La Nueva Na'vi | Neteyam Sully

CAPITULO 20: "LO QUE ME PERMITAS HACER"

-Desde aquí se ve todo tan bonito- dijo ella al llegar al lugar

-Si, fue buena idea venir hasta aquí- los dos se quedaron mirando unos segundos en total silencio- ¿Cuál es tu mejor recuerdo con tus padres?

-¿Mi mejor recuerdo con mis padres? - repitió mientras pensaba un momento- De mis padres biológicos no tengo tantas memorias, era muy pequeña cuando paso todo, pero creo que el mejor recuerdo que tengo de ellos es cuando me cantaban antes de dormir, tenían una canción especial para mí. Era muy tierno. Pero con mis padres adoptivos tengo muchos más recuerdos, y sin duda el momento más divertido que se me viene a la mente es cuando trataron de decirme cómo se hacían los bebés, estaban tan nerviosos y yo tenía tantas dudas.

-Yo también pase por ese momento incómodo, mi padre trato de explicarme de la mejor manera pero no le entendía, la verdad ni el sabía lo que estaba diciendo, así que mi mamá lo ayudo a decirme todo sin censuras

-¿Sin censuras?

-Asi es, me explico la diferencia entre apareamiento y unión ¿Sabes cuál es cierto?

-Claro que lo se, apareamiento es cuando solo tienen sexo sin más, la unión es cuando se genera el vínculo entre Na'vis para marcar que serán pareja de por vida

-Bueno, tus padres al final si resolvieron tus dudas- dijo el haciendo que ambos rieran- ¿Te haz apareado con alguien alguna vez? O ¿Ya has hecho el vínculo? - pregunto sin una mala intención

-¿Vincularme? Claro que no ¿No crees que estamos aún muy jóvenes para hacer el vínculo? Ósea, tenemos quince años y vincularse es elegir a esa persona para que esté contigo hasta la muerte, creo que no estoy lista para eso aun.

-Si, pienso lo mismo, somos jóvenes y tenemos el derecho de vivir, descubrir cosas nuevas y de elegir bien a una pareja. ¿Cuál es tu respuesta a la otra pregunta?

-¿Lo del apareamiento?- el asintio- pues no, ¿acaso olvidas que estuve sola desde los trece?

-Si, se me había olvidado ese detalle

-¿Qué hay de ti?

-¿Yo? Pues no, ósea, una vez estuve apunto pero no paso nada

-¿Cómo que una vez estuviste apunto? Cuéntamelo -dijo riendo mientras él miraba hacia otro lado

-¿Enserio quieres que te cuente esto?- la joven asintio- bien, cuando vivía en el bosque habían siempre unos grupos de chicos de mi edad e incluso más grandes, hubo un tiempo en el que fui su amigos pero sus conversaciones si no eran de peleas eran sobre las chicas y cosas que hacian con ellas. Un día se enteraron que yo ni siquiera había dado mi primer beso, me dijeron que había una chica que siempre estaba dispuesta a ayudar, bueno....ya sabes a lo que me refiero. Planearon el día y la hora que nos veríamos, salí con ella a dar una vuelta al bosque, nos besamos y cuando íbamos a pasar a algo más me levanté y me fui.

-¿Por qué?

-No quería que mi primera vez sea de esa forma, con alguien que ni siquiera me gustaba o que yo le gustaba. Después de eso deje de juntarme con esos chicos.

-Creo que hiciste bien, si no te sentias comodo no tenías porque hacerlo

-Lo sé - dijo el joven tomando las manos de Aleia para besarlas- gracias por entenderme

Se miraron a los ojos fijamente unos segundos, Neteyam puso una de sus manos en la mejilla de la joven para luego bajar su mirada a sus labios. Este se acerco lentamente a su rostro para finalmente besarla, el beso comenzo suave pero luego se fue intensificando. Ambos se arrodillaron en el suelo sin separar sus labios, el muchacho la tomo de la cintura y la coloco sobre el para luego bajar hasta su cuello y besarlo, un leve quejido salió de ella, no se esperaba que el hiciera eso.

-¿Te gusta? - pregunto el mientras se alejaba un poco de ella

-S..si- susurró ella en su oreja

Neteyam movia sus manos por toda su espalda, acariciándola, pero de un momento a otro bajaron hasta su trasero, presionandolo fuertemente haciendo que ella se quejé.

-Te dije que tú trasero me encantaba- dijo mirándola con una sonrisa pícara haciendo que Aleia se sonroje

Rápidamente beso sus labios sin quitar las manos de su trasero. El beso era intenso, como si quisiera devorarla. Después de un rato besandose se alejaron para poder respirar.

-¿Qué intentas hacer Neteyam?- pregunto ella cuando recupero el aliento

-Lo que me permitas hacer- Ella sonrió ante su respuesta, sabía sus intenciones en este momento y no estaba en contra de ello. De hecho, lo estaba disfrutando.

Neteyam volvió a besarla, tomo con una de sus manos su cadera y la apego más a su cuerpo, quería que sintiera lo que estaba provocando en el. Aleia soltó un suspiro al sentirlo, rápidamente empezó a hacer movimientos circulares sobre este, haciendo que el joven cerrará los ojos y abriera la boca.

-Ya no aguanto más- dijo el y rápidamente hizo un movimiento haciendo que está quedé bajo de el- te quiero está noche Aleia- en su voz se escuchaba el deseo- ¿Puedo? - pregunto mientras rozaba con su dedo la prenda superior de la joven, ella asintio y velozmente la retiró, se quedó mirándola unos segundos para luego seguir besándola.

Sus besos fueron bajando lentamente hasta llegar a sus pechos, los cuales lamió con gusto. Luego de un tiempo continuo su recorrido hasta llegar poco más abajo de su ombligo, la miro pidiendo permiso, ella nuevamente asintio, el retiró la última prenda que tenía dejándola totalmente desnuda. La observo detenidamente por un momento con cierto brillo en sus ojos, rápidamente el se quitó sus prendas quedando desnudo al igual que ella para luego colocarse encima.

-¿Estás segura de esto?- pregunto el- aún podemos arrepentirnos

-Yo estoy segura, ¿Tú?

-No puedo esperar mas- dijo el para luego entrar lentamente en ella, haciendo que gimieran levemente.

Neteyam comenzó haciendo movimientos cortos y lentos, no quería hacerle daño así que le preguntaba cada cierto tiempo si estaba bien. Una vez estuvo completamente dentro de ella, pidió que fuera más rápido, el no lo dudo dos veces y empezó a embestirla aumentando un poco más la velocidad. Fue incrementando cada vez mas sus movimientos, tanto que ya no controlaban sus gritos, ella arañaba fuertemente su espalda y sus piernas estaban rodeando la cadera del joven, estuvieron así un largo tiempo hasta que los dos explotaron en un gran gemido, había llegado al climax.

-Me encantas- dijo el besandola para luego quitarse de encima y colocarse a su lado

-Y tu a mi- respondió mientras se apoyaba en su pecho quedando completamente dormida