Capítulo 9 - A fuego

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🎧 Cuando te besé - Becky G, Paulo Londra

Abril

La piscina está desierta cuando llego; el agua cristalina en calma. Suspiro mientras me siento en el bordillo y meto mis pies desnudos en la superficie. Los últimos días han sido complicados: tras la aplastante victoria inicial de la selección, los ánimos han decaído en picado después de afrontar dos empates seguidos.

Nos lo jugamos todo a un último partido: España-Marruecos. La preparación para este asalto ha sido frenética: horas extra de entrenamiento y lo que el míster llama "burbuja de concentración". Como bien indica su nombre, los jugadores llevan unos días prácticamente aislados; solo hemos compartido las sesiones de preparación psicológica que estaban a mi cargo, más necesarias que nunca, y algunas comidas.

Me hago un moño despeinado mientras me quito con cuidado los pantalones cortos. Estos últimos días me he refugiado en la soledad de la piscina cubierta que tenemos a nuestra disposición. Sira me ha acompañado varias veces; el aburrimiento y la sensación de derrota comiéndonos por dentro mientras nos sentábamos ahí, la una junta a la otra, compartiendo el silencio.

Siento una presencia a mis espaldas y sé de quién se trata sin necesidad de girar mi cuerpo. El roce de sus manos frías en mi rostro me lo confirma; tapa mis ojos mientras el calor de su aliento recorre mi cuello.

- ¿Quién soy? - la voz de Pedri suena cansada mientras sus labios se acercan a mi oreja, haciéndome cosquillas. – Joder, cómo te he echado de menos.

- Creo que acabas de sabotear tu propio juego, Pedri. – una sonrisa alumbra mi cara mientras él suelta su agarre y por fin, me permite mirarlo.

Mi sonrisa se congela, bloqueada al observar las ojeras incrustadas en su piel, el cansancio que revelan sus ojos y su pose cabizbaja.  

- ¿Estás bien? – no paro de recorrer sus facciones con mi mirada, preocupada, mientras él se sienta a mi lado; su hombro rozando el mío.

- Ahora lo estoy. – saca mis piernas del agua y las pone en su regazo, sin importarle que sus pantalones de deporte se mojen en el proceso. – No te imaginas la falta que me hacías, Abril. Tengo tu puto olor metido dentro, debajo de la piel.

Bum, bum. Sus palabras activan y precipitan las pulsaciones de mi corazón como si de un volcán en erupción se tratase; una avalancha incandescente de sensaciones provocada por meras palabras. El alcance de su efecto me asusta una vez más.

- Te he esperado cada noche. – admito en voz baja, incapaz de mirarlo mientras pronuncio mis pensamientos, dejándolos en libertad. – Pensaba que llamarían a la puerta y serías tú. Después pensaba en hacerlo yo, pero el pequeño detalle de que compartes habitación aparecía por mi cabeza, rompiendo mis planes.

-  No creas que no lo pensé. – Pedri aprieta la mandíbula mientras sacude la cabeza, en un gesto que denota cuán frustrado está. – Cada hora de cada maldita noche. Pero no podía poner en riesgo tu trabajo Abril, esto va más allá de tú y yo. De nosotros.

-  Eh, no te estoy recriminando nada. – me acerco a él y apoyo mi cabeza en su hombro. – Lo siento si ha sonado así, lo que menos quiero es agobiarte con tonterías. ¿Cómo van los entrenamientos?

- Muy intensos. – Pedri suelta el recogido de mi pelo y lo acaricia con suavidad, sus dedos enredándose en los mechones despeinados. – Una locura, la verdad. El míster ha intentado mantener el positivismo y los ánimos arriba, pero la realidad es que estamos todos hechos una mierda. Sentimos que el sueño se nos va a escapar de las manos en el partido de mañana.

- Aún no hay nada decidido. – intento impregnar mi voz con toda la alegría que puedo almacenar. – No te adelantes, niño.

¿Hay algo peor que ver a una persona que te importa, a la que estás acostumbrada a ver irradiando luz a su paso, apagarse momentáneamente? El nudo que aprisiona mi garganta y mi estómago pesa en mi conciencia, aplastándome, mientras rebusco en mi cerebro una forma de animarlo, de que se olvide de toda esta tensión por unos minutos.

Derribando tus barreras || Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora