Sentimientos

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Hace dos años estuve con un chico, le gustaba el fútbol y duré un año entero pero la cosa se empezó a torcer cuando su amabilidad, su amor y su cariño se convirtieron en desprecios, insultos y desaprobación por todo lo que yo hacía. Cuando esto pasó la exigencia que me daba a mi misma empezó a descontrolarse y ya no era solo autoexigirme sino que además quería la aprobación de Liam, mi ex. A medida que sus sentimientos iban cambiando, la relación iba empeorando hasta el punto de que mi autoestima dependía de él, lo cual hacía que el se sintiese con el poder de hacerme daño cuando quería. Sira me decía lo mismo que Ferran y que mi madre; no era bueno para mi, que debía dejarlo porque no me aportaba nada bueno, pero yo estaba demasiado ciega como para darme cuenta de esas cosas, hasta que un día estábamos en su casa y cuando vio que los fans habían creado rumores de que Ferran y yo estábamos juntos y que le estaba poniendo los cuernos a Liam, empezó a gritarme, luego a insultarme y finalmente me pegó. Sentí el mismo dolor como cuando me caí en los cristales pero esta vez no solo era físico, sino también era psicológico, el dolor que sientes en el pecho al sentir la desilusión y la tristeza. A partir de ahí decidí dejarlo, no fue fácil pero si lo mejor y espero que no vuelva a aparecer en mi vida, ni Liam, ni alguien parecido.

Los jugadores se pusieron a entrenar y yo a hacer mi trabajo. Le hice fotos molestando al chico borde, corriendo, tirando a portería, riéndose, con el balón... Hasta que la chica rubia nos dijo que se había acabado el tiempo y tuvimos que enseñar las fotos uno por uno a todos los jugadores incluido Xavi. Después de unos cuantos minutos salió todo el equipo junto con Xavi y la chica.

-Después de haber visto todas las fotos de cada uno de vosotros, hemos tomado una decisión y tres de vosotros se irán, aunque habéis tenido todos un nivel muy bueno. Las personas que se irán son Paula, Esther y Álvaro.- dijo la chica.

No me lo puedo creer. He pasado. Lo he conseguido.

Ferran vino y me abrazó felicitándome, después de todo sigue siendo mi mejor amigo, pero detrás de el venía Pedri.

-Lo has conseguido Lia, felicidades- dijo para después abrazarme.

Cuando me abrazó sentí un cosquilleo dentro y no sabía si era de la felicidad que me dio pasar a la siguiente prueba o de que Pedri me estuviese abrazando.

-Chicos no es por nada pero estáis sudados y me estáis abrazando- dije soltando un carcajada.

-Nos vemos mañana a la misma hora y en el mismo lugar- dijo Xavi.

-Oye Ferran, tengo que hablar contigo antes de que te vayas al vestuario-

Pedri al escucharlo se fue a cambiarse dejándonos solos en el campo.

-¿De qué quieres hablar?-

-De lo que ha pasado con Sira y la foto que te tomaron los fans- dije obvia.

-¿Cómo te has enterado de eso?- preguntó confuso.

-Ayer vino Sira a mi casa a las 3 de la mañana y me lo contó todo, además la foto está por todas partes. Deberías hablar con ella, está fatal- comenté.

-Lia, no me digas que tu también te has pensado que he engañado a Sira con esa chica. Esa chica es una fan que desde hace mucho está obsesionada conmigo, no es la primera vez que hace estas cosas. Se acercó a hablar conmigo para disculparse, empezó a cerrar los ojos y a decir que se encontraba mal a la vez que movía la cabeza y yo al estar de espaldas parece que me estoy besando con ella, pero no es así- dijo sincero.

Sé cuando Ferran miente y cuando no, esta vez lo no hacía, se veía bastante sincero y le creí.

-Se lo tienes que explicar Sira, está en mi casa, cámbiate rápido y habla con ella- dije con exigencia.

-Vale, muchísimas gracias, Lia- dijo dándome un beso en la frente.

Después de eso se fue a los vestuarios y yo me puse a recoger todos mis objetos, cuando terminé me encontré a Pedri viniendo hacía a mí.

-Lia, ¿te quieres venir con Gavi y conmigo a mi casa?, te prometo que no te voy a secuestrar ni a matar- dijo riéndose.

En mi casa iban a estar Ferran y Sira arreglando sus cosas, no me quedaba otra que irme con ellos.

-Venga vale pero tengo que pasar a comprar unas cosas para la cámara, si mi "chofer" quiere, claro- dije bromeando.

-Este "chofer" de aquí, te lleva a donde la señorita quiera- dijo siguiéndome la broma.

-¿Por cierto quién es Gavi?- pregunté confusa.

-Gavi es ese que viene aquí- dijo señalando al chico borde.

Así se llamaba el chico borde. Ya conocía el nombre de tres integrantes del equipo. Buen comienzo.




Nuestro destino imposible. Pedri González.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora