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El frio de la mañana junto al olor a hierba es increíble, es imposible no sentirlo por todos lados, el pasto es áspero al tacto, haciendo cosquillas sobre mí, sé que es momento de irse, pero al mirar sus ojos negros y cabello del mismo color, hace inevitable no querer quedarme un momento mas a su lado, pero con un fuerte viento provoca que la hierbas junto con las flores hagan cosquillas y provocan que me decida ha quedar sobre el.

Cada poro de mi cuerpo siente su calor y fuerza.

Cada musculo de su cuerpo se mueve

Soy capas de sentir su fuerza de voluntad

Se las ansias que tiene, puedo sentirlo

Todas estas emociones que nos rodean cuando estamos juntos,

Su respiración es tan fuerte y clara que provocan cosquillas y emoción.

Sentirlo bajo de mi genera una adrenalina que no tiene comparación.

Pero no es momento aún tenemos que esperar.

Sin darse cuenta eran observados, esta presencia veía claramente a esa bella figura, que parecía irreal, sacada de un cuento, su cabello era de un negro tan oscuro como las nubes que traían la tormenta en el horizonte, con un pequeño mechón blanco como la nieve detrás de una de sus orejas, estaba anonadado con la belleza de esta chica y el viento la acompañaba, la hacia ver con una belleza atemorizante y sus ojos de un azul profundo, solo reflejaban frio, era la viva imagen de su madre, una mujer frio, pero con un cuerpo despampanante, sus caderas de un buen tamaño, sus pierna contorneadas y delgada, lo que mas la hacia destacar era su altura, ya que no media demasiado apenas 1,59 y eso la hacia ver pequeña sobre la bestia en la que se encontraba.

Era digna de retratar.

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Bueno esta es mi primera historia como tal

La tengo guardada hace años en mi borrador y me encuentro a punto de darla a conocer que nervios


Entre la espada y la paredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora