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ᴄʀᴇᴅɪᴛᴏs ᴅᴇʟ ʙᴀɴɴᴇʀ.
ᴜᴢsᴀɢɢᴜɪ.
𝗝uan nunca fue una persona especialmente paciente, era bien sabido que era muy impulsivo en ciertos aspectos. Pero, no pensó que le molestaría tanto tener a todas horas de día reporteros a sus lados.
El se imaginaba una vida como Dios del todo tranquila, dónde todos lo recibirían más que felices y podría ver a sus amigos desde aquel lugar, lastimosamente para nuestro hechicero no fue así.
No crean otra cosa, fue muy bien recibido en aquel lugar, solo que no penso que el ser un Dios de todo tendría tantas responsabilidades.
Su collar verde en forma de gema brillaba escandalosamente en su pecho, dando a entender lo estresado que estaba. Pero aún así tenía que sonreír para no notar su molestia
Movía su pie con inquietud, esperando el momento en que terminara la entrevista
—Entonces, ¿Quiere decir que el que sería su padre quiso robarle su poder? — Dijo una una castaña con una voz cerena.
—Si, y quería devolver a mi madre a aquel universo. Y como buen protector de las realidades decidí ponerle fin a todo eso. — Comento Juan.
La castaña sonrió — ¿Tuvo en algún momento dudas sobre lo que hacía?
Juan rio irónico — Muchas, durante mi trascurso como hechicero hasta ese momento. Pero al final escogí lo mejor. — Relato con una sonrisa.
—Pues muchas gracias Dios Juan, le agradecemos por aceptar la invitación para poder compartir esto con nosotros. — Dijo la castaña.
—El gusto es mio, de verdad— Sonrió.
En cuanto terminó la transmisión en vivo, Juan se despidió de la reportera y salió lo más rápido posible del estudio de “UniversNews”
"Aveces solo quiero dejar de trabajar" Penso Juan, caminando por la cuidad, perdido en sus pensamientos.
Llegó hacia el templo de los Dioses, pensando en descansar, pero apenas puso un pie adentro se encontró con Lucía, su asistente.
–Señor Juan, aquí estarían los documentos de la dimensión #278 que me pidio — Dijo mientras revisaba otros papeles — Ademas, la Diosa Azul lo necesita en el templo de las estatuas. Es importante. — Termino de decir Lucía antes de irse.
—Pero...— Juan no pudo decir nada más, pues Lucía ya habia marcado.
