Sol en invierno - Pronto se irá a BORRADOR

33)

Brock｡

Oigo a Mats hablar por teléfono, no logro comprender lo que dice, está muy lejos. Ahora pongo los brazos cruzados entre la barra y mi mejilla. Mats tenía razón, esto me sirvió. La única vez que di declaraciones de lo sucedido fue con la policía, pero les narré brevemente algunos acontecimientos viviendo con ese hombre, sólo fui explícita sobre ese día que ellos llegaron a salvarme. Los cinco años siguiente guardé un rotundo silencio. Ahora me siento ligera, incluso tranquila. Ya puedo controlar mi llanto, ahora sólo cae una lágrima de vez en cuando. Veo las copitas de tequila sobre la barra. Este hombre lo tenía todo planeado.

Mats vuelve. Deja su teléfono sobre la barra y me pone una mano entre los omóplatos mientras me pregunta cómo me siento.

—Mats, no quiero que sientas pena por mí. Sigue tratándome como lo has hecho hasta ahora, ¿sí?

Tomo mi copa y le hago un gesto con la barbilla para que levante la suya. Lo hace.

—Mmm... Por los finales felices —brindo. Hacemos chocar nuestras copas y bebemos.

Sé que este año ese hombre saldrá de prisión y nos involucrará a él y a mí en una guerra con el fin de destruirme. O tal vez me haya olvidado y no le importe su hija. He rezado cada día antes de irme a dormir desde que él fue detenido, para que así sea. Mats me mira como si no supiera cómo tratarme, su atención dura unos segundos y aparta los ojos para poner atención en dejar la copa sobre la barra.

—No sientas pena por mí —le pido dejando mi copa junto a la suya.

—No lo hago. Siento admiración.

Sonrío.

—Me siento realmente bien, Mats, no tenemos por qué estar tensos.

Las tres copitas de tequila se me están subiendo a la cabeza. Salgo del bar con calma, como si estuviera paseando por primera vez por ahí, conociendo. Siento que Mats me sigue. Las montañas que se ven por los ventanales frente a la cama están bañadas del anaranjado brillo del sol que se está ocultando detrás de ellas. La vida es tan hermosa y te das cuenta de ello cuando las imágenes de tus agonías no se interponen entre tu retina y lo que tienes en frente. Me vuelvo hacia Mats. Estoy muy segura que él es el culpable de que yo esté viendo la vida con otros ojos. Llevo una mano a mi espalda, a la cremallera del vestido y tiro de ella hacia abajo. Veo cómo Mats traga saliva involuntariamente. Saco las mangas por los hombros y dejo caer la prenda al suelo. Estoy en ropa interior frente a él, mi imagen es similar a la que vio de mí en su fiesta hace dos sábados, pero ahora todo es distinto. Mats se acerca quitándose la camiseta por la cabeza. Me toma en voladas y yo le busco los labios. Los necesito, ya no puedo vivir sin su adictivo tacto.

—Te amo, Brock —susurra Mats en mi boca, empujándome de la nuca hacia él.

Mats no ha dicho nada que no haya escuchado antes de distintos hombres. Uno de ellos, incluso, me demostró su amor, hasta que cayó en el estrés e intentó matarme. ¿Cómo puedo saber si Mats es diferente, sin atreverme a confiar en él? No se puede ¿verdad? Dije que Dante sería el último en quien confiaba y enseguida Mats desordenó todos mis pensamientos y arruinó mis decisiones.

Mats se sube a la cama, conmigo sobre él.

Las personas se vuelven propensas a enamorarse cuando juegan a estar en una relación, qué gran verdad... Nunca había estado enamorada, hasta ahora... Ya puedo afirmar que se trata de un sentimiento precioso... Y ahora soy propensa a sufrir por amor, como si no hubiera sufrido ya suficiente. El precio por enamorarme es arriesgarme a un agónico dolor, pero si es de Mats de quien me he enamorado, entonces sí vale la pena correr el riesgo.

Me recuesta en la cama, cruzo mis tobillos en su espalda. Me desordena el pelo en su necesidad de acariciarme. Tengo el cuerpo ardiendo en llamas. No ignoro el hecho de que nunca me había sentido así. Nunca me habían recibido con tanta pasión cuando he decidido entregarme. Es increíble cómo el corazón sabe reconocer el amor verdadero aun cuando antes no lo conocía.

Sí, brindamos por los finales felices. Este es el mío. Mats es el final feliz de mi historia.