No me Odies Autora ;-;

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Despierte con el calor de un cuerpo entrelazado al mío, Derek se encontraba en mis brazos, lo que provoco que una sonrisa se formara en mi rostro. Nunca había sonreído tanto después de lo de Luria como en el último tiempo. Luego de nuestra primera sesión real, en la que no solo me desafío poniéndose piercings sin mi permiso (Aún no sabía si debía castigar o agradecer a Nero por ello), sino que además busco el castigo y mantuvo su postura durante este, Derek demostró realmente querer progresar y superar los traumas que Cross le había dejado. Aun me costaba creer que aquel chico que temía a todo y todos y que no se dejaba tocar se hubiese convertido en esta masa de energía sexual. Una vez que aprendió a confiar en mí y dejo atrás todos los prejuicios sexuales que tenía, nuestra relación avanzo cada vez más. Desde la Fiesta del Cerezo sentí como si nos hubiéramos unido más que nunca, y a pesar de que ya habían pasado varias semanas de ello, aún era un recuerdo muy presente en mi mente. Mis labios encontraron su nuca y la besaron. Sentí nuestras piernas entrelazadas y su mano, que aun durante la noche, siguió entrelazada a la mía a la altura de su pecho. Respiré profundamente metiendo la nariz en su pelo. Sentí a mi mente divagar por unos minutos entre un limbo entre dormido y despierto hasta que Derek se removió en mis brazos.

—Buen día amo— Dijo con voz ronca mientras se frotaba los ojos con la mano derecha, la izquierda apretó la mía levemente.

—Buen día hermoso— Lo sentí parar sus movimientos una milésima de segundo antes de taparse la cara con la mano y ocultarla en el brazo que estaba usando de almohada, que por cierto ya casi no sentía.

-No me digas así- Desde que descubrí que los apodos cariñosos derretían a Derek, no había parado de usarlos.

Lo apreté entre mis brazos y estire el cuello incorporándome en un codo para besarle la mejilla —No.— Luego le bese cerca de la oreja —Pienso.— Le bese en la frente —Parar.— Le bese en el pelo —De.— Otro beso —Decirte.—Beso —La.— Beso —Verdad.— Beso —Nunca.— Procedí a darle pequeños besos por la cara y el pelo, cortos y rápidos. Termine en el cuello, donde mis besos se prolongaron un poco más; Derek parecía ronronear y reírse entre dientes, pero al darle el último beso, un poco más húmedo que los anteriores, me pareció escuchar un gemido bajo.

Derek se dio la vuelta y sus ojos encontraron los míos, percibí como mantuvo cierta distancia entre nuestros cuerpos, ya que nos encontrábamos desnudos de la sesión de la noche anterior, que fue un poco brusca.

—¿Cómo estás? ¿Te duele algo?— Pregunte pasando una mano por su frente para quitarle los mechones caídos sobre la cara.

Derek negó con la cabeza y se metió en el hueco de mi cuello —No, estoy bien, solo estoy cansado, me pesa el cuerpo— Permanecimos unos minutos sin hablar, en los que me entretuve acariciándole el pelo y la espalda, solo dejando que nuestras respiraciones y cercanía llenaran el silencio. Le sentí mover la cabeza y comenzar a besarme la clavícula con besos castros, tal como yo había hecho al inicio.

No puedo evitar sonreír, pues sabía lo que estaba haciendo— Derek.

—Mmm...?— Murmuro inspirando profundo, pegado a mi piel.

—Pensé que estabas cansado— Mi voz sonó más a un comentario divertido que a un reproche.

Derek me ignoró monumentalmente y continuó su recorrido por mi pecho, yo me deje hacer y recosté la espalda en el colchón para darle más acceso, lo que provoco que él terminara con medio cuerpo encima de mí, dándole un respiro a mi brazo dormido. Derek levantó la cabeza y se acercó a mis labios. El beso comenzó lento, letárgico por el cansancio que traíamos del día anterior, pero pronto comenzó a subir intensidad. Apoye las manos contra la cama y me incorpore hasta que mi espalda choco contra el respaldo. Derek se sentó ahorcajadas, lo que me permitió sentir su erección palpitante sobre mi estómago. El entrenamiento había tomado un rumbo interesante en el último tiempo: en vez de suprimir los deseos de su cuerpo, Derek debía incentivarlos, lo que nos llevó a muchos juegos sexuales de varios tipos. Mis manos se pasearon por su espalda mientras él movía las caderas sensualmente sobre mi erección. Tire la cabeza hacia atrás rompiendo el beso para tomar aire.

Perdón por la mierda que van a leer #InChainsContestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora