Capítulo 15: "Klinik"

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—¿Estás seguro?

Seguro. ¿Cómo podía estar seguro de nada? ¿Qué era estar seguro? Me sentía seguro entre los brazos de Harry, Me sentía seguro cuando Harry sostenía mi mano, cuando me veía directamente a los ojos y sin necesidad de decir una palabra me hacía saber que todo estaba bien y cuánto me amaba.

No, no estaba seguro de nada.

Harry no estaba, y nada sería igual de ahora en adelante.

—Si, lo estoy —dije con falsa confianza en mi voz.

Estaba viendo por la ventana, era un cielo hermoso, parecía que el día se burlaba de mí.

El auto seguía su rumbo como si siempre supiera hacia dónde ir, seguro de su dirección y decisión.

Tenía un nudo en mi garganta que sabía que no se iría fácilmente pero era la decisión correcta. Es lo que quería creer.

Desperté abruptamente de mi trance cuando paramos en un semáforo en rojo, Liam me miró preocupado e intenté sonreírle pero solo salió una mueca.

Saqué un cigarro y lo encendí, Sam volvió a verme molesto, decía que no era bueno para lo que había dentro de mi, no podía llamarle bebé, no se sentía correcto hacerlo.

Llegamos a la clínica y nos bajamos del auto, todo se sentía tan surreal, parecía que había alguien más dictándole órdenes a mi cuerpo, y yo estaba al fondo, incapaz de procesar por lo que estaba pasando.

Necesitaba un abrazo de Harry, que me reconfortara con su cuerpo pegado al mío, que susurrara sus dulces palabras en mi oído, pero sabía que era imposible.

Una vez esto pasara ya nada sería igual entre nosotros, él me amaría desde su ignorancia y yo viviría con la culpa de guardar el secreto peor guardado en mi conciencia.

Lo amaba pero no podía ser padre, no ahora, no en mucho tiempo.

La ansiedad me comía por dentro y las náuseas me estaban torturando, creo que lo que llevaba dentro sabía que no estaría ahí mucho tiempo más y se manifestaba de esa manera.

El doctor hizo las pruebas correspondientes y confirmaron nuestro mayor miedo: La prueba era positiva.

Dijo que era un procedimiento de rutina, solo para cerciorarse y no realizarlo en vano.

Todo lo que quería era salir de ese lugar, vivir en algún lugar muy lejano junto a Harry y ser felices, que nadie supiera de nuestra existencia y dormir acurrucados cada noche; quería acariciar el cabello de harry cada minuto del día y recostarme en su pecho a oír los latidos de su corazón, ese que late por mi.

—Louis —escuché decir al doctor, al parecer llevaba llamando mi nombre durante un rato.

Parpadeé saliendo de mi fantasía y dirigí mi mirada hacia él, alentándole en silencio a continuar.

— Te decía si quieres realizarte un ultrasonido, podrías escuchar sus latidos antes de despedirte.

¿Escuchar sus latidos? ¿Despedirme? No. Lo último que quería tener en mi mente era el sonido de sus latidos, sabía que estaba ahí y el saberlo causaba el dolor suficiente, no necesitaba aumentar mi sufrimiento, no quería cargar con sus latidos, no quería dirigirle ni una palabra.

Dolía, vivir dolía.

Mojé mis labios con mi lengua mientras negaba con mi cabeza, mi respiración se había vuelto más lenta, pesada.

— No, gracias —. Fue todo lo que pude decirle.

Me condujo a un cuarto en el cual había una cama un poco grande como para dos personas, un sofá color crema con dos cojines café, eran cuadrados; una tele apagada que dudo alguien la viera y frente al tele detrás de la cama, estaba el aire acondicionado el cual estaba a temperatura ambiente.

Estaba tratando de distraerme con todos los detalles posibles, no quería pensar en lo que hacía.

Liam y Sam entraron al cuarto un poco después, y detrás de ellos vino el doctor.

Traía un termómetro y un bote de pastillas para el dolor, dijo que eran por si acaso mi cabeza dolía en algún momento.

Salió después de dejarlos sobre una mesita cerca de la cama la cual no había visto hasta ese momento y volvió a entrar con una bandeja en la que traía  8 pastillas.

Me dio las indicaciones:

Colocaremos dos pastillas bajo tu lengua, espera a que se deshagan con la saliva y cuando estén completamente desechas debes tragarlas con un vaso con agua.

Esperaremos 30 minutos y luego y colocaremos 4 pastillas con un aplicador vaginal, introduciremos una por una hasta completar las 4 pastillas, después de aplicadas las 4 pastillas, tomaré una jeringa, le quitaré la aguja y tomaré agua hasta la mitad la mitad, lo introduciré en ti y dejaré ir el agua para que las pastillas se deshagan más rápido que con la humedad del cuerpo, tendrás que elevar tus piernas sobre la pared por 30 minutos y luego dos horas de absoluto reposo reposo, no debes levantarte, inclinarte o moverte hacia los lados, pero igualmente estaré viniendo a verte cada 20 minutos.

Pasadas 3 horas y media colocaremos las dos pastillas restantes bajo la lengua y esperaremos que se deshagan con la saliva luego tomaremos un poco de agua como hicimos anteriormente.

Hay efectos secundarios como en todo procedimiento y estos pueden ser cólicos, contracciones, dolor abdominal, sangrado muy  abundante, temperatura un poco alta, nauseas, vómito, diarrea fuerte, y puedes sufrir un aumento de la presión así como también puede bajar."

Todo fue tal cual el doctor describió, llegaba a la habitación cada 20 minutos a checarme, revisaba la presión y mi temperatura, y me preguntaba si mi cabeza dolía.

Liam lucía preocupado, su rostro estaba un poco contraído y su mirada no se despegaba de nuestras manos aferradas la una a la otra, su brazo rodeaba mis hombros y mi cabeza estaba recostada en su pecho.

Sam estaba semi recostado en el sofá y también se veía un poco consternado, sabía que estaba entre la espada y la pared con esta situación, Harry era su familia y yo era su amigo, ¿cómo podría estar del lado de alguno? ¿Era incluso posible elegir bando?

Me dolía ponerlo en esa situación pero no podía hacerlo de una manera diferente.

Las horas pasaron y todo salió bien, al menos para mí.

Regresamos al auto para volver a la prisión y jamás me imaginé que saldría para volver, no quería regresar pero no tenía opción.

¿Cómo vería a Harry a los ojos? ¿Con qué cara le decía que lo amaba? ¿Cómo podría dormir a su lado sabiendo lo que había hecho?

Al salir el doctor me había dicho que no podía tener relaciones sexuales durante 21 días y había visto a Liam, creyendo que era el responsable de la situación.

No temía por el plazo dado ya que Harry no era el tipo de alfa que exigía tener sexo, él podía simplemente acurrucarse conmigo y era el alfa más feliz de todos.

El solo oler mi cabello le brindaba felicidad y amaba simplemente tenerme sobre su pecho.

Sin darme cuenta llegamos nuevamente y tuvimos que bajar del auto, pasamos exactamente por el lugar por el cual salimos aunque esta vez fue para ingresar.

Una vez en la oficina de Liam preguntó si queríamos algo, Sam solo negó con su cabeza, lucía cansado.

Yo rechacé gentilmente su invitación y besé su mejilla en señal de agradecimiento, apreté su mano para darle las buenas noches y salí del lugar junto a Sam.

Cautivo en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora