Lee Minho, un hombre impulsivo, obsesivo y agresivo, aunque en el fondo sea amoroso, tierno y dulce, la maldad se ha apoderado de su gran corazón, convirtiéndolo en un corazón frío, duro y negro.
Lee Minho, el esposo perfecto, hermoso, fiel amable...
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El tiempo pasaba demasiado rápido, el vientre de Kyungsoo crecía cada vez más, ya se encontraba en su octavo mes de gestación, el ginecólogo meses antes les dio la hermosa noticia que su bebé seria hombre, ninguna palabra expresaba la felicidad de Jongin.
Kyungsoo estaba preocupado por Seungmin, sus emociones eran un carrusel de dudas, todo el día tenía en mente a quien todavía seguía siendo su esposo, el hombre del que había estado enamorado desde su juventud, el hombre que pensaba que estaba muerto había regresado, y si, él tenía sentimientos muy fuertes hacia Minho aun cuando estuviera casado con Chan.
Él castaño recordaba con melancolía a Minho, quien en sus épocas de escuela le pedía ayuda para conquistar a Seungmin, para hacer algo por su aniversario, para ayudarlo a reconciliarse cuando se peleaban, siempre tenia una sorpresa que hacía llorar al menor.
—Kyungsoo necesito tu ayuda ¡Urgente!
—¿Qué sucede?
—La próxima semana, Minnie y yo cumplimos un año de novios y-
—Y quieres que te ayude a hacer alguna sorpresa ¿Cierto?
—Si ¿Me ayudas? —el pelinegro puso su mejor cara.
—Bien, te ayudaré, pero cómprame el almuerzo toda la semana.
—Trato.
Todo el resto de la semana, se la pasaron pegados como siameses, como pulga y perro, planeando la sorpresa para Seungmin. Su mejor amigo, estaba seguro de lo enamorado que estaba Minho de Seungmin. El gran día llegó, su misión era distraer a Seungmin todo el tiempo que pudiera hasta que recibiera una notificación.
—Vamos al parque, Minnie.
—¿Al parque? ¿Para qué? Debo regresar a casa y no encuentro a Minho.
—Acompáñame un rato en lo que termino mi almuerzo.
Seungmin sonrió y acomodo su mochila sobre sus hombros siguiendo al loco de su mejor amigo hacia el parque que quedaba cerca de su escuela, al llegar, los pequeños ojos del menor se abrieron como platos.
—¿Qué es esto? —se llevó las manos a la boca.
—Sorpresa precioso, feliz aniversario.
En una parte del parque, había un mantel extendido a lo largo del pasto, dos palitos en el extremo de cada esquina del mantel, que sostenían las letras de "I love you" y todo a su alrededor eran ramos de globos en forma de corazón, sostenidos en palos, había dos canastas, una radio, cojines y los dulces favoritos del menor. Minho lo esperaba con un ramo de rosas, provocando que él llorara y seguidamente se lanzara a sus brazos.
—¿Tu hiciste eso, bebé?
—Soy un competo desastre, pero este desastre haría todo por ti y por ver esa hermosa sonrisa.
