Capítulo IX. Señales del Tiempo

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De vuelta en la recamara principal, aún caía una lluvia torrencial fuera del templo, Itachi aún no podía cerrar los ojos, ya que mil pensamientos lo atormentaban. ¿Por cuánto tiempo más podría ocultar la verdad?

Sin poder conciliar el sueño, Itachi se levantó para mirar fuera del templo, aún hipnotizado por cómo se veían los rayos desde la cima del templo, después de media hora de tal espectáculo la lluvia por fin había amainado.

Cuando por fin se detuvo, las nubes se abrieron para dar paso a la luz de la luna, un rayo se filtró por una de las entradas, este apuntaba al pasillo que se dirigía a la cámara con el mural de Akari e Indra.

Itachi, curioso por saber porque la luz se filtraba de aquella manera se encaminó nuevamente al mural, el templo había sido construido para que el oro que había en las paredes llegará hasta la pintura, justamente para reflejarse en los ojos de Akari.

Itachi se quedó mirando el brillo que desprendía los ojos de la sacerdotisa y antes de darse cuenta, fue transportado dentro de ellos, cuando despertó el pelinegro se dio cuenta que estaba en el bosque que se encuentra cerca de las puertas de la aldea.

Confundido por encontrarse ahí, comenzó a caminar buscando alguna pista de porqué había regresado a casa, cuando vio algo rojo pasando unos árboles, se acercó y se quedó atónito ante la escena frente a él.
Cuatro niños de aproximadamente seis a ocho años con cabellos y ojos negros practicaban ninjutsu y justo detrás de ellos se encontraba sentado un hombre de unos veinticinco años con ropas blancas, ojos rojos y cabello negro, miraba muy atentamente el entrenamiento de sus hijos.

—Sasuke…—dijo él con lágrimas en los ojos, pero al enfocarlos de mejor manera se dio cuenta que no era su hermano. —Indra.

Al parecer estaba viendo el pasado, ya que justo detrás del fundador del clan se encontraba una antigua choza de madera, de ella se vio salir a una mujer de largos cabellos rosados, ojos verdes y con una marca en la frente. Akari.

Sin embargo, algo que llamó la atención fue que la mujer se encontraba embarazada, tal vez no tardaba en dar a luz, al verlos en persona, Itachi pudo corroborar que ambos personajes eran la viva imagen de su hermano y de Sakura Haruno.

—Akari— dijo Indra mientras se levantaba de su lugar y se acercaba a su mujer —, deberías estar reposando. —Itachi jadeó de sorpresa, la voz de Indra era muy parecida a la de su hermano.

—Estoy bien, querido.

El fundador del clan hace una cara de molestia y desacuerdo, un gesto que era muy común en Sasuke. —La partera dijo que debías descansar.

—Lo sé, pero odio estar acostada todo el tiempo, quiero caminar.
Indra suspiró con pesadez —Esta bien, pero sujeta mi brazo.

Sin más, la pareja comenzó a caminar alrededor de la fogata, mientras veían a sus hijos seguir con su práctica, cuando volvieron a la entrada de la choza, Akari se dobló sosteniendo su barriga mientras soltaba un quejido de dolor. Indra sostuvo a su mujer para que no perdiera el equilibrio.

—Ya… viene.

Indra abrió los ojos con sorpresa, sus hijos se acercaron para ver a su madre. —Chisuke— Indra miró al más grande —, ve por la partera dile que tu madre está por dar a luz.

El niño corrió entre el sendero del bosque para ir por el encargo de su padre, por su parte Indra llevó a Akari dentro de la choza.

—¡Mamá! ¿estás bien? ¿Te duele? — los demás niños comenzaron a llenarlos de preguntas mientras su padre seguía ayudando a su amada para entrar en la casa.

—Niños, por favor quédense afuera para esperar a su hermano mayor.

Los tres pequeños asintieron a la orden dada por su padre, Itachi entró junto a Indra y Akari a la choza, una vez que la recostó, el joven le tomó su mano y con su mano libre comenzó a acariciar el rostro de su amada esposa.

Pasaron unos veinte minutos y según vio Itachi, las contracciones iban siendo más y más frecuentes.

—¿Dón..de es..tá la parte..ra? —pregunto Akari como pudo por el dolor que estaba sintiendo.

—No lo sé, pero Chisuke ya debería haber vuelto con ella.

—¡Padre! —se escuchó que los niños gritaron con temor desde afuera. Indra miró hacia dónde venía el grito con semblante de alarma y después giró a ver a su esposa con preocupación.

—Ve…—dijo ella. Indra asintió y salió de ahí, curioso por lo que pasaba afuera Itachi también salió.

La escena frente a él lo había dejado atónito, la partera y el pequeño Chisuke estaban capturados por dos hombres, había cuchillos en sus cuellos, los otros tres niños miraban con temor aquello, mientras que Indra había tomado una posé de ataque y su sharingan estaba encendido.

—Vaya, vaya, así que aquí es dónde se ocultan tú y la zorra que tienes como esposa— dijo el hombre que tenía capturado a la partera.

—Sabes Indra, ya que mataste a mi hijo, creo que lo más justo es yo llevarme al tuyo ¿qué opinas de eso? — cuestionó el hombre que tenía a Chisuke.

—Tsk— respondió Indra.

Por inercia Itachi giro a ver a Akari, sin embargo, se quedó helado al ver que un hombre había entrado por la ventana y se acercó rápida y sigilosamente por detrás de ella. Itachi al recordar la leyenda intentó tirarse contra el intruso, sin embargo, al irse contra él lo traspaso tal como si fuera un fantasma.

Cuando aterrizó contra el piso, Itachi giró a ver a Akari y lo vio todo, el hombre encapuchado apuñaló la barriga de la mujer.

—¡Ah! ¡Indra! —gritó Akari. Justo cuando ella lo llamó el hombre le degolló el cuello a la mujer cuando este escapaba por la ventana, Indra entró por la puerta y la escena lo horrorizó, vio como su amada se desangraba en el piso de su hogar.

Indra llegó al lado de su esposa y gritó de dolor mientras sujetaba el cuerpo sin vida de su amada, sintió como lágrimas de sangre corrían por sus mejillas, así como su sharingan evolucionaba. Todo había sido una trampa, habían capturado a su hijo para separarle de su esposa y asesinarla.

—Te juró que la persona que te hizo esto, pagará con creces. — dijo mientras apretaba los dientes con coraje.

Indra tomó en brazos a su esposa y la sacó de ahí, sus hijos se quedaron mudos al ver a su padre cargar a su madre inerte y llena de sangre, la lluvia comenzó a caer desde el cielo, el pelinegro levantó el rostro.

—¡Ayúdame! ¡Padre! ¡Abuelo! — gritó a los cielos.

Gracias a que el anciano de la luna vio todo, se compadeció de su querido bisnieto, porque sí, él era su bisnieto por parte de su hija Kaguya, así que despejo las nubes, apunto la luz de la luna hacia el cuerpo de Akari y comenzó a sacar sus almas de ella.

El anciano tomó una esmeralda proveniente del pueblo del cacao y sello a Akari en ella, Indra al ver todo esto, miró hacia la luna buscando respuestas.

—Ve al templo que edificaron a tu nombre y al de tu esposa y encontrarás las respuestas. — hablo desde el cielo el anciano.

Itachi anodado con todo eso, el recuerdo cambio, mostrando a Indra en el templo con gente del pueblo del Cacao.

—Mi señor, el problema con el jutsu que quiere crear es que no tiene el suficiente control de chakra para llevarlo a cabo.

Indra golpea las paredes de piedra —¡Eso no importa! ¡Tengo que salvarla!

—Pero su abuelo dijo que…

—¡Ya lo sé! ¡Pero la única que está sellada es Akari! ¿¡Qué pasa con mi hija?! ¿¡Que hay de ella!? ¡Tengo que salvarla! Si regreso el tiempo puedo salvarlas a ambas.

—Señor, nosotros podemos ayudarlo con el chakra que tenemos, sin embargo, no podemos asegurar que pueda llevarlo a cabo, ya que el jutsu que quiere llevar a cabo necesita un gran control de chakra como el de la señora. Tal vez sería bueno que la liberé y ella lo apoye a volver a salvar a su hija— dice el sacerdote del templo.

Aún con los puños contra la pared de piedra, Indra comienza a respirar pesadamente para tratar de calmarse, una vez que lo logra gira a ver al sacerdote.

—Bien, iré por mi esposa, pero debemos averiguar quién fue el que la asesinó.

—No se preocupe mi señor— el anciano le pasa una hoja —, la maldición ya fue escrita, sólo debe averiguar a cuál de sus enemigos le quitaran a su primogénito y así acabar con ellos.

