Lee Minho, un hombre impulsivo, obsesivo y agresivo, aunque en el fondo sea amoroso, tierno y dulce, la maldad se ha apoderado de su gran corazón, convirtiéndolo en un corazón frío, duro y negro.
Lee Minho, el esposo perfecto, hermoso, fiel amable...
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Ese sábado en la tarde, Seungmin estaba en su casa leyendo un libro, pensando en la actitud que había tenido Chan el día anterior, regresó raro y con la mirada perdida, pensativo y distraído. Tenía temor de preguntarle, no porque él le fuera a hacer algo, sino porque temía a su respuesta, en todos esos años, era la primera vez que se comportaba así. El timbre sonó sacándolo de sus pensamientos, fue a abrir a paso lento, encontrándose con Kyungsoo, Jongin y Ji-hyo, no pudo evitar fruncir el ceño, se suponía que ellos iban a quedarse Gimpo hasta el domingo, era extraño que regresaran antes de tiempo
—Hola ¿Qué paso? Pensó que se quedarían más tiempo en Gimpo.
—Pasaron cosas, Minnie...
—¿Todo está bien?
—No Seungmin, todo está mal.
—No entiendo nada, discúlpenme.
—Quizá lo entiendas dentro de muy poco, Minnie
—Me están preocupando —Seungmin los vio con ligera molestia— Díganme qué es lo que sucede, si tiene que ver conmigo, era mejor que lo hagan ahora
—No somos los indicados para decirte lo que está ocurriendo o lo que esta a punto de ocurrir, sólo te puedo decir que necesito que seas fuerte y te mantengas fuerte.
—Bien per-
—¿Puedes cuidar a Ji-hyo? —Kyungsoo lo interrumpió.
—Si, claro, es mi sobrina.
—Gracias, vendremos mañana en la tarde por ella.
—¿A dónde irán?
—Haremos un pequeño viaje, hay cosas que tenemos que averiguar, es todo.
Kyungsoo y Jongin salieron de la casa, dejando a Seungmin con una gran incertidumbre en su mente. Prefirió no pensar en eso, porque terminaría desesperado buscando respuestas y lo más probable era que esas respuestas no fuera de su agrado.
Chan aún no regresaba de su trabajo, Jisoo y Ji-hyo se pusieron a jugar por toda la casa, SungHoon había salido Ji-eun, pues los padres de su novia lo habían invitado a almorzar, así que antes que esas traviesas destrozaran su casa, se le ocurrió la gran idea de llevarlas al parque, no había nada más que hacer así que le pareció una buena idea salir con ella.
No, la curiosidad le ganaba, así que cuando llegaron, dejó que ellas jugaran, mientras él llamaba Kyungsoo, tenía que hablar con él sobre lo que había pasado horas antes, la situación fue rara y su sexto sentido le decía que algo pasaba, algo que no era nada bueno, después del tercer timbre, contestó.
—Hola Minnie ¿Qué pasa?
—Kyungsoo, sabes que no me gustan las mentiras, dime que está pasando.
