CAPÍTULO 3

2.4K 218 12
                                    

Estoy caminando por los pasillos cuando noto que no llevo el móvil, así que lo he debido olvidar en la enfermería. Al llegar a la enfermería veo a Xavier en una silla y a Merlina tumbada como si estuviera muerta en la camilla.

- ¿Qué le ha pasado? – pregunto en cuanto la veo

- Que te importa – dice Xavier molesto

- Si no me importara no preguntaría Thorpe, ¿has sido tú? – pregunto molesto

- ¿Crees que yo haría eso? – pregunta molesto

- Yo ya no sé de lo que eres capaz, Thorpe, yo ya no te conozco – digo enfadado

Merlina se levanta inesperadamente como Drácula y eso hace que me asuste y ella vuelva a elevar muy sutilmente la comisura de sus labios.

- Casi me matas del susto Merlina – digo regulando mi respiración

- Despacio – dice Xavier – la enfermera dice que no tienes una contusión pero que te quedará moratón

- Lo último que recuerdo es que estaba caminando fuera sintiendo una mezcla de ira, lastima y autodesprecio. Nunca me había sentido así – dice seriamente y le sonrío

- Te dije que perder contra Bianca tiene ese efecto – me mira y sigo sonriendo

- ¿Por qué discutíais? – pregunta seria y Xavier me mira molesto

- Solo le preguntaba a Thorpe que había pasado – digo tranquilamente

- Ya y también me acusabas de haber sido el culpable – dice molesto

- ¿Y lo fuiste? – pregunto serio

- Basta – dice Merlina seria

- Perdón – la miro – será mejor que me vaya, tú debes descansar no escuchar como este y yo discutimos. Nos vemos luego Merlina – me voy

Cuando estoy alterado o molesto me gusta ir al club de apicultura con los hermanos Ottinger, Eugene y Daphne son raros, pero a la vez increíbles. Al llegar les estuve ayudando con unas cosas hasta que me calmé y decidí volver a la habitación en la que me encontré a Merlina teclear en una máquina de escribir.

- ¿Qué haces? – pregunté confundido

- Escribir, todos los días dedico una hora a escribir mi novela – dice sin mirarme

- ¿Y de que va? – pregunto curioso

- Sobre una detective adolescente – dice sin mirarme

- ¿Algún día podré leerla? – se gira a mirarme – me gusta leer – me encojo de hombros y me tumbo en mi cama, noto que Dedos está ahí y lo saludo. Merlina se gira completamente a mirarme y se empieza a acercar - ¿todo bien? – pregunto confundido y ella me destapa y ve a Dedos

- Lo sabía – dice seria – hola, Dedos – e intenta coger a Dedos lo que hace que me tire de la cama – ¿de verdad pensabas que mi altamente entrenado sentido del olfato no captaría el leve aroma a nerolí y bergamota de tu crema de manos favorita? – se sienta con Dedos en la mesa

- Estoy bien, tú no te preocupes – digo sarcástico y me acerco a ellos

- ¿Te rindes? – le dice a Dedos que está temblando y él da unos golpes en la mesa – madre y padre te enviaron para espiarme, ¿no? – pregunta seria y Dedos niega – valoro romperte un par de dedos

- ¿Y si lo hablamos como personas civilizadas? – ambos se giran a mirarme - ¿Dedos cuenta como persona? – pregunto y Merlina me ignora, pero veo que se vuelven a elevar un poco las comisuras de sus labios

Condenado | Merlina AddamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora