Los deslumbrantes rayos del sol impactaron en la cara de Kent, que solo murmuró insultos dirigidos al astro padre.
El sin más se levanta de su cama, de una plaza. Su rostro mostraba el cansancio de un anciano.
Pero sería raro dado a que el apenas había cumplido los 24 años.
Unos 24 años de fracaso y vagancia, que no hizo nada en su vida, viviendo en una pocilga, y sobreviviendo con pollo y arroz.
Kent se mantuvo así. Los lamentos eran olvidados y agraviados en un corazón, que dejó de amar, ya que después de todo.
¿Quién quiere a un sucio hombre que apenas puede sobrevivir y ni dinero tiene?.
Eso llevo a que Kent terminara solo, sin nadie con quien poder compartir un momento íntimo o de amigos.
La soledad era su acompañante en toda su vida de adulto, las pocas personas que hablaban con el era su jefe, compañero de trabajo y muy escasas veces un vendedor.
No tenía una vida social ni tampoco familia que lo venga a visitar.
Sus padres habían muerto, sus hermanos estaban en distintos países. El estaba solo en su ciudad natal. No podría seguir así y Kent ya lo sabía. Caminando hacia el baño Kent iría a hacer sus necesidades básicas. Al terminar de hacerlo va directamente al comedor que apenas el cabia.
Una olla estaba en la mesa de piedra áspera, un lava vajillas que tenía las perillas del agua caliente y fría, como también un plato de plástico y un vaso del mismo material. Este sin más solo camino hasta la heladera, al abrirla una vista deprimente para algunos lo ilumino.
Unas dos alitas de pollo crudo, también un tarro de leche liquida sin abrir y una manzana que ya se empezaba a ver que las bacterias se la estaban devorando por la gran mancha negra.
Este sin más agarra la manzana para comerla, sin importar que esta estuviera pudriéndose.
Al terminar de comer la manzana no sin antes quitar todo lo podrido y negro, Kent terminaría llendo a la puerta principal.
El al llegar estaba apunto de irse, pero un pensamiento lo detiene.
("Y si mejor me pongo una campera, tal vez se ponga fresco el día.")
Kent sin más decide hacer caso lo que su mente dijo, poniéndose la primera campera que vea. Kent sale de su hogar, no sin antes poner seguro.
"Nos vemos, más tarde regreso."
El lo dice a nadie en particular, alejándose de su hogar, pensando de qué volvería más tarde y continuaría su rutina... pero para su mala suerte de el, las cosas cambiarían.
...
La carne expuesta atrae a las moscas como lo haría el pan con los pobres.
El líquido vital estaba impregnado en las paredes y suelo, como alguna decoración un tanto extraña.
Su boca suelta chillidos y gorgoteos mientras que la sangre con saliva sale de ella, manchando más el suelo de concreto frío.
Sus ojos muestran el asombro y terror, mientras que sus manos intentan inútilmente tapar su garganta.
Kent no sabe lo que pasó, lo único que puede recordar es que salió de su hogar y a los pocos minutos de estar caminando un ruido atrás de él le llamó la atención.
Y para la mala suerte de Kent, ese ruido resultó ser el de una bala perdida, que chocó contra el.
Impactando en contra de su cuello así dejándolo en el estado actual.
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El Sinico. [Novela]
FantasyKent un joven autoproclamado señor miseria reencarna en el cuerpo de un joven chico de recursos pobres. Este intentará tener una vida alejada del peligro de las nobleza, e intenta crecer en su cultivo.