OCEAN HEART (Emiliaco)

Capítulo: 5

Li patea el pie de Emilio y este gruñe, ¿no podían dejarlo dormir aúnque sea por un par de minutos?

__¿Qué sucede?__el rizado abre sus ojos esmeraldas y su capitán se mantiene mirándolo fijamente.

__Va a haber una celebración en el pueblo__murmura y Emilio asiente para luego volver a cerrar sus ojos.

__No debo acercarme, entiendo__el oji-verde escucha perfectamente como Li suelta un suspiro pesado, por lo cual vuelve a abrir sus ojos__¿cuál es el problema?

__El problema es que estamos invitados y no podemos declinar__Emilio se levanta de su lugar e intenta mantener sus ojos abiertos__sólo debemos mantener la compostura.

Emilio solo se permite asentir, tenía demasiado sueño, pero no iba a decepcionar a Li, si todos los piratas de la tripulación debían asistir, el también lo haría.

__¿A dónde vas tan rápido?__el oji-verde detiene su caminata ante la característica voz cantada de ZanJin.

El castaño se acerca a Emilio y pasa uno de sus brazos por los hombros de este, lleva la botella de Ron a sus labios y le da un largo trago.

__ZanJin, apestas__el oji-verde vuelve a avanzar y dejaba que ZanJin se apoyara en el, la risa de su compañero lo distrae de las miradas que la gente les daba al estar cada vez más cerca del pueblo.

__Llevo bebiendo todo el día, obviamente ¡apesto!__alza la voz en la última palabra y Emilio ríe fuertemente, no lograrían mantener la compostura.

El pueblo estaba repleto de campesinos y guardias, habia un grupo tocando en un pequeño escenario de madera, tenían intrumentos como violines, guitarras y bueno, Emilio no lograba reconocer todos los intrumentos.

Se le hacia ilusión ver un violín de cerca, había estado aprendiendo a tocar un poco antes de que sucediera la emboscada.

Siente un golpe detrás de él y se voltea a mirar, ZanJin estaba sentado en el suelo, se veía un poco aturdido.

Recorre con su mirada el lugar y logra ver a Li junto a los demás en un costado del sitio, reían mientras bebían.

El oji-verde se agacha para levantar a ZanJin y lo arrastra con él hasta llegar con sus compañeros.

Ji-Yang deja de beber cuando ve al par llegar, inmediatamente se levanta de su asiento para dárselo a ZanJin, se veía que no duraría más de un minuto estando de pie y no querían armar un escándalo.

__Iré a buscarle algo de comer__Emilio habla lo suficientemente alto para ser escuchados por todos, no espera respuesta alguna cuando ya se había volteado para ir a buscar lo prometido.

Sabía que llamaba la atención.

Llevaba una camisa blanca abierta en la zona de su pecho arremangada en sus brazos, sus tatuajes estaban a la vista y le agradecía a Song-Lan por ser tan genial a la hora de tatuar.

Habían argollas de oro en su oreja izquierda y el cuero de color negro predominaba en ciertas zonas de sus pantalones, llevaba exactamente tres dagas incrustadas en un cinturón de cuero que colgaba en su cadera.

Y el gran secreto era cuando tenía su pecho descubierto, aparte del exceso de tinta sobre su piel que contaba múltiples historias, en su pezón derecho tenía una perfecta perforación cicatrizada.

Se la había hecho en una noche de borrachera, recuerda que al día siguiente que había despertado, había sentido una pequeña incomodidad y ahí estaba esa argolla de plata que ahora había sido cambiada por una barra de plata.

Hasta el día de hoy desconocía a la persona que lo había perforado, quizás lo había hecho el mismo, no recordaba absolutamente nada.

Emilio sale de sus pensamientos cuando es interceptado por un pequeño grupo de mujeres, todas hablaban tan rápido que realmente el pirata no les estaba entendiendo nada.

Aúnque comienza a entender de a poco ante las pequeñas insinuaciones que le lanzaban, Emilio hace una mueca y comienza a negar con su cabeza, alza ambas manos para no tocar a ninguna chica, no quería que armaran un escándalo ante el rechazo.

El pirata se aleja de ellas y finalmente rueda sus ojos, camina hasta el lugar dónde había un pequeño banquete y sólo toma lo necesario.

Sólo le llevaría un poco de pan crujiente y uvas, no quería darle algo pesado a ZanJin, luego lo devolvería.

__Comes poco__una voz suave se escucha a su lado y Emilio mira por un momento, era un chico de piel dorada y pelinegro, no podía ver bien el color de sus ojos debido a que le estaban dando la espalda a la fogata y la oscuridad predominaba en sus facciones.

__No es para mí__sólo agrega eso y se iba a dar la vuelta, había aprendido a no relacionarse con personas que no fueran de su círculo de amigos.

Siempre traían problemas.

__Ví tus dagas, te hacen falta unas nuevas__murmura el pelinegro y se lleva un par de uvas a la boca__soy herrero, puedo hacertes unas nuevas.

La desconfianza invade por completo el cuerpo de Emilio y se pone a la defensiva, sus facciones se endurecen y su ceño se frunce.

De pronto daba miedo y había dejado su aura de amabilidad, el chico frente a él traga en seco pero aún así no retrocede.

__¿A cambio de qué?__la pregunta sale toscamente de sus labios y no le interesa, siempre pedirían algo a cambio.

Un claro ejemplo era ese gran barco que estaba siendo construído en el muelle.

__Sólo quería ser amable__el oji-verde seguía viéndose a la defensiva, no le creía absolutamente nada.

__No necesito dagas nuevas__sin más se da media vuelta y avanza directamente hacia su grupo, sólo se concentraría en ZanJin y olvidaría la rara conversacion que acababa de tener.

Cuando finalmente se une, puede sentir la mirada inquisidora de Li sobre su nuca, pero no se voltea.

Aguanta sus ganas y se concentra en despedazar un poco el pan para su compañero, ZanJin a penas podía abrir la boca debido a lo adormecido que sentía su rostro.

El oji-verde lo alimenta con toda la paciencia del mundo y es un poco extraño para las personas que pasaban cerca de ellos.

Generalmente pensaban que todos los piratas eran personas despiadas y sin corazón, brutos que se dedicaban a beber alcohol y asaltar puertos.

La tripulación Dragon era mil veces mejor, ellos sin duda marcaban la diferencia.

Y lo sabían.