𝑻𝒓𝒂𝒊𝒅𝒐𝒓𝒆𝒔

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El día se mostraba como siempre, sombría y grisácea. Sans ya se había despertado, tan tarde como de costumbre. Mientras fumaba en su balcón veía los árboles secos en los alrededores, pues se encuentra en su hogar, al menos el que usan para escapar de las autoridades, una cabaña en el bosque de Snowdin con todos los lujos y comodidades posibles, dejando de lado lo extravagante por supuesto

Dos departamentos y otra casa más pequeña es lo que usan en Snowdin por si hay una emergencia que amerite su presencia constante, pero, ahora tienen un trabajo más importante, es por esto que apagando su puro en el cenicero bajó hasta el primer piso, salió al jardín y vio una bodega que fácilmente sería de herramientas

Pero ese no es el caso, pues golpes y gritos se podían escuchar en este "pequeño" cuarto. Sans entró y aparentemente todo estaba vacío, pero abrió una puerta que estaba en el suelo, bajando por escaleras largas hasta llegar por un pasillo que si tuviera piel estuviera muriendo de frío en este momento

-¡Ya les dije que no pienso hablar!

El grito de Muffet había llamado su atención, es por esto que se colocó al lado de la habitación donde estaba, seguido del sonido se cadenas moviéndose y más quejido de la araña, habían risas de quienes la interrogan, todos divertidos de verla furiosa

-Las mujeres ruidosas se ven tan feas, más aún enojadas -dijo uno de ellos- Me gustan más cuando se callan

-Lo mismo digo -respondió otro de ellos- ¿Y si la ayudamos a ponerse más cómoda?

-Oh, si me tocan seguramente es lo último que harán en sus vidas -la seriedad en su voz podría parecer aterradora- Inténtelo, pero son tan poca cosa que solo pueden tocar a una mujer que está encadenada jaja, seguramente todos ustedes son más vírgenes que cualquier señorita, que lástima me dan

-Esta mujer es una desgraciada

-Lo mismo digo, la detesto ahora

Entre las quejas de los sujetos había miedo, porque los colmillos de la araña goteaban un líquido extraño, seguramente es su veneno y en cualquier momento iba a matarlos si se le acercaban, finalmente había logrado detenerlos y asegurarse de que no le hagan daño, se siente medianamente segura, pero quiere ver a Asriel

-Las mujeres que hablan y expresan sus inquietudes me gustan, más aún cuando saben defenderse de mal nacidos -dijo el esqueleto ahora en la habitación, sorprendiendo a todos por su repentina aparición- Pero esta no me gusta, una criatura tan despiadada como yo no queda conmigo

-J-jefe, buenos días

-No l-lo esperábamos tan temprano

-No se preocupen muchachos, pueden salir de aquí, yo mismo le sacaré la información a esta mujer, pueden irse

Sin queja alguna todos los monstruos salieron, dejando a su jefe con la araña, esta simplemente lo miraba como un profundo desprecio, deseaba matarlo en este momento

-¿Porqué el Zar mandó a matar a Mettaton?, solo debes responder a eso, ¿tan difícil es hacerlo? -se acercó a ella- Parece que alguien me odia

-Hasta que dices algo coherente -le sonrió de forma sarcástica-

-No quiero golpearte a ti, pero posiblemente a tu novio, esposo amigo o amigo con derechos sí, está tan furioso, si tan solo lo vieras...-había logrado llamar la atención de la araña- Su cuerpo está lleno de rasguños y golpes, se ve mal

-¡Eres un cobarde! -intentó liberarse pero fue totalmente inútil- ¡Solamente pueden con el estando atado!

-No niego que es muy fuerte, pero yo lo soy más jaja -el rostro de la araña no expresaba otra cosa más que odio- Bien, supongo que tal vez he refrescado tu memoria

𝑸𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒖𝒏 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐...(𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂𝒇𝒆𝒍𝒍)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora