Overlord: El que se quedó PRT. 2

Capitulo 30 Volumen 7

Ufsss seguimos...
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"¿Qué crees que verás en Ikari?" Layali preguntó mientras Brain roncaba.

La semielfa de cabello blanco y negro masticó en silencio el pescado ahumado que su 'guía' preparó antes.

La comida del campamento al menos no era desconocida, 'Aunque hacer todo esto yo mismo seguro como el infierno fue... aunque no está mal, algo divertido y venció el aburrimiento'. Zesshi pensó hasta que la niña le habló. A unos metros de distancia, Brain yacía con los brazos y las piernas abiertos y sobresaliendo por debajo de la capa. Se rascó el estómago mientras dormía, y luego Zesshi optó por responder: "No lo sé. simplemente no ¿La verdad? ¿Tal vez? Pero creo que encontraré algo diferente a lo que siempre me han dicho. Todos los que he conocido me han estado ocultando cosas, así que... ¿lo que sea que me hayan estado ocultando? Zesshi se había enfrentado a vampiros, monstruos con tentáculos, cíclopes y demonios, pero mientras contemplaba todos los peligros sin preocupación ni miedo, mirar la cara de la pequeña semielfa era demasiado.

"Hmpf". Layali replicó y cruzó las piernas. "Todo es terrible, nuestro Rey vende a nuestra gente como esclavos, o la Teocracia nos toma como cautivos de batalla y nos convierte en esclavos, o nacemos del tormento o la desesperación de un esclavo o... no hay nada bueno ahí fuera, señorita Zesshi... nada. Brain dice que me llevará a un lugar seguro. Pero eso es solo una tumba.

Zesshi frunció el ceño, "No creo que planee-"

Layali soltó una risa amarga, sofocando las palabras de Zesshi en su garganta, "No creo que él tampoco, esa es la parte retorcida. Se suponía que iba a conseguir caballos para nosotros, no lo hizo. Eso significa que hizo lo que hizo para conseguir esa poción curativa, no fue suficiente, y tampoco compró tanta comida... así que gastó casi todo lo que tenía en él, solo para comprarme una poción curativa. No creo que hiciera eso si me quisiera muerta.

"Entonces por qué...?" Zesshi dejó que sus palabras se apagaran mientras la pequeña semielfa atizaba las brasas agonizantes del fuego de la tarde con el extremo quemado de un palo.

"Cuando lo conocí me quería morir. Nosotros... teníamos un trato. Y dijo que va a matar a Cerebrate, quiero vivir para ver eso. ¿Pero cuando me deja en algún lugar? No duraré ni diez minutos cuando no esté a la vista. Layali prometió. "No me queda familia, no me quedan amigos. No tengo adónde ir. No tengo una madre a la que volver, al menos no una que pueda cuidarme, e incluso si dice la verdad sobre los 'lugares seguros' por donde estamos de paso, ¿qué hay para mí sino más trabajo agrícola?

"Entonces, ¿por qué me dices esto?" Zesshi preguntó mientras el pequeño elfo de ojos azules miraba con odio las brasas moribundas que se apagaban una a una, su rojo brillante reducido a restos negros muertos o cenizas grises y frías.

"Porque no te importa si vivo o muero. Porque quiero que alguien recuerde por un tiempo al menos, incluso si no les importa. Porque no puedo decírselo. Apuntó con su bastón al espadachín dormido. "Es un poco rudo, no habla mucho, y cuando lo hace suena como si no le importara nada, pero..." Ella le dio una pequeña media sonrisa al hombre de cabello azul que roncaba, "No quiero perderme". nadie, y no quiero más pesadillas. No hay futuro para mí despierto, y solo pesadillas cuando duermo... incluso cuando Cerebrate esté muerto, incluso cuando el maestro que me vendió esté muerto... todavía me tendrán. ¿Cómo se supone que voy a estar libre de todo eso, especialmente por mí mismo de nuevo?

Zesshi escuchó la diatriba de la niña pequeña, "¿Es realmente... tan malo, para otros como tú, quiero decir?"

"Nunca he estado en una ciudad, pero escucho historias de los que terminan en las granjas. Los duendes hacen el trabajo servil, y las ciudades tienen las grandes granjas, los latifundios, grandes haciendas con miles de esclavos trabajando en campos a lo largo de kilómetros a la redonda. O eso dicen. ¿Si esas fincas funcionan como mi casa? Verás mucho más como tú y yo". Layali dijo y tocó sus orejas medio elfas.