Capítulo 21

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Al quedarse solos en la habitación, Eliot tomó asiento en la silla que estaba a un lado de la camilla.

–Margaret, tengo que decirte algo que no pude decirte antes. Es necesario que lo sepas para poder seguir avanzando –dijo seriamente.

Madeleyn quedo confundida ante su declaración. No venía ningún recuerdo a su mente en que hubiera dudado de él como para que ahora se quisiera confesar algo ante ella.

–Margaret Romero. Te conocí por obra del destino por un acto de torpeza. Tu bondad y tu vergüenza hizo que nos hiciéramos amigos inseparables. Tu integridad y lealtad me hicieron admirarte. Tu perseverancia y ambición hicieron que continuara avanzando y que jamás me diera por vencido y que aprovechara cada oportunidad que tuviera. Tu sonrisa e ingenuidad hicieron que me enamorara de ti –aceptó sinceramente todo lo que le gustaba de ella.

Acaso eso fue una declaración de amor.

Madeleyn estaba ruborizada ante esa declaración. Jamás había pensado que su mejor amigo albergara esos sentimientos por ella. No sabía que debía de responder. No quería herirlo y ahora que sabía que era novio de su mejor amiga tampoco quería lastimarla.

–Margaret, por favor no digas nada hasta que termine, presiento que si dices alguna sola palabra no podré terminar.

Madeleyn asintió con la cabeza mostrando una tímida sonrisa. No quería escucharlo, pero no tenía opción, debía escucharlo para que él pudiera avanzar.

–No te había dicho nada porque no quería asustarte con mis sentimientos, igual quería esperar a que crecieras un poco más para que vieras que mis sentimientos por ti eran serios. Cuando desapareciste estuve arrepentido de jamás haberte dicho nada, tuve miedo de jamás poder volver a verte y arrepentimiento por no haberte dicho nada. Llore muchas noches rogando en que volvieras.

Eliot se tomó un momento para tomar aire y exhalar para relajarse. Al relajarse continuó.

–Hable con Lili sobre esto hace tiempo que cuando te volviera a ver te diría todos mis sentimientos. Margaret Romero estuve enamorado de ti. Ahora que te veo de nuevo puedo afirmar que te quiero como la hermana que nunca tuve. Lili entro a mi vida y fue apagando poco a poco el amor que sentía por ti de manera romántica y creció en mí uno más grande por ella y ahora sé que el amor que te tengo es uno fraternal. Te confieso mis sentimientos para que el arrepentimiento que tenía se desvanezca y no siga viviendo en mí ningún remordimiento por no haberte dicho nada.

–Eliot siempre te he visto como un hermano mayor. Gracias por los sentimientos que albergaste por mí, pero creo que sabes que esta hubiera sido mi respuesta si me los hubieras dicho hace ocho años.

–Lo sé. Jamás tuviste buen gusto con los hombres –bromeó.

–¡Oye!

–Te quiero mucho –dijo abrazándola.

–Y yo a ti.

Se abrazaron, pero un largo rato y al separarse ahora era Madeleyn la que tenía que hablar seriamente con él.

–Lili es como mi hermana, sabes que ella estuvo enamorada de ti cuando íbamos en secundaria y no pudo superarte tan fácilmente. Solo pido que nunca juegues con sus sentimientos. Quédate con ella cuando este seguro de tus sentimientos y si empiezas a dudar de ellos aléjate de ella. Se merece a alguien que la ame completamente y no a medias.

–Lo prometo –ahora él quería saber qué era lo que pasa alrededor de ella, que no le habían contado los padres de su amiga –¿Qué es lo que está pasando entre Leo y tú?

–Nada solo somos amigos.

–Segura.

–Por supuesto.

Al parecer Eliot la seguía conociendo tan bien como hace ocho años y la estaba leyendo como un libro abierto.

–Margaret, él no te ve como una simple amiga –desde que Eliot vio como Leo cuidaba de ella, intuía que algo pasaba entre los dos.

–Creo que me quiere.

–¿Crees? –preguntó dudoso.

–Fue lo que me dijo.

–¿Qué es lo que sientes tú?

–Eliot no creo que...

–No evadas la pregunta y contesta –pidió.

–No lo sé.

–Margaret.

–¡No lo sé!, no sé qué siento por él. Siento que puede ser amor, pero lo puedo estar confundiendo con agradecimiento por darme el valor de volverme a reunir con mi pasado. Tengo miedo de que esté confundiendo mis sentimientos.

Eliot se quedó en silencio a su lado esperando que continuara.

–Es un sentimiento que no puedo definir, me siento cómoda con él y no debo mantener ninguna apariencia con él, me siento a gusto. Pero... aun con la confianza que me genera hay veces que me sonrojo por él y no sé si puedo definir a esto como amor.

–Creo que te puedo entenderte un poco. Pero no te puedo ayudar. Debes descubrirlo tú misma.

–Tienes razón.

–Siempre la tengo.

–Idiota.

***

Eliot se quedó a su lado hasta que Madeleyn concilio el sueño.

–¿Se quedó dormida? –cuestionó Leo al entrar de nuevo a la habitación y colocarse a lado de su amigo.

–Sí.

–Gracias, por traerla a casa.

–No hay nada que agradecer.

–¿Te gusta?

–Tal vez.

–En serio, te gusta –afirmó.

–¿Por qué lo dices? –preguntó extrañado.

–Porque evitas darme una respuesta, si no te gustara, ya me hubieras dicho que no.

–Es difícil para mí expresarlo, más porque sé que ella es tu primer amor.

–El tuyo también, por lo que no debería haber problema. Yo ya la superé, entonces no tienes nadie que se interponga en tu camino.

–Lo sabías.

–Sí. Era difícil no notarlo. Pero comprendí que jamás me dirías nada y que me estabas dando pase libre a mí y egoístamente lo tomé. Ella es como una hermana para mí, al igual que tú y nada me alegraría que estuvieran juntos, pero eso depende de ustedes. 

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