87: mensaje inesperado

3.7K 195 43
                                    

•Pov Amelia
dos días después

Muevo levemente el cuerpo de pedri para que despierte pero no hace caso y eso que ya eran las 12 del día, ya hoy en la noche nos devolvíamos a Barcelona y habíamos planeado pasar un tiempo los dos solos en la ciudad y luego ir a despedirnos de mis abuelos.

Pero es que si ni siquiera se despertaba como íbamos a hacer todo lo que habíamos planeado.

Espero unos minutos antes de fingir que estaba en una llamada con sira.

—no se que hacer sira, no se como le dire a pedri que estoy embarazada —digo con voz de asustada y veo de reojo como pedri abre los ojos

Para después voltearse y mirarme con los ojos abiertos como plato, me rio en voz baja al ver su cara, sabia que se iba a despertar por algo así, cayo en mi mentira.

—hasta que al fin despiertas —le susurro y el me sigue mirando asustado— era mentira bobo, era para que despiertes, no serás el padre de mis hijos por ahora

—por ahora —me dice con una sonrisa antes de acercarse a mi y darme un beso

Cuando comienza a bajar el beso por mi cuello yo me separo de él, ahora no, debíamos de hacer otras cosas, es que este tío no paraba.

—que va pedri, debemos de apurarnos en estar listos, son las 12, ya nos hemos perdido la mitad de un día  —le digo parándome de la cama y el me mira de arriba a abajo, por un momento se me ha olvidado que anoche había terminado desnuda para variar

—si nos duchamos los dos nos apresuramos más —me dice con una sonrisa pícara y yo le volteo los ojos con una sonrisa en mi cara

—si me alcanzas antes de que cierre la puerta del baño entonces si —le digo antes de apresurarme en salir corriendo al baño

Entre risas los dos nos adentramos al baño, sabía que no nos íbamos a apresurar más si estábamos los dos juntos en la ducha, todo lo contrario.

•Pov pedri

—ves? todo tu culpa —me dice Amelia enfadada cuando llegamos al restaurante en el que queríamos almorzar pero ya estaba cerrado, nos demoramos mucho en la ducha

—no te veía quejándote hace un rato —le digo levantando mis cejas y ella se sonroja pero lo trata de ocultar mirando enojada para otro lado — que va, vamos a otro lado más lindo

Ella me mira indecisa antes de tomar mi mano pero la acepta para ponernos de pie y caminar hasta encontrar un restaurante que nos convenciera, finalmente encontramos uno que se veía apetitoso y bastante bonito.

Nos pasamos el almuerzo charlando de nuestras cosas, Amelia me estaba contando de su trabajo y tal, mientras que yo le estaba contando como le rogué a xavi para que me diera unos días libres y aún así poder jugar el sábado contra levante para la liga.

Estábamos a miércoles y volvíamos hoy así que solo me había perdido tres entrenamientos, no era tanto, me llega una notificación en mi celular y la miro extrañado al darme cuenta de quien era.

Reviso el mensaje y me quedo pálido.

•Pov Amelia

—qué pasó? Viste tu celular y ahora pareces un fantasma de lo pálido que te pusiste —le digo a pedri después de darle una cucharada a mi postre

—nada nada, todo bien —me dice con una sonrisa a medias pero se que no es así

Que vio en su celular? Tomo el mío pensando tal vez que ya se estaban inventando cotilleos de mi o de pedri, pero no hay nada, no le insisto más en el tema, si no me quiere contar pues vale, o capaz solo estoy siendo dramática y enserio todo esta bien.

¿Destino o casualidad? - pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora