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Mi relación con Rosé es de hace meses, sin embargo ambas no conocemos desde hace unos cuatro años, hace un año salimos de la escuela secundaria, en ese corto periodo nos dimos cuenta de nuestros sentimientos, por lo que decidimos darnos una oportunidad, ha resultado mejor de lo pensado, nuestras discusiones no pasan de una pelea para ver quien corta primero la llamada o quien pagara la cena de esa noche. Me siento muy feliz a su lado, como nunca antes.
Excepto por un pequeño, gran, gran detalle.
Nosotras nunca, literalmente nunca, desde que comenzó nuestra relación hemos podido tener un acercamiento más allá de lo tierno. Tengo veinte años, mis hormonas llegan a un punto donde no puedo evitar masturbarme todas las noches, imagino que es mi novia quien lo hace y no mis dedos. Mi ambición es grande, de verdad quiero que Rosé me haga suya. Sin embargo ella parece nunca captar mis claras indirectas, he probado con todo.
¿Pasar en frente suyo en bata luego de bañarme? Claro, unas tres veces contadas y a veces con una leve avertura en mis pechos para que quisiera ver más allá de lo que yo "permitía." Cero resultados.
¿Estar en bikini a su lado y comer helado se una forma demasiado erotica? Por supuesto, incluso he dejado caer unas gotas en el monte de mis pechos, pero ella solo reía y me llamaba descuidada.
¿Ver una película para adultos en la noche, estando ambas solas en mi departamento? Un mes completo sin resultados más que unos besos que no pasaron a mucho, porque siempre queda dormida.
A este paso comienzo a pensar que yo soy el problema, tal vez no soy lo suficiente para ocasionar erecciones en ella. ¡Joder! ¿Por qué no es como el resto de las personas? Rosé tan inocente...
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