El recuerdo cambió otra vez, ahora Itachi fue teletransportado nuevamente al bosque cerca de la aldea, podía ver a Indra bañado en sangre, había acabado con los hombres que habían amenazado la vida de Chisuke y la partera. Así mismo, había un tercer hombre quien sostenía el cadáver de un niño, al parecer se había ahogado en el río que estaba cerca, ya que su piel se encontraba totalmente azul.

—¿Tú fuiste el que causo esto? ¡Tú y tu maldito pueblo que te idolatra! — gritó el hombre para mirar con furia a Indra, cuando este levanto su rostro, Itachi le encontró un gran parecido con Danzo, así mismo, el hombre tenía la misma cicatriz que tenía el anciano traidor a la aldea, y al fijarse más detalladamente el niño también tenía la misma marca en la barbilla.

—El Clan Shimura—dijo Itachi con entendimiento—, fue el causante de todo, por eso Sakura dijo eso cuando lo mató.

—Hn— respondió con ironía Indra —, sí fueron ellos y esto no se detendrá hasta que toda tu maldita estirpe haya desaparecido de la faz de la tierra— dijo mientras lo miraba con odio.

Indra dio medio vuelta y dejo al hombre con el cadáver de su hijo, Itachi lo siguió por algunas horas para ver a dónde se dirigía, cuando por fin estaban cerca de la frontera del país del fuego y el país de la hierba, Indra atravesó un tronco de un árbol como si nada.

Itachi al irlo siguiendo se sorprendió de que el tronco no se hubiera roto, él intento lo mismo y cuando atraviesa el árbol se da cuenta que en realidad lo que atravesó fue un campo de fuerza, el cual protegía unas escaleras que daban al subsuelo, al parecer era una guarida que fue creada por su ancestro. —Es muy parecido a uno de los laboratorios de Orochimaru— dijo para sí mismo Itachi.

Siguiendo a Indra por los laberintos que formaban los pasillos, Indra llegó a una habitación, tocó la puerta y la abrió, dejando ver a sus cuatro hijos al parecer estaban entrenando.

—Ya estoy aquí—dijo Indra.

—¡Padre! — los cuatro niños corrieron a saludarle, dejando su entramiento por un momento.

—¿Pudiste encontrar al asesino de madre? —preguntó él más pequeño.

—Así es Keisuke, él ya pagó por lo que hizo.

—¿Qué hay de madre? — cuestiona ahora Chisuke.

—Iré con ella ahora, espérennos aquí.

Los cuatro niños asintieron a la orden de su padre, quien a su vez acaricio las cabezas de sus hijos como despedida y salió de ahí, camino por otro largo pasillo hasta que llego a una puerta totalmente hecha de piedra. Indra puso la mano sobre esta y encendió su sharingan, a los segundos la puerta comenzó a moverse para dejarlo entrar.

Una vez dentro de la habitación, Indra tomó la antorcha que se encontraba en la pared pegada a la puerta, comenzó a bajar las escaleras que había ahí, con Itachi detrás de él pisándole los talones, una vez que llegaron a su destino, Indra se acercó a un ataúd hecho totalmente de piedra, hizo unos sellos y este se abrió dejando ver un cuerpo que estaba cubierto por una sábana blanca.

Indra la removió dejando ver a su esposa, a pesar de que ya había pasado tiempo desde el asesinato, el cuerpo seguía en perfecto estado, con ayuda del poco ninjutsu médico que Akari le había enseñado él había curado los cortes que había sufrido su amada.

—La muerte no ha podido robar tu belleza, mi amor—dijo él mientras acariciaba su rostro, Indra se enderezó y sacó de uno de sus bolsillos una esmeralda que desprendía una luz, el chico puso la joya entre las manos de su amada y él puso su mano derecha sobre las de su esposa— Tú sabes lo que quiero, no es un secreto que trato de ocultar, tú sabes que me quieres, así que no digas que nuestras manos están atadas. Puedes decir que esto no está en las cartas, y el destino te está alejando millas y fuera de mi alcance, pero estás escuchando mi corazón. Entonces ¿quién puede detenerme si decido que está en mi destino? — mientras Indra hablaba la esmeralda que había entre las manos de Akari comenzó a brillar con más intensidad—¿Y si reescribimos las estrellas? Di que fuiste hecha para ser mía, nada podría separarnos, serás la que estaba destinada a encontrar, depende de ti, depende de mí, nadie podría decir lo que llegamos a ser, entonces ¿por qué no reescribimos las estrellas? Y tal vez el mundo podría ser nuestro esta noche.

Una vez que Indra terminó de hablar la piedra se rompió y las luces que había dentro de esta, fueron absorbidos por el cuerpo de Akari. El color estaba regresando a su piel, sus labios se pintaron rosas al igual que sus mejillas, su cabello volvió a brillar haciéndolo ver como si estas fueran unas llamas rosadas, en cuanto abrió los ojos sus ojos brillaron con una intensidad verde que te dejaba paralizado.

En cuanto Itachi vio el brillo de los ojos de Akari fue regresado a la cámara que contenía el mural que estaba pintado. Cuando por fin fue expulsado, el Uchiha empezó a respirar con irregularidad, llevo su mano a su pecho para tratar de calmarse.

—¿Qué… qué fue lo hice? — dice Itachi tratando de guardar la compostura, pero lágrimas empezaron a salir de sus ojos — Interferí con su final feliz, interferí con el destino de Sasuke y Sakura— comenta como puede entre sollozos.

—¿Qué quieres decir con que interferiste?

Itachi mira sorprendido hacia la entrada y puede ver a Sakura con cara de asombro.

—Yo…

—¿Qué hiciste? —pregunta ella con recelo, al no obtener respuesta Sakura gira a ver los ojos de Indra y al enfocarse totalmente en ellos el genjutsu queda anulado, una vez al darse cuenta de que nunca hubo una carta, ni un rastro de Sasuke, vuelve a mirar al Uchiha con odio quien aún yace en el suelo —¿¡Qué mierda hiciste Itachi!? —volvió a preguntar con ira.

Naruto al escuchar un grito se despertó, al no ver a nadie a su alrededor, fue a buscar a sus compañeros a la habitación del mural, una vez que llega se encuentra con una Sakura furiosa y un Itachi deshecho.

—Yo… lo… maté. —dice con lágrimas, sin embargo, este no puede darle la noticia cara a cara, así que se lo dice mirando el suelo.

Nadie mueve un musculo por un minuto, tanto Naruto como Sakura tratan de procesar esas tres palabras. El primero en reaccionar es el rubio quién mira a su amiga con lágrimas en los ojos, Sakura comienza a temblar, su amigo no sabe decir si es de dolor o coraje, sin embargo, todo pasa de manera rápida, el cabello de Sakura nuevamente parece llamas rosas, sus ojos verdes comienzan a brillar con odio y las marcas negras del Byakugo se extienden por sus brazos.

Antes de poder dar un paso, Sakura se abalanza contra Itachi para darle una patada que lo manda a la pared del mural, haciendo que esta sufra una grieta en donde se estrelló el Uchiha, cuando Itachi comienza a caer de la pared, la chica vuelve a correr hacia él y lo toma del cuello para volver a estrellarlo con fuerza en el muro.

—¡Te odio! —grita con dolor y rabia la chica. De nuevo Sakura toma a Itachi de la camisa y ahora lo estrella contra el piso haciendo levantar las piedras de este. Naruto sigue sin poder reaccionar a lo que está pasando sobre todo porque Itachi no estaba poniendo resistencia contra su amiga.

Una vez inmóvil en el piso Sakura se pone a horcajadas sobre él y comienza a golpearlo con todo su poder —¡Te mataré! ¡Te mataré! ¡Te mataré! — Naruto sale de su estupor al escuchar esas palabras salir de la boca de su amiga.

Se limpia las lágrimas y corre para tratar de detener a su amiga, él también quería matar a Itachi, pero antes de eso, quería respuestas.

—¡Sakura-chan, detente! —dice Naruto mientras intenta a tomar a su amiga de los brazos para detenerla, pero ella empuja con fuerza al rubio haciendo que se estrelle contra la pared también causando una grieta en esta.

—No hay peor furia e ira que una mujer engañada, Naruto—dice Kurama desde su interior —No podrás detenerla, bueno por lo menos no fácilmente.

—Gracias por la advertencia, ¿no tienes algún consejo mejor?

—Puedes detenerla usando mi chakra, usa el manto y atrápala, puede que eso ayude.

—Bien, lo intentaré.

Naruto se levanta del suelo y el chakra de Kurama comienza a crear la capa del zorro, con una de las colas, logra capturar a Sakura, quien comienza a retorcerse para poder ser liberada, ambos comienzan a forcejear.

—¡Sakura-chan, escúchame!

—¡Cállate! ¡Lo voy a matar!

—¡Mírame a los ojos! —él vuelve a afianzar el agarre y sacude a la chica— ¡Mírame!

Con toda la ira que sentía, engancha sus ojos a los de su amigo, una vez hecho el contacto lágrimas comienzan a caer de los azules logrando que Sakura se calme por completo —Te entiendo, yo también quiero matar a Itachi, pero primero debemos saber por qué lo hizo y sobre todo por qué nos engañó.

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Una vez curado Itachi, muy a regañadientes de Sakura, el Uchiha mayor se sienta frente a ellos con la mirada baja.

—Yo…—comienza a decir, pero es interrumpido.

—Sí nos vas a decir lo que pasó, por lo menos ten la dignidad de mirarnos a la cara— dice ácidamente Naruto.

Itachi asiente y levanta la cara para mirar al par de amigos de su hermano menor.

—Yo, no sé muy bien por dónde empezar—Sakura bufa con molestia—, pero trataré de explicarme lo mejor que pueda.

—Bien—dice Naruto—, habla.

—De acuerdo, tal vez ustedes recuerdan que hace algunos años formé parte de la facción de Anbu Raíz.

—¿Y? — dice Sakura con desdén.

—Pues, en ese tiempo, me di cuenta de que Danzo estaba planeando tomar el control de la aldea, me decía que todo lo que pasó con el ataque del zorro a la aldea, había sido por obra de mi padre, que tenía que ayudarlo a recolectar pruebas contra el clan Uchiha. Sin embargo, nunca pude encontrar algo que fundamentara tal acusación, justo en ese tiempo, Shisui, comenzó a sospechar que de seguro que alguien buscaba inculpar al clan. Así que, él pudo obtener las pruebas suficientes para acusar a Danzo.

—¿Cómo pudo Danzo hacer eso? —pregunta de manera incrédula Sakura.

—Tú lo viste, su brazo, lleno de sharingan que les había robado a miembros del Clan que habían caído en misiones fuera de la aldea, él pudo controlar a Kurama gracias a esos sharingan.

—Creo que tiene sentido, Naruto, ya que cuando a mí me sacaron de tu madre sólo vi eso, nunca vi a alguien en específico— dice Kurama.

—Bien, al parecer Kurama te da la razón en eso, pero eso ¿qué tiene que ver con Sasuke?

—A eso voy, una vez que Shisui obtuvo todas las pruebas contra Danzo, este lo metió en un genjutsu con todos los sharingan para que atacara a sus compañeros de misión y fuera encarcelado.

—Lo recuerdo, mi padre y el Cuarto hablaron de que alguien del Clan Uchiha había muerto por envenenamiento.

—Sí, después de eso, Danzo me hizo creer que fue todo orquestado por mi padre, él, también me metió en un genjutsu gracias a que siempre que me daban algo de comer en Raíz, venía con veneno hecho por los del Clan Aburame.

—¿Desde entonces estaban coludidos? —pregunta con asombro Naruto.

Itachi asiente —Danzo me convenció que debía acabar con todo mi clan por el bienestar de la aldea, sin embargo, cuando me lo encomendó hacer cuando ustedes tenían seis años, no pude llevarlo a cabo, gracias a que no había ejercido totalmente control en mí. Fue cuando la aldea tuvo seis años de paz. Sin embargo, durante todo ese tiempo, ese maldito fue perfeccionando el veneno y también con ayuda de los Hyuga fue que olvidaba todo lo que hice por él.

—¿Todo lo que hiciste por él?

—Sí, cuando ustedes comenzaron a sospechar que había corrupción en el senado, él me mando a espiarlos, fue así como me enteré de todo lo que averiguaban ustedes, de las reuniones del Clan Uchiha y que Sasuke estaba encargado de buscar mi inocencia.

Sakura abre los ojos con sorpresa —Entonces, cuando dijeron en la carpa de tus estudios… los canales de memoria.

—Sí, lo olvidaba todo en cuanto lo reportaba, Danzo quería convencerme de que el que estaba siendo controlado era en realidad Sasuke, ya que sacó un recuerdo mío de ustedes y lo alteró para poner a Izumi en mi contra.

