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El aire aún chocaba contra él

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El aire aún chocaba contra él. Ya había pasado algunas horas desde que él se había alejado de la viajera, ¿será que lo buscaba?

Ella sabía que necesitaba tiempo, después de todo no era fácil volver a tu tierra natal, aún peor si aquí habías pasado tus momentos más felices antes de ser arruinados.

Difícil, ¿no? Aquellos recuerdos aún lo atormentaban, el sufrimiento era difícil de superar.

Sin duda volver a Tarasuna y estar cerca, a pasos de dónde te conoció era melancólico. Solo desearía volver a verte y hablar contigo, que vieras que recapacitó sus ideales, que ya no era la misma persona.

En serio intentaba cambiar, cambiar todos su errores. Cambiar su actitud y propósitos del pasado.

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Te despertó un ruido fuerte de la habitación, un azote y alguien entrando. Abriste tu ojos rápidamente, dando un brinco por el recién sonido.

Volteas a ver, una sombra podías distinguir con tus ojos adormilados. Era Scaramouche, solamente era él y al parecer estaba en sus cinco minutos. Su mirada estaba tan enfadada, no siempre venía así.

No te mueves de tu lugar, tu instinto te impuso a hacer cualquier movimiento, dabas gracias a qué está habitación estaba medio oscura excepto por la luz del baño. Aunque Scaramouche solía prender una vela y dejarla hasta que cayeras dormida y eso solo si te lo ganabas por ser "obediente".

—¿Scaramouche...?—hablaste con un tono tembloroso.

—Asi que después de todo si estabas aquí, que lástima...ja, y decir que él decía la verdad.

—¿Uh?—lo miraste confundida, no sabías a qué se refería.

Era normal llegar a ver a Scaramouche lleno de vendas, no sabías mucho del por que, pero él decía que era unas simples pruebas médicas. Tú claro que le creías, no era recomendable ser muy entrometida.

Pero esta vez era diferente, su ropa venía salpicada de sangre, y ni hablar de el mismo. Sus labios y nudillos igualmente venían manchados y una que otra gota ya seca en su cara.

—¿Qué? ¿Qué pasa amor?—pregunto al ver tu cara horrorizada.

Sus manos chorrean de sangre, de alguna manera igual te preocupaba.

—Parece que has visto un fantasma, quita esa estúpida facción, ¿acaso alguien te lastimó?

Su tono era amenazante, sus ojos se habían entrecerrados parecen llenos de sospecha, ¿acaso si habías escapado y volviste?

—N-No...no es eso.—niegas rápidamente.

—Entonces que es, vamos, dimelo.

—¿Qué hiciste? ¿P-Por qué estás todo ensangrentado? ¿Qué te paso?

『𝑨𝒏𝒈𝒆𝒍』(𝑾𝒂𝒏𝒅𝒆𝒓𝒆𝒓 × 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora