𝐏𝐋𝐀𝐘𝐄𝐑 ━━ 𝐭𝐞𝐞𝐧 𝐰𝐨𝐥𝐟

desliz

El entrenamiento de Allison iniciaría por la noche, el plan era simple: uno de los cazadores de los Argent se ocupaba de secuestrarla y llevarla a la mansión Hale y después tendría que liberarse por sí misma.

Alguien sacó el saco de su cabeza y toda agitada miró frente suyo, su padre estaba delante de ella amarrado de la misma manera que ella: las manos detrás de la espalda de la silla y una soga en la boca para impedirle hablar.

— ¿Te has preguntado qué le pasa a un cazador que es mordido, Allison? — habló una voz de hombre pero desgraciadamente Allison no pudo adivinar quien era ya que nadie se presentaba en frente suyo.

— ¿Te has preguntado qué ocurre cuando te muerden? — preguntó la voz. — ¿Qué crees que haría tu padre? ¿Qué crees que tendría que hacer? — Chris se inclinó hacia adelante haciendo una presión sobre la silla y rompiéndola, se liberó las manos y sacó la soga de su boca.

Aún con la mirada en el suelo y de rodillas, estiró su brazo hacia atrás para que el cazador que secuestró a Allison le entregué un movil.

— Cuando un mordisco hace que cambie todo. — El de ojos azules enseñó el móvil a la chica para que pueda ver la pantalla, todo este discurso era tan solo un audio. — Un solo mordisco. —

Apagó el móvil y se lo devolvió al cazador antes de levantar. — Y todo cambia. — finalizó el discurso y se acercó a su hija para sacarle la soga de la boca.

— ¿Así serán nuestras próximas charlas de padre a hija? — gritó Allison con una mezcla de enojo, de estrés y un anterior miedo.

— No. —

— Así es como preparamos a los cazadores. — añadió una voz en la obscuridad, Aiko salió a la luz para posicionarse al lado del cazador Bennett.

— ¿Sabes por qué usamos flechas? — preguntó Christopher.

— Sus heridas no se curan hasta que son extraídas. — respondió con claridad Allison aunque aún tenía la respiración acelerada.

— ¿Te suena? — preguntó Chris con el trozo de una flecha en la mano, el trozo de la flecha que Allison disparó al cazador que intentó matar a Isaac.

— Ibais a matarlo. — se defendió Allison.

— Es cierto. — dijo Aiko.

— Y si encontramos a Isaac otra noche de luna llena, lo mataremos. Esa es la difícil decisión que tomamos. — dijo Chris acercándose poco a poco a su hija. — Pero eso no lo he decidido yo. —

— ¿Es Gerard? — preguntó Allison esta vez mirando a Aiko.

— No. — respondió simplemente la rubia con una sonrisa. Chris se puso detrás de Allison y se agachó para estar a la altura de su cabeza.

— Verás... nuestra familia tiene una tradición sorprendentemente moderna. — empezó Chris.

— Como sabemos que la guerra y la violencia la causan los hombres, nosotros hacemos que las decisiones finales... las más determinantes... las tomen nosotras, las mujeres. — sonrió Aiko.

— Preparamos a nuestros hijos para ser soldados. Y a nuestras hijas para ser líderes. — Chris acarició el hombre de su hija y dejó el trozo de flecha entre sus manos antes de besar su cabeza.

— El entrenamiento empieza ahora. Cronométrala. — los tres salieron de la casa y Allison usó la punta de la flecha para liberarse.

Después de unas cuantas horas, Allison por fin salió de la casa Hale y se acercó a su coche donde estaban apoyados Bennett y Aiko.