capitulo 1

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— Te voy a extrañar mucho hermanita! –Me dijo mi hermano mayor, Jonathan. Mientras me abrazaba fuertemente. (Se podria decir que me estaba asfixiando un poco).

La verdad, es que dudaba mucho que llegue a extrañarme. Si llegara a extrañar algo, seria pelear todos los días conmigo. Yo si lo extrañaría. Un poquito...

Un poquito.

— Yo no, hermanito – Le dije, y me aparte bruscamente. Porque me estaba quedando sin aire. A lo que el puso cara de indignación.

— No seas así con tu hermano, Larita – Me retó mi mamá, ella era una señora de mediana edad, con el pelo rojizo y los ojos color esmeralda. Era una señora muy dulce y serena.

— Si Larita no seas así con tu hermanito lindo – Me molestó mi hermano, sabiendo que odiaba ese apodo. Le puse mala cara y le saque el dedo corazón, a lo que el puso cara de indignado.

— ¿Y, ya se va Lara o no? – Pregunto mi hermano menor. Que estaba tan ocupado con su celular que ni quiso saludarme, en el momento que mi papá le dijo que lo haga.

Creo que el será el que más me extrañe.

Aunque tenía razón, ya era hora de que me vaya. Mi familia empezó a saludarme, abrazarme y desearme suerte. Y mi mamá empezó a preguntarme si llevaba todo, y decirme que la llamé todas las noches.
Creo que hasta llegué a ver qué sus ojos se empezaron a llenar de lágrimas.

— Si, mamá. Te llamaré todas las noches – Le dije para tranquilizarla. Ella me miró por ultima vez y me dió otro de sus abrazos de osos.

Cuando se separó, a lo lejos se escuchó el ruido de un claxon. Era el taxi que me llevaria a la residencia en la que me hospedaria.

Les dí un último beso a mi familia y me subí al taxi. Cuando ya estaba adentro le dí la dirección al chófer y miré por última vez a mi familia antes de que el auto se empiece a mover camino a la residencia, que estaba en otra ciudad. A cinco horas de la casa de mis padres. Los extrañaría mucho, pero de igual manera vendría a visitarlos cuanto pueda.

                          ***

Cuatro horas más tarde, ya estamos llegando. La verdad se me hizo larguísimo el viaje, estaba tan aburrida que lo único que hacía era mirar hacia la ventana pensativa. Cada tanto miraba el celular un rato hasta que terminaba aburriendome.

Veinte minutos después, estaba en la entrada de la residencia, le pagué al chófer y baje todas mis maletas. Era una residencia bastante linda, de 3 pisos. Cuando entré ví la recepción, un chico bajito con aspecto lamentable, lentes grandes y pelo negro, estaba sentado en un asiento atrás del mostrador. Tecleando algo rápidamente. Cuando levantó la mirada y me inspeccionó de arriba a abajo y me sonrió ampliamente.

— Supongo que tú serás Lara... – Dijo sonriendome amablemente.

— Supones bien. – Le dije viendo a mi alrededor. Era bastante amplio con una escalera al lado izquierdo (Supongo que es la que lleva a las habitaciones). Las paredes eran de color crema, y la iluminación era bastante buena. A cada lado del mostrador habían pequeñas plantas bien cuidadas.

— Mucho gusto, señorita Lara – Dijo cordialmente. — Mi nombre es Manuel. Soy el recepcionista, y encargado de mantener el orden esta residencia. – Dijo empezando a teclear algo en la computadora, mientras yo lo miraba atentamente. — Su habitación es la catorce, piso tres – Dijo extendiendo una llave con un cartelito que decía 'Habitación 14' hacía mí. 

— Bueno, muchas gracias – Dije sonriéndole amablemente. Me despedí con la mano y estaba por avanzar hacia las escaleras cuando un cuerpo se interpuso en mi camino y hizo que me choque contra el.

— ¡Fíjate por dónde caminas, idiota! – Me grito la persona con la que me había chocado.
Cuando levanté la mirada, para mirarlo a la cara (Porque era como tres cabezas más alto que yo) ví a un chico con el pelo entre  castaño y negro, con los ojos verdes con azules, que podrias quedarte mirando por horas. Cuando me dí cuenta que me habia quedado mirándolo fijamente por un largo rato, reaccioné y me aparté rápidamente como si su cuerpo me quemara.

El me estaba mirando con el ceño sumamente fruncido.

— Fijate tú, imbécil – Le dije de mala manera. Mirándolo con la mirada más fría que pude dedicarle.

— Tu eres la que se cruzó en mi camino. – Me dijo el imbecil.

— Eso no es verdad, yo estaba por ir tranquilamente hacia mi habitación y tú te cruzaste en mi camino. – le dije muy seria.

— Eres una mentiros-

— ¡Paren ya! – Grito el recepcionista.... Manuel, irritado.

—Ella empezó.

—El empezó.

Dijimos a la vez el chico y yo. Después de eso nos fulminamos con la mirada.

— Los dos empezaron. – Dijo Manuel, después cerró los ojos implorando paciencia, y cuando los abrió nos dedicó una sonrisa de boca cerrada. — Lucas – Lo miró al imbécil. — Ella es Lara, tu nueva compañera de habitación.

Cuando terminó de decir eso nos miramos rápidamente, nos mantuvimos la mirada hasta que el se giró a Manuel para decirle algo.

— ¿No era que estaba prohibido que una chico y... – Me miró de arriba a abajo, cuando yo le saque la lengua, a lo que el sonrió con una sonrisa burlona, y volvió a mirar a Manuel. — Una chica, compartan habitación?

— Si, está prohibido. Pero como tuvimos un pequeño problema, tendremos que hacer una excepción. – Sonrió angelicalmente,

— ¡Pero yo no quiero compartir habitación con este imbécil! – Dije mirándolo de reojo al chico, que por lo que escuché, Manuel lo llamó 'Lucas'.

— ¡Pero si la vamos a pasar re bien! – Dijo Lucas sonriendo alegremente (La sonrisa más falsa que ví). Lo miré mal y volvimos a enfocarnos en Manuel, que parecía divertido con la situación.
Manuel nos miró otra vez serio.

— Bueno chicos, tengo que volver a mi trabajo. Que tengan lindo día, pórtense bien. Adiooss – Nos dijo a los dos y se puso otra vez a teclear algo en la computadora.

Me pregunto que será lo que teclea tan rápidamente.

Cuando nos volvimos a ver con Lucas, lo miré de arriba a abajo. Y pasé por al lado suyo, dirigiéndome hacia las escaleras. Cuando estaba por llegar a ellas, un cuerpo se interpuso en mi camino.

Era Lucas.

— ¿Ahora que quieres? – Le dije de mala manera. No es porque sea mala, solamente... Me cae mal :)

— Oye, tranquila nena. Solamente creo que empezamos con el pie izquierdo. – Sonrío de lado, mirándome fijamente. Idiota.

— Primero que nada, no me digas nena. Me llamo Lara. ¿Entendés? La-ra. Y segundo, ¿Que quieres decir con lo del pie izquierdo?

— Quiero decir, que nos estamos juzgando antes de conocernos. – Dijo obvio. — Quiero conocerte mejor La-ra.



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⏰ Última actualización: Feb 07, 2023 ⏰

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