La televisión continúa encendida después de que Ian se quedara dormido sobre el sofá con la boca abierta en dirección al techo. No pudo escuchar con claridad lo que se transmitía, pero su mente lo interpretaba en modo de sueños confusos que le provocaron leves espasmos entre escenas mentales. Algunas horas más tarde, todavía Ian sostiene entre sus brazos la lata de comida que había comprado por la tarde en un supermercado cercano ese mismo día. Antes de ir a comprarlo, él había terminado con su pareja de casi dos años de relación. La excusa que ella le dio fue: <<Me prometiste que dejarías de consumir toda esa basura, ¡pero todavía sigues haciéndolo! ¿Hasta cuándo entenderás que eso te está matando? ¡Estás a punto de explotar y no te das cuenta!>>. Después de esa declaración hubo un vacío inquieto que solo fue interrumpido por la sirena de una ambulancia a toda velocidad y la respiración acelerada de Ian, quien se limitó a retirarse de la situación en medio de insultos y la afirmación de que aquella relación había llegado a su fin. Más tarde, Ian soñó con esas últimas palabras, en medio de todo el desorden cognitivo provocado por el caos de sus problemas y los comerciales a mitad de la noche. Mientras todo eso se conflictuaba en el inconsciente, el spot de una nueva marca de alimentos prometía acabar con el hambre en el mundo a través de la pantalla. La promoción terminó con la voz de un narrador masculino que afirmaba: "De todo, y de todos. Eat-All". Aquella misma frase podía leerse en la etiqueta de toda la comida chatarra que rodeaba el enorme cuerpo de Ian y el enlatado que aferraba a su brazo izquierdo. Algunas horas después, dejaría de soñar con sus mayores traumas y se alejaría de sus problemas eternamente. Cuando el día llegó, nada ni nadie pudo despertarlo a pesar de haberlo intentado con insistencia. Ian murió a las 7:35 de la mañana, antes de que alguien pudiera subir el pesado cadáver dentro de la ambulancia. Sus últimas palabras fueron: <<Lo siento, voy a mejorar, lo prometo>>, mientras lloraba frente a la programación del televisor.
Ian, sin saberlo, se había convertido en el primer caso del, futuramente llamado, "Sueño Eterno". A pesar de su leve obesidad, no presentaba riesgos mortales hasta el momento de su fallecimiento y ese día todo marchaba con normalidad, exceptuando que, al ocultarse el sol, lamentablemente no logró volver a ver el amanecer. Ian fue el primero, pero tardaron meses en calificarlo como tal, puesto que nadie esperaría que solo un tiempo más tarde, miles de personas al rededor del mundo comenzarían a morir después de cerrar los ojos para descansar. Ya sea por desconocimiento o practicidad, estos primeros casos fueron clasificados como Muerte Cardíaca Súbita, dado que no se encontraba alguna explicación alguna para ello y sucedieron de manera muy repentina. Los hospitales rápidamente pasaron de recibir decenas de estos pacientes a recibir centenares. A las afueras de cada centro médico se veían familiares suplicando por ayuda para recuperar la vida de su ser querido, pero no existía algo que pueda hacerse, todos los cuerpos llegaban cadáveres sin ninguna señal mínima de vida. Incluso en la calle, las ambulancias corrían a toda velocidad llevando cuerpos muertos con la esperanza de poder hacer algo por ellos. En las casas vecinas se escuchaban llantos y las ciudades lentamente se vistieron de luto. Las gafas oscuras tuvieron un nuevo Boom gracias a las familias afectadas que querían ocultar su dolor, y en cuestión de días, las ciudades se silenciaron. Las carreteras presentaron una disminución de autos considerable y varios edificios colocaron letreros de: "SE VENDE" en sus apartamentos. Todo ello sucedía, mientras en la televisión colocaban ofertas de verano para artículos que aliviarían el calor, y aun llegando casi a los 40°, a nadie parecía importarle ahora. En los noticieros televisivos también cambiaron sus reportes, afirmando la disminución de la delincuencia y contando los cambios de personas al mando de las autoridades; sin embargo, nunca colocaron algo referente a los casos de fallecimiento repentino. Dentro de la televisión, todo marchaba con normalidad, exceptuando que, en los programas de entretenimiento cambiaron constantemente de presentador sin explicar la razón de los reemplazos. El mundo estaba cambiando de la noche a la mañana y absolutamente nadie podía explicar por qué. Ni siquiera podía verse con claridad, ya que todo lo sucedido fue invisibilizado en donde sea que se mencionara, siendo un tema censurado y casi prohibido para el público masivo. El número de muertes en el mundo era desconocido porque no existía un registro oficial de los casos, salvo el llevado por pequeñas organizaciones clandestinas que se comunicaban constantemente con otras ciudades para contabilizar los descensos. Los datos eran proporcionados diariamente por personal médico, aun cuando se les había comunicado la prohibición de volver público este tipo de casos. Los registros empezaron en un país lejano de Asia y se extendieron rápidamente hasta llegar a América. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de estas organizaciones, varios médicos de ciertos países se negaron a mostrar sus números. No explicaban por qué y muchas veces simplemente se negaban a llevar una comunicación. En un inicio, se pensó que era por prohibiciones similares a las recibidas en países vecinos, hasta que notaron un patrón en los países que se rehusaban a contribuir con la organización. La mayoría de estos eran llamados "Primer Mundo" y poseían algún poder sobre el resto del planeta. Esta observación llevó a sospechas de que algo estaba sucediendo y pronto se dieron cuenta de que dentro de esos países no existía el caos vivido por el resto del mundo. Mientras todos luchaban por continuar vivos un día más, ellos parecían habitar un mundo distinto, viviendo en completa normalidad. Después de esto, se le prestó mayor atención a la actividad de dichos países, notando también, una restricción silenciosa en las tendencias de internet. Países que sufrían por casos de Sueño Eterno no podían ver lo mismo que países en los que el caos del planeta no había llegado aún. Además de esto, las conversaciones privadas de sus ciudadanos eran observadas y bloqueadas automáticamente al tratar de comunicarse respecto a las muertes que sucedían alrededor de todo el globo terráqueo. La excusa para ello fue: "Se inhabilitó tu cuenta por infringir con nuestras normas y políticas". Esto alarmó a ciertas personas y evitó que otras continuaran comunicándose acerca del tema. No obstante, las aplicaciones alternativas se volvieron la única opción de correspondencia, dando a conocer que dentro de los países primermundistas se comenzaron a tener distancia con personas de un origen ajeno al que habitaban, siendo los principales afectados, personas de origen latino, musulmán, hindú o algún otro que consideraran "Inferior". Dentro de sus noticias, además, constantemente se presentaban reportes positivos que ocurrían en la naturaleza, alegando una mejora en el cambio climático y una mejor relación con el planeta. Era evidente que algo estaba sucediendo, pero no había mucho tiempo para averiguarlo. Las personas morían a cada hora, cada minuto, cada segundo, nadie podía escapar del Sueño Eterno.