No hacía mucho que amaneció y estábamos listos para partir en nuestro destino a Zikhan, la fría noche no tuvo mucha complicación en sí porque el frío pudo ser controlado con las capas y las bestias salvajes no se atrevieron a acercarse a nosotros por la presencia de tres depredadores más fuertes que ellas. Todo iba bien hasta que Drix movió su cabeza en busca de algo que su instinto o buen oído habría percibido y se detuvo de golpe.
—Kaie —advierte con su llamado a todos, parando nuestra intención de querer bajar del árbol.
—Hay un leve olor a Naga's del Oeste —responde él, colocándose en guardia también mientras que Dave, Lizzie y yo nos quedamos viendo a ambos hermanos sin comprender qué hacer a continuación.
¿Los del Oeste? Se suponía que no cruzaban las fronteras de sus reinos sin aviso...
Un nerviosismo me invade al suponer la realidad de las cosas y es obvio que con lo que hablaron del desacuerdo que tenían con el sucesor del Este, más el hecho de que estén en el día del ciclo lunar, que es importante para la especie de Kaie, no es nada bueno.
Definitivamente, no están en son de paz o ¿cuál otro sería el motivo que los traería de esta forma al reino con el que se encuentran en una delgada línea por romperse? Las opciones positivas huyen en esta situación y siento las palmas de mis manos sudar por la tensión que surgió en el ambiente.
—Quédense aquí arriba, —ordena Kaie mirándonos a los tres y luego se devuelve hacia su hermana— Rheia, tú también. Protégelos —la señala directo en el corazón con su dedo sin bajar la seria mirada de sinceridad que se refleja en su acto—. Eres fuerte hermana, te confío a ellos. Te confío a mi presa.
Los temblorosos ojos inusuales de su hermana parecen reflejar su titubeo ante esa declaración y obligación, pero él sigue en espera de su respuesta sin permitirle bajar la mirada, aunque no había indicios de que lo fuera hacer. Mientras tanto, Drix desciende hasta el suelo con cautela.
—Lo haré hermano, lo prometo —responde con voz decidida y no baja la mirada a Kaie hasta que este continúa su labor, sin perder más tiempo se dirige para estar en la misma posición de Drix.
—No temas, mi pequeña presa —voltea por unos instantes hacia mí, clavando ese zafiro en todo mi ser y siento que puede leer toda mi preocupación, antes de bajar—. Quédense aquí y no sean descubiertos, Drix y yo vamos a resolver las cosas con los del Oeste.
No me dio tiempo ni para decirle algo, ya que en un suspiro ya estaba junto a Drix.
—Salgan, sabemos que están aquí —ordena el Naga con voz ronca y siseante, su porte alto aún más erguido y con el ceño fruncido le aporta una imagen más intimidante y feroz de lo que siempre es.
Por un momento existe un pleno silencio en el lugar, solo podía oír el silbido del viento y el movimiento de las hojas junto a sonidos de diversas criaturas que habitan por los árboles, pero entonces aparecen dos siluetas entre la maleza de la jungla y mis ojos no dudan en detallar a esta nueva clase de su especie.
—No nos gustan las presentaciones, pilares del Este —suelta una voz con mayor acento a diferencia del hablar que estoy acostumbrada a escuchar en los Naga's que conozco. Ambos invasores se aproximan y un siseo de advertencia surge de Drix y Kaie para que guarden la distancia con ellos. No permiten que se acerquen de más para que no capten nuestro olor a humano y actúan como si fueran los únicos aquí.
Cuando al fin se dejan ver por completo ambos invasores, me doy cuenta que sus ojos son como me explicó Kaie cuando estuvimos en la cima de ese árbol algunas noches atrás. Son de un color bronce casi rojo y al sacar uno su lengua como evaluando el lugar, noto que es más oscura, casi negra. Son machos y uno tiene el cabello como castaño oscuro, mientras que el otro es de un tono de negro no tan profundo, pero comparten el largo cabello recogido en una coleta. Dejando a relucir las orejas puntiagudas características de los Naga's.
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Renacidos en Orlox
FantasyVarada en un planeta desconocido, infestado con bestias de todo tipo, sin esperanzas y con todos los planes estropeados para sobrevivir. Y, entre esas criaturas, está un Naga... Un hombre mitad serpiente como en la mitología o cualquier fantasía que...