La bendición del muere//El Gato con Botas: El ultimo deseo

La bendición de la Muerte

"El señor gato con botas, acepta a Kitty patitas suaves como su futura esposa. En la salud, en la enfermedad y en la pobreza, ¿hasta que la muerte los separe?" dijo el sacerdote.

El gato naranja con smoking negro (del cual le apretaba la cola) rechazo la incomodidad ante las palabras finales del sacerdote.

" Acepto " mirando a su amada felina de ojos azules.

"Y tú, Kitty patitas suaves, aceptas al gato con botas como tú esposo. En la salud, en la enfermedad y en la pobreza, ¿hasta que la muerte los separe?" volvía a repetir el sacerdote dirigiéndose a la felina.

" Acepto " mirando a su amado felino de ojos verdes.

"Lo que Dios ah unido que nunca los separe, yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia "

Kitty literalmente arrojo el ramo de flores de lirios quien fue recibido por un grupo de princesas quienes se pelearon por el ramo de flores.

Ella tomo a Gato entre sus brazos inclinándolo y un gran y profundo beso que pactaría su unión para siempre.

Atrás de ellos todos sus amigos comenzaron a aplaudir, junto con las campanadas de la iglesia que indicaban el compromiso de una boda concluida, los aldeanos que admiraban las andanzas del Gato vinieron a desearles felicitaciones, además de algunas palomas que fueron arrojadas. Seguido de ladridos de Perrito quien tenía un pequeño smoking blanco y un moño en medio.

El beso termino con ambos gatos sonriéndose y dejando que el gato naranja se recuperara de la repentina fuerza de Kitty, su ahora esposa fue guida por Fiona. Quienes ahora tenían una gran amistad de ser las mujeres mas rudas de la familia, seguido de la mamá de Fiona.

Gato se quedo en el altar esperando que sus amigos soltaran a su esposa para caminar directamente a la recepción de la boda en Del Mar. Sonrió viendo a Perrito hablando con Burro, todo a su alrededor esta tan lleno de felicidad y buenos deseos a la joven pareja de recién casados.

Todo está perfecto, su madre, quien, gracias a sus amigos de Muy, muy lejano, logro asistir. Algunos niños del orfanato. INCLUSO RICITOS DE ORO ESTABA AQUÍ.

Ya nada podía arruinar su día perfecto.

Un silbido reconocible hizo que despertara de su burbuja de felicidad, mirando a todos lados buscando al causante de tal silbido siniestro y reconocible. Busco entre la multitud aquella figura de capa negra y ojos rojos que brillaban en la oscuridad.

Brillaban en la oscuridad.

En una esquina de la iglesia, reconoció a la figura que lo había atormentado durante muchas noches después de la estrella del deseo.

La figura de la muerte.

Ambos chocaron miradas directamente, ambos sabían que habían notado la presencia del otro. Pero a pesar de estar mirándose directamente, Gato..., no sintió ningún miedo.

Si, puede que este algo nervioso. La figura de la muerte siempre podría poner nervioso a cualquiera realmente. Pero no es nada comparado con el terror que sentía la primera vez que lo vio. No sentía ningún peligro, no sentía ningún sentimiento de terror.

Solo..., felicidad.

Y probablemente esto sea lo más estúpido que haga..., sumándole sus anteriores muertes, pero no perdía nada haciéndolo. Pensó mientras acomodaba su sombrero.

Levanto su pata y tomo el filo de su sombrero, y realizo un saludo. No era un saludo sarcástico o un saludo vacío. Era un saludo de respeto aun viejo amigo, un saludo para la muerte.