Últimos días sin cuarentena

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Había escuchado muchas veces acerca de una enfermedad desconocida para la que no existía cura , y era algo me tenía muy anciosa y preocupada , tanto que el insomnio era parte de mi vida , mi físico había cambiado , mi rostro se había tornado más pálido y la parte inferior de mis ojos más oscura .
En las noticias se estaba comentando algo acerca de un confinamiento , así que comencé a pasear y disfrutar de las bellezas de la calle , las cafeterías , los parques y lo que más me encantaba , los bosques ,lo más que me fuera posible , así podría fotografiar todo lo que me pareciera hermoso , ( la fotografía es mi pasión).

Estaba caminado sobre las aceras mientras observaba con distracción las alturas, texturas y colores de los edificios , la luz del semáforo había apuntado verde por lo que me disponía a cruzar la calle , al avanzar con alrededor de tres o cuatro pasos un chico distraído se cruza en mi camino haciéndome caer bruscamente sobre el medio de la cebra y por otra parte mi cámara había sufrido grandes daños la lente había quedado destrozada y mi cartera al otro lado del borde.

—¡Pero que coño te pasa tío!¿Es que no ves por dónde vas?—Gruñí recogiendo todo lo que él había esparcido por su tonta distracción

—L... lo siento mucho en serio —Moduló rascando su nuca con el ceño fruncido luego apartó su mirada del suelo cuando se detuvo tres segundos en mis , tetas y luego haciendo una larga estancia en mis ojos

—Aparte de lerdo cochino — Hablaba poniéndome en pie y caminando con prisa para lograr escabullirme de ese momento tan incómodo.

—Lo siento pero creo que algo se te calló al suelo , oye , tía que te estoy hablando oye!!! ...
Pero obviamente lo ignoré y solo caminaba cada vez más rápido para llegar a mi apartamento .

Llegando a casa tiré mi bolsa a un lado de la cocina , solté mi cabello , quité mi sujetador y mis zapatos pero al salir tanto... Emmm mal olor de ellos decidí tomar una ducha .
Más tarde recostada de mi sofá con una mascarilla de aguacate y pequeñas rodajas de pepinos encima de mis ojos quedaba raramente dormida hasta que escuché el zumbido de el timbre de la puerta ; al abrir la puerta me llevé una desafortunada sorpresa .

—Tuuu ...-afirmé con rareza achicando los ojos de manera amenazadora —¡¡¡Aaaayyyyy un acosador !!! -gritaba descontrolada .

—Cállate me más a meter en problemas — Así trató de silenciarme colocando su mano en mi boca , pero como estoy demente mordí su dedo índice .

—¿Estás loca o que te sucede ?—Y creo que esa fue la pregunta más sarcástica que formularon para mí.

—Me das miedo tío , ahora ¿que quieres ?—Pregunté dando un suspiro con la mano en el pecho.

—Te quería traer tu cartera—Respondió extendiendo su mano hacia mí .

-¿Y como llegaste hasta aquí ?-Interrogué nuevamente .

—Ahí estaba la dirección —

—Ah claro que tonta —Le dije cerrando la puerta en su cara .

Apenas dándome la vuelta para por fin disfrutar de una confortadora siesta el timbre vuelve a hacer ese pitido, haciendo muecas con mi cara abro la puerta de mala gana y cada vez me estresaba más al ver su estresante cara , y retorciendo los ojos le digo:

—Y ahora , ¿que quieres ?—

—No lo sé , tal vez que vine a devolver algo y la dueña no lo recibió , aquí tienes —Respondió con picardía .

—Pareces un repartidor con ese típico vocabulario —

—Y dilo tía que este curro ya me tiene cansado —Afirmó con ironía , pero yo no reaccioné bien porque no escuché nada

—¿Qué? -Pregunté con desorientación .

—Ah , olvídalo —Así ordenó él retirándose del pasillo hacia la salida.

Observando como se retiraba poco a poco cerré la puerta y me tumbé en la cama , sin darme cuenta me quedé dormida y al despegar mis párpados era de noche y mis tripas reclamaban algo para su deleite .
Con tanto lío no había tenido tiempo de preparar nada así que lo más rápido que se me ocurrió fue pedir algo por el móvil , solo quise pizza , una hamburguesa , unas cookies y una malteada .
Esperaba con ansias mi pedido cuando el timbre de la puerta suena como de costumbre y al separar la puerta de su marco quedé realmente anonadada con lo que mis ojos habían visto

(si , era el chico que hay había visto más de una vez)

—¿Pero qué carajos ? . No puede ser .¿Tú de nuevo ?— Pregunté con los ojos como platillos.

—Si , si , si soy yo de nuevo . Siento decepcionarte pero lamentablemente para ti y para mí estoy doblando turno , toma tu pedido ya me tengo que ir —Respondió más desanimado pero entristecida por su cara dije:

—Si quieres puedes pasar a comer , creo que es suficiente para los dos —

Y sin pensarlo mucho respondió :

—Claro , tengo muchísima hambre — y entró como Pedro por su casa con par de bolsas verdes en sus manos y sonriendo como un tonto , tiró su gorra de repartidor en el sillón y se tumbó en el sofá .

—Y... ¿Cuál es tu nombre? — Preguntó sonriente .

—Almudena, ¿y tú?—

—Aníval , ah por cierto lindo nombre —Comentó como muestra de simpatía.

—Agg , por favor no seas tan obvio—Le dije , pero observaba que sus ojos se cerraban y pude ver lo cansado que se encontraba solo fui a mi habitación y lo abrigué con una cobija .

*****

—¿Entonces? —Preguntaba ansioso mi psicólogo .

—¿Entonces?— rectifiqué , —entonces será un nuevo día , ya son las once y mi turno de hoy ya terminado , hasta luego.

Solo Llegaste Sin AvisarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora