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Scarlett's POV:

Llevábamos ya una semana estando distantes, tan distantes como cuando ella se mudó al otro jodido lado del mundo. Ahora resulta que le es importante Tatiana, no era tan importante cuando estaba besándome sin control hace una semana atrás.

Joder, aquí estoy yo rompiéndome la cabeza, mientras ella tal vez ya esté enredándose con Tatiana nuevamente.

Lo mejor y más interesante de esta semana es que los niños han accedido a pasar tiempo conmigo y que me quedaré casi permanente en la casa, y no pude faltar que dijeran que era mejor que la Tatiana.

Han pasado dos horas y sigo petrificada en el asiento mirando a ver si vuelve ya, no sería una sorpresa si vuelve de la mano con ella.

Caminé mirando por la ventana, parecía las abuelas y tías chismosas que hacen de seguridad en el barrio donde vivía antes cuando era pequeña, qué horror.
Volví a sentarme pasándome las manos por la cabeza despeinándome. Volví a ponerme de pie, pero la puerta se abrió.

- Joder -se llevó la mano al pecho- ¿por qué eres así?

- Lo siento -gagueé un poco- solo iba a tomar algo de aire -mentirosa compulsiva- pensé que no llegabas hasta más tarde -cambié el tema en la oportunidad que pude.

- Cambio de planes -ya había cerrado la puerta y estaba quitándose el abrigo y dejando las llaves en la mesa para entrar a la cocina.

Sentía que el corazón se me iba a salir del pecho, quería ir a preguntarle. Necesitaba respuestas inmediatas, necesitaba saber. No es como que a estas alturas tenga oportunidad, aunque pensándolo bien, eso es una total mentira que quiero creerme porque las cosas están claras.

Mejor así.

- ¿Quieres algo en particular? -entró a la cocina sin mirarme, su rostro estaba neutro. No tenía ningún tipo de expresión marcada. Eso daba miedo para una persona que todo lo dice.

- Entré a la cocina con cautela, no quería despertar al monstruo, si es que había uno- ¿Tienes ganas de algo en particular?

- No, lo que quieras -habló con la cabeza metida en la refri.

- Bueno, ya está bien -cerré la puerta y por un pelo de segundo por poco se la estampo en la cara- me disculpo por lo cerca que estuvo eso -hice una pausa con una mueca- ¿Quieres que sea tu amiga? este es el momento para serlo.

- No sé de qué hablas -giró los ojos sentándose en la isla.

- No te hagas -me quedé mirándola sabiendo que estaba mintiendo.

- No sé de qué hablas -volvió a repetir molesta.

- Te conozco, escúlpelo todo -di unos golpecitos en la isla- no te juzgaré, solo soy tu amiga. Aunque te diré que si estás mal, estás mal -levanté las manos al aire y las volví a poner en la isla esperando que me soltara la sopa.

¿Estaba preparada para la verdad? No.

¿Estaba siendo una inútil y solo quería torturarme para luego enrollarme en la cama a llorar? Lo más probable.

- Tatiana y yo hemos roto -me miró seria.

- Me estás jodiendo -contesté.

- Me ha dicho que nunca funcionó porque quería que fuera como tú.

- ¿Te ha dicho eso? -me convertí en la chismosa de un momento a otro, quería que me contara más.

- Me lo ha dicho sin más -se encogió de hombros, aún con la cara neutral.

¿Solo es actuación, no? IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora