Almas, vidas, corazones capaces de notar la belleza de la vida, gente que prefiere sonreír al mal clima, seres tan fragantes como una rosa que apenas florece.
Esto es lo opuesto a un corazón sediento, esto trata de aquellos que son capaces de vivir...
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Pequeñas y bellas luciérnagas, de brillo reducido a comparación de las estrellas y aunque sean pequeñas e indefensas, son hermosas y una gran atracción para los ojos humanos.
Por ello suelo decir lo mucho que nos parecemos, porque las cazan fácilmente al ser vistas por su luz y con aquello que les hace hermosamente ser es la razón por la que muchas perecen.
La esperanza que habita en nosotros, las emociones que forma nuestro corazón (y no hablo de aquel órgano necesario para la supervivencia), son las que nos hacen vulnerables, por ellos nos parecemos a ellas, pues las luciérnagas brillan en esperanza y por eso son cazadas.
Tal vez sea religiosa, tal vez me dejé llevar por lo espiritual, pero sin duda alguna esa es la verdad y la razón por la que llegó a mi el Libro de los Corazones es para que hable de ello, la razón por la que las emociones nos dominan.
Por cada alma hay un corazón que bombea emoción y sentido por todo su ser, por cada corazón hay una página en este pequeño libro, pues más que una leyenda fue una realidad para más de una estrella, pues estos celestes aun siendo imaginarios logran ver cada emoción que refleja mi ser, estas almas no tienen su propio corazón, más bien todas vienen de uno solo, el corazón de aquel que logro superar aquello que lo llego a atormentar, aquel de decidió seguir, amar, llenarse de esperanza y ahogarse en fortuna.
Ven, observa también a estos corazones que una Estela acompañó día tras noche, pues igual que una Nebulosa, esta Estela observa las almas. Este es el Libro de la Estela, aquella que siguió con el deseo que el Libro de los Corazones dejo, estas son almas, vidas, corazones capaces de notar la belleza de la vida, gente que prefiere sonreír al mal clima, seres tan fragantes como una rosa que apenas florece.
Ven, pues esto es lo opuesto a un corazón sediento, esto trata de aquellos que son capaces de vivir sin sentir soledad. Tal vez sientan pesar, pero saben cómo sobrellevar todo aquello que les causa incomodidad.
Por cada corazón, cada alma...
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