Sakura Haruno, una estudiante japonesa transferida debido a su gran desempeño académico y deportista. Pequeña, frágil y probablemente una cerebrito; demostrará que no es un blanco fácil de intimidar por la secundaria del All Valley, y en especial, p...
Letra cursiva: idioma japonés. Letra normal: idioma inglés/español. Aclaración y descripciones al final del capítulo.
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CH1: Chica Nueva. T1: Cobra Kai. “¡Lo más divertido es cuando la sangre sale de tu nariz!, ¿No lo viste venir? ”
El primer día de clases es siempre el terror de muchos, en especial, cuando eres de nuevo ingreso. Para Sakura, era ese martirio cada año escolar; no porque tuviera problemas de conducta o fuera víctima de acoso, sino por su excelente desempeño academico.
Ser el nuevo nunca es fácil, en especial cuando te unes a mitad de año. La jóven ya se sabía todo tipo de bienvenidas, desde las más humanamente educadas, hasta las bromas que se hacían para los novatos. Esta vez la Academia del All Valley era su nuevo destino, como estudiante recien transferida, recibió alojamiento por parte de una hermosa familia de cuatro integrantes, con quienes pasaría el resto de su secundaria.
El timbre había sonado dando inicio a las clases, Sakura y una chica joven se bajaron del auto algo apresuradas. No quería dar mala impresión en su primer día, al menos no por ahora.
—¡Vamos Sakura! Es tu primer día, dar mala vista en esta escuela es la muerte social.— la voz aguda y dulce le parecían encantadoras. — Mi padre te dijo las cosas algo apresurado, pero no me he presentado formalmente. Mi nombre es Samantha LaRusso y es un placer.
—El placer es todo mío.— aquel acento de pronunciación que tienen los japoneses le daba ternura. — Aunque por lo visto, pareces más emocionada por mi que por ti.
Esas palabras hicieron que la chica castaña se quedará en silencio por unos segundos. Ya habían ingresado a el edificio, haciendo que todas las miradas fueran hacia ellas; y Sakura pudo distinguir varias señas, como burla.
—Lo siento, no debi meterme en problemas ajenos, yo...
—No te preocupes, es una larga historia. — Samantha había preferido evitar el tema, y la ojiverde había decidido respetarlo.
LaRusso nunca había conocido a alguien como ella, hablando físicamente. Estatura baja, quizás 1.50 metros, ojos verdosos y un cabello corto, atado en un moño. Lo más extraño, era su color: rosado como sus mejillas.
—Por cierto, Sakura. Aquí en la escuela, no permiten el cabello teñido, así que...
—Oh, ¿de que hablas? — interrumpió. — Es natural.
Su sonrisa le hizo imposible de no creer, y de hecho, debía admitir que ni siquiera parecía tinte. Solo esperaba que no tuviera problemas con algún maestro por eso.