Salí rumbo al parque, yo sola, como siempre, camine por todo aquel gran parque y me senté en unos de los bancos que estaban allí, cuando escucho besos y ¿Gemidos? Y...Voltee.
Al voltear vi a unos chicos de unos 18 años, el chico estaba sentado al otro lado de la banca donde yo me encontraba de espaldas sentado y la chica estaba en las piernas del chico con sus piernas alrededor de la cintura del chico, besándose en una guerra de saliva ¡Me traume! Y a parte estaban moviéndose en unas suaves embestidas, gimiendo contra sus labios, me parecen muy sinvergüenzas, yo ni loca haría eso y mucho menos en un parque publico, así fuera con el hombre de mi vida, estos chicos estaban estables con la ropa, pero algo no lo tenían en orden era la excitación, quede congelada viendo a esa pareja de jóvenes casi teniendo sexo frente de mi, me encantaría molestarlos... Me levante de la banca y me puse justo atrás de la chica, a lo que pude ver claramente al chico, era el del centro comercial ¡Ja! Ninguno me veía, se besaban con los ojos cerrados.
-¿Hola?- Les dije a aquella pareja sinvergüenza, no prestaron atencion a mi presencia-¡Hola!- Dije gritando, no me escucharon y finalmente termine empujando a la chica por la espalda, ambos cayeron, el chico cayo extendido en la banca y la chica obviamente termino encima de él.
-¡Auch!- Exclamo el chico sobandose la nuca, la chica estaba terminando de quitarse de la posición en que se encontraba-¡Oye! Tú ¿Que te pasa?- Dijo mirándome e irviendo de fuego por lo enfadado que se encontraba.
-¡Oye mocosa! ¿Que mierda te pasa? Nathan ¿Quien es?- Dijo la chica no respondiendo tan bien ¿No te gusto que te interrumpiera el momento? Gracias por hacerme saber su nombre, puta. La chica tenia una cara diabólica! Jaja.
-¡Nathan! ¿Quien diablos es esta puta? ¿Que haces con ella? ¡No soy ningunas de tus putas como para que me uses como esta!-Dije yo actuado molesta, me moría por ver la reacción de la chica ¿Por qué diablos hago esto? ¡Soy una maldita sin oficio!
-Yo no conozco a esta chica ¡Creeme Joongy!- Dijo el chico histérico rogándole a la chica que le creyera, esta le dio una cachetada y se fue, quede yo... Sola con este chico que no era primera vez que lo veía- ¿Que mierda hiciste imbécil?-Me grito el tal "Nathan". No permitiría que me tratara así.
-Hola- Lo salude sonriente- Te hice un favor, te estaba engañando con otro chico -Mentí, pues nunca la había visto en mi vida- Y... No me hables de esa forma.
-Ella no era mi novia, pero ¿Por qué demonios interrumpiste ese momento tan caliente que disfrutábamos?- ¡Que puto! Me lo dijo él tan relajado. Que mal que es hermoso.
-Oye desgraciado solo pensé que era tu novia y yo la había visto con otro chico revolcándose, pero ya me di cuenta que ambos se buscan es por sexo- Dije molesta viéndolo y al instante pensé ¿Por qué me meto en sus problemas? Ni siquiera lo conocía ¡A demás estaba jugando!- Olvida lo, ni se porque te hablo, adiós.- Me fui de nuevo sin recibir respuesta de ese chivo tan misterioso ¡Jugue con ellos es todo!
Estaba llegando a casa, sentía una presencia tras mio, pero cuando volteaba... No había nada, secuestrenme o matenme y ya!
Entre a mi casa, todo estaba con las luces apagadas, ya era de noche y no había encendido las luces antes de irme al parque.
-Ah... Solo quiero irme de esta estúpida vida- Susurré a mi misma.
En realidad ya estaba a punto de de tomar una soga, atarla en alguna columna de la casa y tan solo conlgarme allí o simplemente dañar mis notables venas con la fina ojilla de un cuchillo. Subí a mi habitacion , me acosté en mi cómoda cama y estuve allí casi media hora con los ojos abiertos, por alguna razón no podía caer en un sueño, mi madre llegaría casí a la mañana y se iría, casi nunca esta conmigo por su trabajo de policía. Casi estaba quedandome dormida, mis ojos pesaban hasta que escuche un fuerte ruido en la parte de abajo de la casa, mi habitación quedaba arriba ¿Que fue eso? ¿Sera mi madre? ¿¡¡¡Vinieron a matarme!!!? Siiii.
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El Ladrón Y Su Regalo
Fiksi RemajaMi corazón cada vez latía más rápido; sin darme opción siquiera de calmarme... Todo a mi alrededor se iba desvaneciendo, cada día, con cada palpitar llenaba mis venas de desesperación, sin más que hacer, solo me preparaba para aquel final, aunque si...