~Capítulo 4~

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-Tenemos que movernos, antes de que el ave regrese...

Antwan intentó concentrarse, porque no era momento de pensar de cintura para abajo.

¿Quizás le excitaba el riesgo?

Nunca se lo había planteado hasta ese momento, aunque lo de los hombres vestidos de explorador, definitivamente sí.

Aún guardaba un poster promocional de Brendan Fraser en La Momia.

Nigel lo soltó y miró la copa del árbol, donde se asentaba el nido y después a su alrededor, analizando la situación.

-Creo que lo mejor será que yo trepe al árbol y tú te quedes aquí para recibir la mochila.

Antwan miró al río lleno de cocodrilos e hipopótamos y luego al árbol desértico y frunció el ceño.

-Prefiero subir yo- dijo, pero Nigel ya estaba trepando con seguridad al árbol y Antwan no se lo hubiera perdonado si no fuera porque olvidó todo al ver cómo se marcaba su trasero, ahora a la altura de sus ojos.

-Es más seguro de este modo. Si vuelve el ave irá a atacar a quien esté cerca de su nido.

Eso sonó razonablemente posible para Antwan, además tenía una excelente vista. Pero pronto supo que quizá Nigel había subestimado al ave.

Cuando apareció, claramente iba a atacar al guía, pero cuando esté le lanzó la mochila a Antwan, el ave se lanzó hacia él.

Intentó correr rodeando la pequeña isla pero no le quedó más que tirarse al suelo mientras tomaba una rama e intentaba asustar al pajarraco.

-¡Nigel! Necesito un poco de ayuda...

El guía consideró todas las opciones y suspiró tomando valor, comenzó a hacer ruido para desviar la atención del animal y tomó uno de los huevos que descansaban en el nido, eso definitivamente la enfureció.

Cuando el ave llegó hasta él y a punto de lanzarle algunos picotazos, Nigel la tomó por las alas y se lanzó al río con ella.

Antwan solo pudo alcanzar a gritar mirando como hipopótamos y cocodrilos se lanzaban hacía ellos.

Solo unos segundos después el cuerpo de Nigel desapareció del río y Antwan volvió a gritar, cayendo de espaldas al suelo mientras lo veía reaparecer por un portal en el cielo.

Aterrizó a un metro de él con elegancia, un rodilla anclada y apoyándose en el puño de la mano contraria, como lo haría un superhéroe.

Antwan se sintió como un estúpido por haberse asustado, un estúpido muy caliente. Por si no fuera suficiente, Nigel levantó la cabeza y con una mano se levantó un poco el ala del sombrero para mirarlo mejor.

-¿Estás bien?

Antwan asintió mecánicamente mientras pedía por favor a los dioses de la moda que no estuviera babeando en esos momentos. Claro que Nigel no le estaba ayudando nada.

-Bueno, creo que hoy comeremos huevos...- dijo Nigel mientras se levantaba.

-Claro... Espera, ¿Qué? ¿Aquí?- dijo Antwan con un gritito alarmado.

-No, los guardaré en la mochila y los comeremos después- explicó mientras volvía a subir al árbol- Sería un desperdicio dejarlos.

-Oh, cierto...- comprendió por fin Antwan, sintiéndose como un estúpido otra vez.

Nigel tomó cuatro huevos, no eran nada pequeños y serían una excelente cena después de comer solo fruta.

Lograron salir del río cuando los animales de nuevo se fueron a dormir, está vez no pudieron usar las rocas, pues un mamífero estaba descansando ahí, así que tuvieron que nadar hasta la orilla.

Welcome to Jumanji ~Nigtwan~ ~Freemanji~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora