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Habían pasado días desde aquella pelea, y decir que el ambiente en su hogar seguía igual era una completa mentira. Tsumiki parecía enojada con el azabache mayor, y con tan solo ver su cara ya se le fruncia el ceño, con una clara mirada de "no quiero tus estúpidas excusas". Mientras que su padre pasaba menos tiempo en casa, con la excusa de que tenía ocupaciones, pero simplemente parecía no querer hacer enojar a la beta.
La abuela decía que parecían unos niños haciendo tal estupidez, pero no se metía y tampoco tenía la intención de resolverlo o ayudar a calmar las aguas en el ambiente denso que se formaba en el desayuno y la cena.
"No pienso meterme en las pendejadas de mi hijo, él las inicia, él las arregla. Suficiente con cambiarle los pañales desde niño, ya es momento de que aprenda a ser un padre."
Eso era lo único que decía antes de seguir tomando su taza de té de oolong. Él, por su parte, no tenía ni la absoluta idea de que hacer. Su hermana parecía estresada, tratando de buscar una solución hasta en las pinturas para que él no tuviera que ir con Madame Mei, pero ambos sabían que no había manera de evitar eso, y que tendría que hacer lo que debía.
Por supuesto, intentaba practicar en las madrugadas. Era difícil, ya que intentar no despertar a su familia cuando todos tienen el sueño ligero (a excepción de su abuela), es un reto. Pero no podía quedarse de brazos cruzados, y tampoco podía pedirle ayuda a su hermana, sabía que buscaría excusas para que él no haga nada y termine dejando que ella siga buscando alguna solución.
─Dejame ver si entendí...osea que irás con la casamentera para que te califique como...¿Esposo? ─frunció el ceño, solo habían pasado unos días desde la última vez que se vieron, y ahora resulta que su amigo irá con una casamentera─ Megumi, ¿qué carajo?
─¿Por qué te sorprendes? En algún momento iba a pasar, y más si soy omega. Mi padre ya me dió la orden de ir con madame Mei, y desde entonces todo está hecho un desastre. Tsu no deja de estar en contra y solo tengo unos días para prepararme. ─suspiró, frustrado por la situación- ah, mierda. Solo quiero traer el honor a la familia, ¿por qué es tan difícil?
