Una Intrusa entre Nosotros (Parte 2)

2 0 0
                                    

Massie

20 minutos antes.

Siempre he sido conocida por ser orgullosa, no lo sé, simplemente quiero estar donde quieren que esté. Así que, aunque no tuviese idea de a donde debía ir, seguiría caminando, además, es una escuela ¿qué tan confuso puede ser?

Mi siguiente misión era buscar mi casillero asignado, el número 513 me pareció leer en una de las hojas que me entregó el director antes de asignarme a Edmond como orientador

—510, 511, 512... ¡513! — conté en voz baja.

Me aproximé y traté de abrirlo, pero no se abría, al parecer ni las escuelas costosas se salvaban de los objetos mañosos. Sí, North High, muy cara y todo, pero tus casilleros no sirven, me huele a corrupción. Empecé a golpearlo para saber si tenía alguna especie de truco; pero no funcionó. En eso veo que un chico muy, muy guapo se recargó en el 512 y se me quedó viendo fijamente. ¿Por qué los chicos de aquí son tan sexys?

—¿Qué se te perdió? — mi comentario hizo que el muchacho soltará una risilla... ¿Se estaba burlando de mí?

—Eres muy tierna, —¿Tierna?, ¿qué rayos? — señorita...

—Phinns— complementé dejando en paz el candado que se reusaba a obedecerme.

—¿Te llamas Phinns?

—No, me llamo Massie, pero dime así y abro el casillero con tus dientes.

—Andrés Goncourt, un placer conocerte. — dijo tendiéndome la mano

—Es el coqueteo más formal que he recibido, normalmente sólo me dicen "¿A qué hora sales por el pan, bebé?"

Parecía darle risa todo lo que yo decía, lo curioso es que se veía como una risa genuina, ¿qué era tan gracioso?

—Tengo novia, Massie— Espera... ¿Qué? —. No pretendo ser molesto ni nada por el estilo, sólo quería saber qué te hizo mi casillero.

—Es mi casillero.

El chico hizo un ademán para luego tomar el cerrojo e ingresar una contraseña, cuando lo abrió estaba lleno e incluso tenía algunas fotos pegadas. Entonces ¿cuál era mi casillero?

—Aprecio una buena maniobra ninja cuando la veo— ok, éste niño era simpático— y a veces también puedo notar cuando alguien está perdido... — le dio al clavo, yo sólo bajé la mirada— ¿Y tú orientador?

—Tuvimos una extraña situación ésta mañana y cuando nos presentaron parecía haber visto un muerto, después sólo escupía cosas muy rápido y bueno, me di cuenta de que él enserio no quería estar ahí.

—Y no quisiste obligarlo a hacer algo que no quisiera...

—Exacto.

—Entiendo —dijo para luego dar un suspiro profundo—. Te diré qué, como Presidente de la Sociedad de Alumnos, yo mismo te daré la orientación

—Pero... ¿y el otro chico se puede meter en problemas por eso? — el castaño esbozó una media sonrisa algo pícara. Creo que soné muy desesperada— No es como que me importe... no, no. Para nada.

—Tranquila, yo hablaré con el señor Callahan en el período libre y me aseguraré de que eso no pase, mientras tanto, te mostraré tu verdadero casillero y tus primeras clases del día. ¿Puedo ver tus horarios?

Le entregué todo el cementerio de papeles en mis manos y él revisó atentamente por unos segundos

—Muy bien, la mayor parte de esto son formas de nivelación y guías introductorias a cada materia hechas por el maestro de cada cátedra... ¿vienes de escuela pública?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 08, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MetamorfosisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora