otro chico con el arco. Ví detenidamente al chico, sus ojos son de un color esmeralda muy llamativo y por lo que veo es igual que Fran, mitad humano y mitad dragón.

—Quédate detrás mío, no sabemos que quiere.— susurró viéndome de reojo, yo solo asentí con la cabeza. ¿Qué más podía hacer? Solo tengo el poder de leer mentes en este momento... y creo que no sirve o tal vez es por la capucha, que estúpida suposición... decidí sacármela para ver mejor al chico contrario.

—No vine por él, vine por ti Francisco.

—¿Quién eres?— bueno... Fran no lo conoce pero él sí a Fran, esto es raro.

—Solo necesito llevarte a tu lugar de origen. Te necesitan en el End.

—¿¡Qué!?

¿Quién es este chico? ¿Por qué quiere llevarse a Fran? ¿Se irá de mi lado? ¡Agh! Muchas preguntas en mi cabeza.

—No quiero alejarme, no pienso irme de aquí.

Escuché los pensamientos de Fran, eso es muy tierno pero, no creo que lo diga por mi... lo dice por Alexy, no descansará hasta encontrarlo. Me sentía inútil, tenía que hacer algo, así que decidí ponerme delante de Fran sacando mi espada, ya que por el susto la había olvidado.

—¿Quién eres? Y no te llevaras a Fran.— dije llegando a cambiar mi voz a un poco más gruesa. El contrario solo me miró fijamente como si quisiera reconocerme, quiso acercarse más hacia nosotros pero dirigí mi espada hasta su cuello, casi chocando la punta con él.

No decía nada solo me miraba sorprendido y a la vez ¿decepcionado? La verdad eso se veía en su rostro. Solo alcancé a escuchar una palabra de su mente.

—¿Gon?

—. . .