Prólogo

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La historia que te voy a contar ahora es la catástrofe más grande jamás ocurrida en la historia de la humanidad. Algo tan desmesurado que sacudió el planeta entero y retrocedió el avance humano cientos de años atrás, llevándolo por poco, hasta su extinción. Todo empezó hace más de 30 años cuando un misterioso virus se abatió sobre el mundo, causando una catástrofe que ni siquiera las sangrientas guerras mundiales podrían compararse.

Un super-virus desconocido empezó a infectar las personas, causando la perdida total de la memoria, deformacionesóseas, junto a un comportamiento violento y sádico. En poco tiempo surgieron noticias de actos atroces por todo el mundo pero las autoridades intentaron enmascararlos, justificando el comportamiento violento como casos aislados de demencia o trastornos mentales.

A principios de los años noventa, se le prohibió a toda la prensa publicar cualquier noticia relacionada con los continuos casos de genocidios. Cualquier intento de comunicación pública era silenciada y castigada por el gobierno como acto de terrorismo por intento de perturbar la sociedad.

Aun así, los casos preocupantes seguían surgiendo y la presión sobre el gobierno se intensificó, pero estos seguían negándose a ofrecer un comunicado oficial.

El caos empezaba a formarse y muchos ministros y altos cargos a nivel mundial dimitían o desaparecían sin explicaciones coherentes. Todo el mundo comenzaba a notar inestabilidad y se entró en la peor recesión jamás vista, estallando conflictos contra las autoridades y el orden público .

Todo el farol no pudo aguantar más y en 1996 la burbuja reventó. Los líderes mundiales se juntaron en una gran asamblea, dejando de lado cualquier conflicto entre naciones y confirmaron la existencia de un super-virus.

Las naciones se atrincheraron y los vuelos o cualquier tipo de comercio se bloqueó ante el miedo de los infectados. El comercio mundial se paró.

Las culpas eran tiradas de un lado a otro, a pesar de no saber dónde se originó el virus. Algunos decían que todo empezó como un experimento científico fallido de los chinos para curar las enfermedades degenerativas, como el cáncer o la esclerosis lateral amiotrófica.

Otros afirmaban que el virus provenía de las aves y peces infectados por un super-microbio que se liberó tras el derretimiento polar. A la vez, se volvía a creer que fue dios quien quiso castigar a la humanidad por su interminable historia de guerras y atrocidades.

Ninguna teoría contenía las pruebas suficientes para darse por válida, aunque las personas dejaron de cuestionarse el origen pocos años después. Nadie se permitía el lujo de analizar y filosofar sobre el posible origen de la Apocalipsis, ya que todos estaban más preocupados en sobrevivir ante las oleadas de infectados.

Los grupos y partidos radicales ganaron con facilidad popularidad y control, implementando, pocos años después, la ley marcial. No obstante, esta no les sirvió de mucho ya que la mayoría de los humanos fueron traicionados, infectados o asesinados.

Al cabo de unos años, cualquier potencia mundial perdería la batalla. El super-virus recibió el nombre de "la peste naranja" haciendo referencia a la peste negra que sufrió Europa durante el siglo XIV y al color que tomaban los ojos de los infectados.

En un mundo sin electricidad, combustible, comunicación o seguridad, las personas caían como las moscas y, a pesar de no tener números oficiales, se estimaba que alrededor del 99% de la población había fallecido.

Cinco años después del brote de la peste naranja, en 2001, seis personas juntarían sus fuerzas y recursos para construir un refugio lo suficientemente fuerte para aguantar las oleadas de infectados. Aquel refugio lo llamaron el área 6, albergando al principio, menos de mil personas, pero treinta años después llegaría a más de diez mil.

El Sonido del SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora