Capítulo 1

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Dos meses antes...

No sabía por qué me había pedido que fuese con urgencia a la editorial, pero ahora me encontraba vestida con un pantalón recto negro con una camisa blanca y unas francesitas negras, el pelo lo llevaba suelto, decisión de la que ahora, mientras corro para no llegar tarde, me arrepiento.

Llevas el outfit estándar que todos llevan cuando quieren ser formales por primera vez en su vida.

Cállate conciencia.

Cuanto más me acercaba más nerviosa me ponía, pensando en la cantidad de malas noticias que podrían darme, desde el aplazamiento de publicación como la cancelación total del libro.

ALAAA, no seas pesimista tonta.

Llegué a mi destino y antes de entrar me tomé unos segundos para recuperar el aliento, que perdí al minuto de correr, y traté de colocarme el pelo en su sitio.

Entré gran edificio gris que tenía en letras moradas el logo y nombre de la editorial. Me dirigí a la recepción y una chica pelirroja, con muchas pecas en la cara y unos ojos verdes despampanantes me sonrió.

-Buenos días- decía mientras apartaba las manos del teclado del ordenador- ¿Te puedo ayudar en algo?

-Tengo una reunión, con...- antes de terminar la frase ella se levantó y por fin pude leer el nombre en su plaquita de identificación, Carina.

Me gusta ese nombre, podríamos utilizarlo.

¿Desde cuándo eres una personalidad diferente?

-Sigueme- no dejó en ningún momento que su sonrisa desapareciera, y viendo su amabilidad la seguí gustosamente.- No llevan mucho tiempo esperando- se paró frente a una puerta que tenía el nombre de Mara escrito en blanco en el medio de esta.- No te pongas nerviosa, es mejor de lo que parece.

Y tras estas palabras me dejó sola delante de la puerta.

Estaba muy nerviosa.

Abre la puerta.

No.

Hazlo no seas cobarde.

No quiero.

Cuanto más tardes más se van a cabrear y probablemente será peor.

Suspiré y decidí tocar a la puerta.

Di tres toques, y unos segundos más tarde una voz femenina, dulce por mucho que elevarse la voz se seguía notando así, me contestó.

-Adelante.

Abrí la puerta, después de suspirar otra vez, y lo primero que vi fue a una mujer sentada detrás de un escritorio, Carina supongo, que al vermee sonrió.

-Encantada de al fin verte en persona y no detrás de una pantalla Rory- ante su entusiasmo yo también sonreí, me hacía sentir menos nerviosa.

-Igualmente- y al cerrar la puerta e ir acercándome a ella me di cuenta de algo, de que no estábamos solas.

A un lado del despacho estaba él, viéndome desde la distancia con una sonrisa.

-Este el Alan Suffer, tu editor, aunque creo que has hablado más con el que conmigo.

Mi cara debía ser un poema.

Que bueno esta y nosotras pensando que no lo sería mientras hablábamos con él con confianza.

Dos Meses Juntos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora