Capítulo: 1

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Emilio Marcos termina de limpiar su rostro con un paño húmedo y viejo, se mira por última vez en el pequeño espejo que guardaba en unos de sus bolsillos y asiente estando conforme.

Carraspea con suavidad al sentir su garganta levemente seca y lanza el paño a algún lugar de la habitación.

Se sienta sobre la mitad de un barril que él mismo había cortado para poder sentarse y toma el único lápiz de carbón que le quedaba, debía conseguir uno nuevo, al sacarle punta constantemente con una de sus dagas este obviamente había perdido su tamaño.

Mira la hoja que había dejado a medias la noche anterior y cierra sus ojos para poder tomar un poco más del borroso recuerdo que había en su mente.

La poca luz que le entregaban las velas no le ayudaba mucho y ni hablar del constante movimiento del barco debido a las furiosas olas.

Pone su lápiz sobre los ojos de su dibujo y comienza a repasar, dándole forma y sentido, intentando darle la misma vitalidad que había en sus recuerdos.

Necesitaba recordar a su madre de alguna forma.

Su ceño se frunce al momento de hacer los detalles, los detalles marcaban la diferencia o eso era lo que le decía Li.

Deja de mover su mano cuando siente una explosión, el sonido se le hacia tan conocido que sabía exactamente lo que era.

Agudiza su oído e inmediatamente se lanza al suelo, la bola de cañón destruye todo a su paso, el póster de madera que lograba mantener en pie el techo de su habitación queda totalmente destruido y la gravedad hace de las suyas.

El techo cae y Emilio rueda sobre el suelo, tose un par de veces debido al polvo y toma la espada que había dejado en su cama mal hecha, la desenfunda y sale de las habitaciones.

Corre a través de los pasillos logrando toparse con un par de compañeros, todos iban a cubierta.

Cuando Emilio llega ahí y escucha a Li gritando indicaciones, pero no había mucho que hacer, el Dragon se estaba hundiendo, el casco seguía siendo perforado sin piedad una y otra vez.

__¡Marcos cuidado!__el oji-verde escucha la voz de su capitán y rápidamente se voltea, alza su espada logrando detener la de su enemigo y lo mira a los ojos.

Emilio se inclina y golpea su cabeza con la del contrario, sin pensarlo más de dos veces, perfora el cuerpo del otro pirata con su espada.

Si tenía que morir ese día, moriría con honor.

Honor... Algo que no todos los piratas tenían, pero la tripulación Dragon se caracterizaba por eso__la mayoría de las veces.

Emilio siente un corte en su espalda y gruñe ante eso, la podía sentir sangrar.

Se agacha y gira en su lugar cortando las piernas de la persona que lo había herido, toma al desconocido por su vieja camisa y con la mirada puesta sobre sus ojos entierra su espada en el abdomen de este.

Emilio no lo deja caer hasta asegurarse que había perdido la vida.

Los muertos no hablan.

El oji-verde suelta un suspiro y se siente agobiado cuando ve como varios piratas seguían invadiendo su hogar.

Porque Dragon era su hogar y la tripulación su familia.

Era una total emboscada, todo ardía a su alrededor, incluso los barcos desconocidos.

El mástil cae a su lado siendo totalmente consumido por el fuego y la Jolly Roger cae frente a sus ojos volviéndose cenizas.

Tensa su mandíbula y se mantiene perdido en medio del caos, jamás pensó que eso pasaría, jamás se le había ocurrido que se organizarían para atacarlos.

Emilio sin dudarlo se voltea estando dispuesto a matar a cualquiera que se le cruzara.

Frunce su ceño cuando ve a Ji-Yang siendo acorralado, literalmente lo estaban ahorcando y empujando hacia el borde del barco.

Gira la espada en su mano y agarra del cabello graso al pirata que le daba la espalda, arquea su cuello y desliza limpiamente su espada por su cuello.

La sangre salpica en el rostro de Ji-Yang el cual le da un asentimiento en modo de agradecimiento.

__¡Cuidado!__Emilio no logra prevenir el fuerte golpe en su cabeza y cae del barco, con sus manos cubre su rostro para no lastimarse con todos los inplementos que estaban flotando sobre el agua.

Madera, fuego, hierro, cuerpos inertes flotando.

El agua estaba congelada, abre sus ojos y frente a él veía como el Dragon lentamente se estaba hundiendo, alza la mirada cuando siente gritos y se da cuenta que el Mástil de uno de los barcos enemigos venía directamente hacia a él.

Intenta nadar hacia a un lado para evitar el golpe y que este lo arrastrara al fondo del mar, pero aún así siente como su cuerpo es jalado hacia abajo.

No tenía suficiente aire en sus pulmones, no lograría nadar hacia la superficie.

Lo último que le quedaba de oxígeno abandona sus labios y su conciencia se comienza a apagar.

Era desesperante sentir como el agua invadía su cuerpo, cada vez se sentía más pesado y sus pulmones ardían.

Moriría.

Sabía que lo haría.

Su cuerpo deja de luchar y sus ojos se cierran, su cadáver iría al fondo del mar y estaba bien con eso.

Intentó proteger a su tripulación, peleó con honor y lealtad, moriría en su hogar, estaba bien.

Emilio no le temía a la muerte, jamás lo había hecho, no tenía nada que perder y cada día de su vida como pirata era una buena aventura.

Recuerdos comienzan a pasar por su mente como una línea de tiempo.

Él corriendo sobre la cubierta con apenas ocho años.

Cuando comenzó a practicar con su primera espada.

Cuando estuvo a cargo del timón por primera vez.

Su primera vez pisando tierra.

Su primera propuesta para asaltar uno de los muelles.

Cuando dirigió por primera vez a toda la tripulación en un asalto.

Cuando se volvió la mano derecha de Li.

Emilio finalmente se deja consumir por la oscuridad, estaría en paz o bueno, eso quería creer él.

OCEAN HEART (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora