Un solo ejemplo

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- ¿Alguna vez le has visto la cara a los árboles? - se detuvieron sin darse cuenta.

- ¿Te refieres a que si me he burlado de ellos? - él chico soltó una pequeña risa - no lo había intentado.

- No me refiero a eso. ¿Lo que quiero decir es que si alguna vez has visto sus rostros? - comento ella con su expresión más seria, mas al ver que el no comprendía dejo escapar una sonrisa.

El ya estaba muy acostumbrado a ese tipo de comentarios tan raros de parte de ella, tanto que se había vuelto una costumbre dentro sus paseos por la tarde, aunque a veces seguía pensando en cuantos tornillos se le habrían botado. Mas a pesar de eso, el solo intentaba entender lo que ella decía... porque si algo había comprendido, era que a pesar de parecer loca, estaba mucho mas cuerda que el.

- No, nunca los he visto - comento apenado al no encontrar una respuesta razonable - pero me imagino que tu si los has visto.

- Solo los de algunos - ella siguió su camino con toda normalidad dejándolo atrás aun envuelto en esa pregunta - no todos lo quieren mostrar en realidad - la chica se detuvo sin más, era obvio que quería que él la alcanzara.

- ¿Y por qué no quieren mostrarlo?

- Porque son tímidos - dijo sin más al tiempo que le regalaba una bella sonrisa

- ¿Como yo? - ya empezaba a entender por donde iba la conversación.

- Hay veces que ellos no se muestra totalmente como son, no es torpeza, es más bien falta de... confianza. Pero dime ¿Crees que un árbol elige el lugar donde va a pasar el resto de su vida?

- No, lo elige la persona que lo planta o en este caso... seria Dios - comentó un poco dudoso, pero al ver que ella sonreía, comprendió que no estaba tan errado - o por lo menos eso pienso yo, ¿Esa es la idea no?

- Si, así es - ella sabía perfectamente cómo empezar los temas dolorosos sin lastimar a las personas, pero también como a todo ser humano, a veces le fallaba el tacto, aun mas al ser una persona impulsiva. - ¿Tu elegiste el estar aquí?

- Si, por que te invite a salir, a dar un paseo y... - ella torció la boca - ¿No verdad?, esa no es la respuesta que esperabas.

-No, en realidad no. Tú no elegiste el estar aquí, aunque somos libres de nuestras decisiones... siempre ha de existir una fuerza mayor, que si las cosas deben de ser de cierto modo todo se facilita, pero si no, todo se vendrá en contra para evitar que eso suceda, es como una garantía de que lo que vives es lo que realmente estaba escrito para ti.

- Comprendo todo lo que me dices, pero no entiendo a que quieres llegar.

- ¿Ves aquel árbol? - ella señalo un árbol que resaltaba lejano, el lo observo detenidamente tratando de descubrir el secreto que ocultaba - ¿esta solo no? Y dime, ¿necesita de los demás para sentirse conforme? Tiene el mejor lugar de todo el bosque, esta junto al lago, es el primero en beber, la cantidad de sol pareciera ser la adecuada y perfecta, incluso he podido ver que otros árboles mas grandes parecieran cubrirle y protegerle, pero si los árboles mas pequeños pudieran hablar, todos estarían diciendo pestes de él porque el destino le deparo un buen lugar, lo criticarían simplemente por la fuerza de las condiciones que lo llevaron hasta ese punto, lugar que no tienen los demás - ambos se miraron mientras ella no podía dejar de regalarle una mirada triunfal - sabes, me refiero a estos árboles como si fueran personas, como si aquel árbol... fueras tú.

Ahora todo estaba claro. El llevaba un tiempo sintiéndose fuera de lugar pero el destino por alguna extraña razón lo había llevado hasta ahí. No era que realmente estuviera solo, si no que tenía que aprender a estarlo, para algún día poder progresar, entenderse a sí mismo y tener la fuerza que necesitaría en un futuro.

Todo tiene una razón de ser y esto me costó mucho trabajo entenderlo, pero cuando lo entendí pude seguir adelante. Me gustaría poder decir que cada que encuentro un obstáculo ya se superarlo, pero aun soy muy joven para hablar así, mas estoy segura que en 10 años aprenderé a soportar más cosas y aun así diré "No tengo la suficiente experiencia para superarlo todo", pasaran quizás otros 10 años si Dios me lo permite y tendré nuevos problemas y podré decir... "No tengo la suficiente experiencia para superarlo todo"... año tras año, me iré diciendo esto, esperando mi total experiencia, y esta nunca llegara, pero las experiencias me habrá fortalecido para aprender a jugar el juego más complicado que existe, un juego llamado vida.

Hemos de aprender de la vida muchas cosas, pero muchas otras veces volveremos a caer una y otra vez. Quizás acabas de tropezar con una piedra y la vida no parezca lo más bello en este momento, si quieres un consejo, memoriza esa piedra, grábala dentro de ti mismo, márcala, aprende, sigue adelante y la próxima vez que vuelvas a verte de frente con esa piedra... recuerda lo que viviste, utilízalo y supera tu obstaculo, que la vida es muy bella como para dejarla escapar en un solo instante...

... a veces solo necesitamos un solo ejemplo.

09/02/09

La pluma del escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora