capítulo 17

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— ¿Puedes explicarnos qué demonios estabas haciendo, Hendery? ¿Qué hacías golpeando a alguien en mi casa?—mi padre estaba furioso, mi madre estaba limpiando la herida del único golpe que ese imbécil me pudo dar. Era tan patético, ni siquiera intentó defenderse.

— Ese idiota le faltó el respeto a Cecilia, hice lo que siempre me enseñaste, ¿no? Desde niño me dijiste que era mi deber como hombre cuidar a mis hermanas.—miré a mi hermana, se veía sorprendida por lo que había dicho.

— No me importa, eso no te da derecho de hacer una escena en mi casa, ¿qué dirán los vecinos? ¿No te es suficiente con lo que ya dicen?—aparté la mirada pero me tomó del mentón con fuerza para hacer que lo viera.— Mírame mientras te hablo... ¿No te de vergüenza que la gente diga que eres un alcohólico y que te juntas con mujeres del bajo mundo? Nos estás avergonzando, Hendery.

— Si tanto los avergüenzo entonces me iré, estoy harto de escucharlos.—me puse de pie yendo a mi habitación. Tomé una mochila y la llené con ropa ignorando los gritos de mi padre.

Cuando tomé todo lo que necesitaría me fui lo más rápido para no tener que escucharlos un sólo minuto más.  Salí de casa sin un rumbo, no tenía a donde ir, las mujeres con las que me juntaba no contaban como mis amigas y dudaba que me aceptaran en sus casas.

Mientras caminaba vi la casa de la señora Wei, me detuve mirándola por unos segundos y me decidí a acercarme, siempre fui bienvenido en esa casa.

Toqué un par de veces y esperé unos segundos hasta que escuché que alguien se acercaba, la puerta se abrió y fue como si estuviera en un sueño. Frente a mí estaba Jiaxing, se veía más hermosa de lo que la recordaba.

Mi mirada fue hacia abajo y noté que tenía un vientre abultado que resaltaba más por la ropa que traía puesta. ¿En verdad estaba en un sueño? Porque siempre soñaba con una situación así, Jiaxing recibiéndome con una linda pancita donde estaba nuestro bebé.

— ¿Hendery...?—su expresión era de asombro, en mis sueños no era así. Estiré mi mano para tocar su rostro, se sentía muy real. Abrí los ojos en grande cuando caí en cuenta de que no estaba soñando, la tenía frente mío. Y de verdad estaba embarazada.

Me sentí enojado, ese bebé no era mío, sino del imbécil aquel. Por eso la estaba buscando, porque estaba esperando a su bebé. 

— ¿Qué haces aquí? Tu esposo te está buscando, ve con él.—me di la vuelta dispuesto a irme pero sentí su mano tomar la mía.

— Yo... Huí, ya no soportaba estar ahí.—volteé a verla incrédulo a lo que dijo.— ¿Te gustaría pasar? Necesito hablar contigo.

— ¿Sobre?—suspiró soltando mi mano para acariciar su vientre.

— Sobre esto.

Me quedé mirándola por unos segundos y asentí entrando con ella a la casa. Sentía algo en mi interior que me decía que debía escucharla, tomé asiento en el sillón y volví a mirarla, estando en otra posición podía ver de mejor manera su vientre, ¿cuántos meses tenía?

— ¿Quieres algo de tomar?—dijo mientras señalaba la cocina, negué murmurando un gracias, asintió sentándose en el sillón contiguo al que yo me encontraba.

— Mmm... ¿Qué haces en la casa de la señora Wei?—pregunté cuando el silencio entre nosotros se hizo insoportable.

— Es mi madre.—dijo con una sonrisa, no me sorprendió tanto, la primera vez que la vi su rostro me recordó a alguien y por fin sabía a quien, no era idéntica a su madre pero sí se parecía mucho a ella.— Bueno... No sé como comenzar, nunca me mentalicé que algún día tendría que decirte...

— Tómate tu tiempo.—me miró asintiendo y suspiró ligeramente.

— Creo que empezaré con el último día que nos vimos, quiero aclarar las cosas por si viste las noticias cuando me casé.—sentí un nudo en la garganta al escucharla.— Andrew me amenazó con que te pudrirías en la cárcel si no me casaba con él, sabía que era capaz de hacerlo realidad así que renuncié a ti para que pudieras ser un hombre libre, para que pudieras vivir tu vida felizmente aunque eso significara entregar la mía a Andrew casándome con él.—la escuché con atención sintiéndome como un imbécil por desconfiar de ella, por maldecir haberla conocido. Estaba cegado con los celos que no me puse a pensar en una situación así. Y mis hermanas me habían planteado la idea de que eso fue lo que sucedió, porque para ellas Jiaxing no se veía feliz en su boda. Pero no les quise creer.

— Yo...

— Déjame terminar.—asentí guardando silencio, de todos modos no sabía que decir.— Unas semanas después de la boda comencé a sentirme mal, vomitaba todos las mañanas, por lo que fui al doctor y me enteré de la mejor noticia que me han dado; estaba embarazada.—sonrió bajando la mirada mientras pasaba su mano por su vientre. — Estaba muy emocionada pero a la vez estaba asustada, por los embarazos fallidos de mi pasado y porque... Si hacía las cuentas, el bebé que esperaba no era del hombre con el que estaba casada.

Terminó de hablar levantando la mirada hacia mí, tardé unos segundos en darme cuenta de lo que eso significaba, mi pulso se aceleró y las manos me comenzaron a sudar. La noticia me había golpeado tan duro que hasta sentí que se me había quitado lo borracho.

— El bebé... ¿El bebé es mío?—la voz me tembló y miré su vientre, tenía tantas ganas de tocarlo que me picaban las manos. Jiaxing se levantó para sentarse a mi lado y tomó mi mano colocándola en su vientre, como si me hubiera leído la mente.

— Sí, es tu hijo, Hendery.—me  había quedado estático sin saber que hacer, como acariciarlo hasta que sentí unos pequeños golpes. Abrí los ojos en grande y miré a Jiaxing, tenía una ligera sonrisa y una mirada de ternura.— Al parecer Jiachen reconoció a su padre.

— ¿Jiachen?

— Jia por mi nombre y Chen por el de mi madre, así decidí llamarlo, Jiachen.—sonreí comenzando a darle caricias.

— Es lindo...—murmuré mirándola, mi mirada fue directo a sus labios y en ese sólo instante sentí todas las ganas que había tenido esos meses de besarla.

— Si me vas a besar hazlo ya porque me están matando las ansias por sentir tus labios otra vez.—dijo con las mejillas sonrosadas y solté una risa acercándome para unir nuestros labios.

Pasó sus manos por mi cuello, acercándome más a ella mientras nos besábamos. Pronto el beso se volvió más desesperado, demostrando lo mucho que nos habíamos extrañado esos meses. Jiaxing se separó de mis labios para comenzar a besar mi cuello y solté un pequeño suspiro.

— Espera... Estás embarazada...

— Pero tenerte frente a mí, me hace sentir cosas que no he sentido hace mucho...—dijo en mi oído y mordió el lóbulo de mi oreja. No voy a mentir, saber que no tuvo relaciones con Andrew en esos meses me llenó de suficiencia y engrandeció mi orgullo.— Por favor, Hendery...

— No, no quiero lastimarlos.—mordí mi labio cuando su mano comenzó a subir lentamente por mi muslo. Volví a besarla, acariciando su cuerpo cuidadosamente, estaba cayendo poco a poco en sus provocaciones.

Nos separamos de golpe cuando la puerta de la casa se abrió y la pequeña Yiyang entró corriendo a saludarme.

— ¡Hendidi!—sonreí por el apodo que me decía al no poder pronunciar mi nombre.

— ¿Hendery? ¿Qué haces aquí?—la señora Wei me miró con el ceño fruncido y luego miró a su hija, su expresión cambió totalmente y comenzó a reír.— ¿Pues qué estaban haciendo que Jiaxing está toda roja?

Forget Your Boyfriend | henderyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora