Harry es un omega solitario, criado en una familia que nunca le demostró una pizca de amor, trabaja en un bar para poder sobrevivir desde que huyó de sus madres alfas.
Louis, un alfa poderoso, despiadado, mal humorado y con poca paciencia que dirige...
⚠️En este capítulo hay mención de metodos de tortura, aviso por si quieren saltar la última parte :)⚠️
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El denso olor a corrosión y orines llegó hasta sus fosas nasales, tenía una venda algo vieja cubriendo sus ojos.
Harry, asustado, se levantó de golpe. —¿Hola…? —Las lágrimas no tardaron en llegar.
Sus manos estaban atadas, más el amarre no era lo suficientemente fuerte, con un poco de movimientos fue capaz de liberarse.
Rápidamente, se quitó el viejo trapo que obstruía su visión, parpadeó pesadamente en repetidas ocasiones, cuando estuvo más consciente, se llevó la mano a la cabeza quejándose de dolor, ardía gracias al golpe que le dieron, fue bastante fuerte.
—¿Shawn? —Harry llamó con voz temblorosa al percibir las feromonas de miedo de su amigo.
El lugar estaba completamente oscuro, el piso era de piedra y parecía estar mojado, había muchos olores mezclados y la humedad era la que predominaba, se levantó tocando la pared, intentando encontrar alguna puerta o algo.
—¿Harry? —el omega sollozó.
—¿Te encuentras bien? —el rizado caminó a tientas buscando a su amigo.
—Sí, pero no puedo moverme. —En shock tembló aterrorizado.
—¿Qué sucede? —preguntó preocupado.
—Tengo miedo.
El sitio parecía ser algo grande, ya que Harry caminó más de lo esperado, al fin su pie topó en algo y se inclinó pensando era el omega, tocó tela y removió el bulto —¿Shawn?
Las luces empezaron a parpadear y el rizado cayó sentado de la impresión cuando vio que era una omega, pero el color de su piel le hacía saber que ya no se encontraba con vida.
—¡Por la luna! —sus ojos se cristalizaron.
—Harry… —el omega llegó hasta su lado intentando ayudarlo.
—Creí que, yo creí que eras tú.
—Tranquilo, no te preocupes, ven, ya no veas eso. —Lo tomó de los hombros para que le diera la espalda al cuerpo.
—¿Dónde mierdas estamos?
—No lo sé.
Unos ruidos extraños se escucharon desde afuera, la luz seguía parpadeante, detrás de ellos una puerta se abrió y un alfa apareció sonriente.
—Las princesas ya despertaron.
Ambos guardaron silencio, aunque estaban muy asustados, intentaron no verse afectados ni temerosos.
—¿Y tú quién mierdas eres? —Harry se puso a la defensiva, poniendo a Shawn detrás de él para protegerlo.
El alfa rio burlón. —Esto será divertido, los omegas desafiantes son mis preferidos.