—¿Un recuerdo de nosotros?

—Cuando Sasuke te beso en el lago— Sakura se sonroja y mira hacia otro lado, por su parte Naruto mira con sorpresa a su amiga—, los científicos de raíz lo alteraron, pareciendo que yo era el que te había besado y el que había visto todo era Sasuke.

—Ew, como voy a dejarte hacer eso cuando eres mayor que yo.

—No era el necesario el ew, pero bueno, raíz le enseño esto a Izumi, usaron a Yamato y Sai, se hicieron pasar por Sasuke y Kakashi, y fue cuando la secuestraron, sin embargo, cuando intenté detener a Kakashi (Yamato), el veneno del Clan Aburame por fin había llegado a su tope y me capturaron y volvieron a alterar mi memoria, haciendo que ya no fuera necesario mis dosis diarias, ya con sólo usar sellos podían manejarme a su antojo. Fue por eso por lo que, convencido que Sasuke estaba siendo controlado por mi padre, fue que me deje convencer de que la única manera de que él fuera liberado de eso, fuera…

—Matándolo— termino la frase Naruto con voz amarga.

—¿Cuándo? — preguntó desafiante la pelirrosa, Itachi la miró con tristeza —¿Cuándo lo hiciste?

—Cuando… él… se te declaró— Sakura se quedó estática en su lugar, pero a los segundos comenzó a temblar nuevamente del coraje, sabiendo que de nuevo podría perder el control, Naruto tomó su mano y le dio un apretón, para luego entrelazar sus manos y mantenerla tranquila— En cuanto tú te fuiste del campo, yo lo… apuñalé. Pero gracias a eso, fue que mi sharingan evolucionó, el Mangekyo me libero del control de Danzo, sin embargo, ya era demasiado tarde, mi hermano ya no estaba en este mundo, en cuanto fui con mi padre con el cuerpo de Sasuke en brazos, esperé su castigo, quería y merecía la muerte, aún la merezco, pero mis padres no pudieron dar la orden de matar a su otro hijo, así que Obito tomó el asunto en sus manos. Para muchos fui una víctima de Danzo y con la indignación de que aún nadie podía hacer algo contra el senado, fue que el clan decidió atacar la aldea y acabar con todos los traidores.

Lágrimas de entendimiento comenzaron a caer de los ojos de Naruto, Sakura por su parte comenzó a temblar nuevamente, las manos de su amigo ya no eran suficientes así que la chica sin más grito de dolor, haciendo que una onda de sonido se expandiera por toda la habitación haciendo que las paredes se dañaran.

Naruto e Itachi miraron aquello con asombro, mientras que Sakura se sujetó ambos costados abrazándose, era para mantenerse unida, ya que sentía que se estaba haciendo pedazos con la noticia de que Sasuke ya no estaba más en ese mundo.

La dejaron llorar para sacar todo el dolor que estaba sintiendo, por su parte Naruto también dejó salir todo lo que llevaba adentro, de igual manera, Itachi también lloró a su lado, ya que el haberles dado la noticia de la muerte de su hermano lo había deshecho.

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Cuando por fin, los tres se hubieron calmado Sakura se levantó y se puso frente a Itachi, este a su parte miró a la chica desde abajo.

—Te daré la oportunidad de decidir cómo quieres morir.

Itachi asiente a lo que dice, Naruto los mira con seriedad, ya que él estaba de acuerdo en que el Uchiha debía pagar por lo que había hecho a su mejor amigo, sin embargo, sus pensamientos se ven interrumpidos cuando enfoca su atención en los ojos de Indra en el mural.

—Oigan, ¿creen que eso sea normal? —pregunta con extrañeza, a lo que sus compañeros giran para ver qué es lo que está señalando Naruto, en cuanto notan que los rubíes en los ojos de Indra están brillando una luz roja se apodera de la sala.

—No todo está perdido, así como el alma de Akari fue sellada, también pueden encontrar al joven Sasuke.

La habitación vuelve a su luz natural, haciendo que todos se preguntan que acaba de pasar.

—¿Qué diablos fue eso? —pregunta Naruto a sus compañeros.

—No lo sé, pero esa voz… me resulta familiar.

—Será que…—Itachi mira un segundo a Sakura para después sacar el pergamino que tenía el jutsu del tiempo y el libro de la leyenda—, creo que ya sé que podemos hacer.

Una Difícil Decisión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora