ch.14

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Sábado, 5 de diciembre

Hoseok había terminado su último examen del semestre y ahora era libre de hacer lo que quisiera durante el resto del mes. Wendy estaba ocupada para la actuación de esta noche, así que no le estaba molestando de ninguna manera, lo que significaba que podía disfrutar de algo de tiempo en paz con Jimin.

Eran las tres de la tarde y, por suerte, el otro hombre ya había comprado dos trajes idénticos para que se los pusieran, evitándose la molestia de ir a la tienda a comprar. Hoseok también se había probado la ropa y se sorprendió al ver que había sido una combinación perfecta.

¿Cómo lo hizo Jimin?

Quién sabe, pero le quedo perfecto.

— ¿Estás emocionado por esta noche? —preguntó Jimin, sirviéndoles a Hoseok y a sí mismo unos fideos que había cocinado.

El otro sonrió, —Sí, espero que les encante el grupo. Todas se han esforzado bastante.

Jimin empezó a caminar con ambos platos hacia el salón, —Yo también, Seulgi me ha estado mandando mensajes sin parar. Está muy nerviosa y espera no arruinar esta oportunidad.

—Quiero decir, es comprensible. Este es su sueño, ¿quién querría que algo se interpusiera en el camino de finalmente lograr lo que quieres? —dijo Hoseok, acercándose en el sofá para coger los palillos, completamente ajeno a la forma en que Jimin le miraba.

—Hoseok —empezó el otro, y levantó la vista para encontrarse con sus ojos.

— ¿Sí?

— ¿Qué te apasiona y por qué no te dedicas a ello? —Jimin sonreía, pero la pregunta había dejado helado a Hoseok. Nadie en su vida le había preguntado eso, excepto Jiwoo, pero eso había sido antes de empezar el instituto y sinceramente lo había olvidado desde entonces.

—Uh...

Jimin lo interrumpió, —Sé que toda esta carrera de negocios no es tu pasión, se nota. Entonces, ¿cuál es tu sueño?

Hoseok se sintió avergonzado de decir esto en voz alta, principalmente porque había luchado tanto para convencerse a sí mismo de que su sueño era infantil y demasiado tarde para seguirlo. Levantó la mirada con recelo y se encogió de hombros, —Desde pequeño quise ser bailarín, actuar para la gente, crear mi propia música, pero cuando se lo conté a mis padres, empezaron a quitarme la pizca de libertad que tenía para perfeccionar mis habilidades y me pusieron a estudiar. Pero sí, mi sueno era tener una vida rodeada de música.

La sonrisa del otro hombre se desvaneció, mirándole con lo que parecía ser lástima.

—Oh, lo siento.

Los ojos de Hoseok se abrieron de par en par y negó con la cabeza, —No, no, no, no hace falta que te disculpes. Sinceramente, ya no me molesta tanto. Solía odiarlos profundamente por lo que hicieron, pero creo que crecí y superé esa fase.

Sin embargo, aunque Hoseok trató de aliviar el sentimiento de tristeza que los rodeaba, Jimin seguía sin sonreír. No le parecía justo, y se sentía fatal por el otro hombre. Sus sueños habían sido aplastados desde que era un niño, y encima de esa angustia, tenía que continuar y mantener las expectativas de sus padres.

—No has estado viviendo en absoluto, Hoseok —Dijo Jimin, y Hoseok frunció el ceño, levantando una ceja.

— ¿Qué?

—Has estado viviendo para tus padres, pero ¿qué hay de ti mismo? Todavía tienes tiempo de sobra para dar una oportunidad a tu sueño, ¿sabes? Tener 18 años no debería detenerte.

Blue is better than PinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora