Capítulo: 15

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Emilio rueda sus ojos y escapa de la conversación, no era un jodido niño pequeño.

__Emilio, esto es serio ¿puedes ver lo grave que es?__el oji-verde se detiene en su lugar y tensa su mandíbula, respira hondo y tantea con sus dedos su cinturón de cuero.

Necesitaba calmarse.

__Sabes que odio que tomen mis cosas y ellos tomaron algo mío, agradece que no les quebré el cuello__gruñe por lo bajo y sigue caminando.

Li lo deja ir, sabía que necesita calmarse y también sabía lo territorial que era con sus pertenencias.

Emilio llevaba lo que más amaba sobre él mismo, era lo suficientemente desconfiado como para no dejar nada importante en ningún lado.

Siempre decía que si iba a morir, moriría con ellas.

Pero había enfrentado a un par de guardias del Rey y lo que menos necesitaba era tener que relacionarse más con aquel sujeto, no le daba buena espina y siempre acertaba con lo que predecía.

Los rumores volaban como el viento y Li sabía lo inhumano que podía llegar a ser si no obtenía lo que quería, un claro gesto es lo que le hizo a su único hijo varón.

Era un demente.

Emilio patea con fuerza una rama caída de un árbol y sigue caminando sin rumbo alguno para muchos, pero tenía un claro objetivo.

Sentía su cuerpo entero arder y necesitaba algo helado para despejarse, no podía enojarse con su capitán, pero realmente odiaba que tomaran sus jodidas cosas.

El pirata camina hacia el típico estanque, agradecía que este no era un lugar que se encontrara a la vista, los arbustos abundaban y parecía ser un pequeño lugar secreto.

Con toda la rabia del mundo comienza a desvestirse y acumula su ropa en un rincón, cerca de la roca en dónde solía apoyarse.

Ese día no se reuniría con Joaquín, no se habían puesto de acuerdo así que pensaba que el lugar sólo sería para él.

Que equivocado estaba.

Cuando Emilio ya estaba dentro del agua con sus ojos cerrados, relajándose, siente como una corriente marina se formaba en el estanque y eso era imposible a menos que alguién la hubiera creado.

El pirata abre sus ojos y se encuentra con el rostro de Joaquín, el cual tenía su cabello húmedo y chorreante, sus ojos estaban encendidos en enojo y... Miérda, ¿sus dientes habían cambiado? Sus ojos brillaban más de lo normal, no se alcanzaba a reconocer su verdadero color y causaba miedo, no parecía ser él mismo.

Emilio se mantiene en silencio, de pronto todo su cuerpo se había puesto en alerta.

__¿Qué haces aquí?__la voz del tritón suena extraña, más ronca de lo normal, el oji-verde puede comprobar que sus dientes realmente habían cambiado, tenían un filo excesivo.

Estaba seguro que un solo mordisco por parte de Joaquín le arrancaría la piel.

__Tuve un mal día__murmura el rizado y suelta un suspiro__al parecer tú también lo tuviste.

Joaquín asiente ante eso, pero aúnque se veía más calmado, su apariencia aún no cambiaba.

__¿Qué te sucedió?__Emilio no se haría de rogar ante un tritón molesto frente a él, así que abre su boca dispuesto a responderle.

__Lastimé a unos guardias del Rey y mi capitán me dió un sermón, lo entiendo, pero odio que tomen mis cosas__Las facciones de Joaquín se relajan de a poco, se aleja lo más que puede del cuerpo de Emilio y se apoya contra la pared de roca que había detrás de él.

__¿Qué tomaron y qué les hiciste?

__La pulsera que me diste, a uno le corté un poco el cuello y al otro le perforé la mano con una daga__los ojos de Joaquín vuelven a su color natural y luego este pasa su lengua por sus dientes comprobando que también habían vuelto a la normalidad.

__¿Hiciste todo eso por la pulsera que te regalé? Tu vida puede estar en peligro.

__A la miérda, nadie toca lo que es jodidamente mío, tu pulsera es importante para mí y ellos se pueden ir al infierno, no me importa__Joaquín ríe ante eso y echa su cabeza hacia atrás mientras reía__¿Me dirás que te sucedió a ti?

__Mi madre y sus lecciones, son tan estresantes, cuestiona todo lo que hago y miérda, cada vez me recuerda lo que tengo y no qué hacer, como debo actuar, como debo hablar__Emilio se acerca hasta a Joaquín y se apoya a su lado, ambos chicos mantenían su mirada al frente.

__Debe ser una miérda.

__Lo es, no para de recordarme de que cuando cumpla veintiuno tengo que comprometerme__el rostro de Emilio cambia ante eso, no tenía idea sobre aquello__aún me queda cerca de un año y medio para que eso pase.

__¿Te comprometerás?

__En algún momento debo hacerlo__Emilio muerde su labio inferior y guarda silencio.

Él jamás tendría que pasar por eso, jamás lo forzarían a comprometerse porque ya estaba comprometido con la libertad.

El pirata se voltea hacia a Joaquín e inconscientemente acerca su cuerpo al del tritón.

Joaquín siente el pecho de Emilio en su brazo y podía sentir perfectamente el acelerado latido del corazón del pirata.

__¿Tú quieres comprometerte?__Joaquín voltea su rostro hacia a Emilio e iba a darle una mala mirada ante la estúpida pregunta, sus palabras quedaron atrapadas en sus cuerdas vocales ante lo cerca que estaban.

Mierda, sentía que no podía respirar.

Emilio mantenía sus ojos fijos en los ojos del castaño y Joaquín no podía evitar bajar la mirada constantemente a los labios del rizado, no podían culparlo.

Nunca había estado tan cerca de Emilio, podía ver cada lunar esparcidos como estrellas en su rostro, sus ojos se veían más atrapantes de lo normal y sus labios... Tan rosados que parecían haber sidos pintados con el mismo color de las rosas.

__¿Quieres besarme?__Joaquín no podía entender como Emilio no tenía vergüenza al momento de hablar, siempre tan altanero, arrogante y decidido.

Ojalá el pudiera hablar de la misma forma sin remordimiento ni vergüenza.

__Sí.

Al parecer sí lo había hecho y no sabía a dónde exáctamente iría a parar toda esta situación, pero esperaba no decepcionarse y menos quedarse con las ganas.

OCEAN HEART (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora